¿Qué es Realmente la Torá?

¿Qué es Realmente la Torá?

¿Qué es Realmente la Torá? Para responder a esta pregunta, primero quiero decirles que Yahweh tiene un plan bien estructurado para restaurar a la humanidad caída.

El primer paso fue encontrar a un hombre que obedeciera Su voz y salvara a su familia de una inundación.

Bereshit (Génesis) 7:1
1 Y dijo Yahweh a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque solo a ti he visto justo delante de Mí en esta generación.

El siguiente paso fue encontrar un hombre que estuviera dispuesto a dejar su hogar y su familia, y residir en una tierra que él no conocía.

Bereshit (Génesis) 12: 1-3
1 Y Yahweh había dicho a Abram: “Sal de tu tierra, de tu familia, y de la casa de tu padre, a la tierra que Te mostraré”.
2 Y Te haré una nación grande; Te bendeciré y engrandeceré tu nombre; y serás de bendición.
3 Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan; y en ti todas las familias de la tierra serán bendecidas”.

Los descendientes de Abram descendieron a Egipto, donde fueron afligidos por Faraón; lo cual sirvió para unirlos como pueblo. Luego, una vez formada la identidad nacional de Israel, Yahweh envió a Moshé (Moisés) para sacarlos de Egipto y darles un gobierno centralizado. Por lo tanto, se convirtieron en una nación bajo un gobierno central, a pesar de que solo tenían la promesa de una tierra a la cual llamar hogar. Además de un gobierno civil, Yahweh le dio a Israel un sacerdocio organizado para que sirviera como un gobierno espiritual.

Sin embargo, Israel no se dio cuenta de que el objetivo de esta organización era que ellos escucharan y obedecieran la voz de Yahweh; por lo que, al igual que Adam y Eva, (los cuales desobedecieron la voz de Yahweh), los Israelitas tuvieron que ser expulsados de la tierra de Yahweh.

Efraim entró en el cautiverio físico y espiritual de Asiria, y Judá entró en el exilio físico y espiritual en Babilonia; y aunque un pequeño porcentaje de Judá regresó a la tierra de Israel en los días de Esdras y Nehemías, los rabinos siguieron manteniéndolos en opresión espiritual bajo su falsa versión de la Torá.

Yeshúa, nuestro Mesías, fue enviado para disipar este caos. Él les declaró la guerra espiritual a los rabinos por engañar a Su pueblo.

Matityahu (Mateo) 23:13
13 Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el Reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.

Matityahu (Mateo) 23:33
33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?

Habiendo Yeshúa, recibido la unción del Espíritu, estableció un nuevo sacerdocio basado en el orden de Melquisedec, para que Su pueblo tuviera un liderazgo limpio cuando llegaran a la verdad.

Así como Abram dejó su hogar y la casa de su padre, los sacerdotes de Yeshúa también dejarían sus hogares y las casas de sus padres y entrarían en todas las naciones del mundo, en aquellas tierras que Yahweh les mostraría por medio de Su Espíritu. Y allí harían aún más discípulos, para servir como un cuerpo de oficiales en Su ejército espiritual en todo el mundo, enseñándoles a hacer todo lo que Yeshúa les había dicho.

Matityahu (Mateo) 28:18-20
18 Y Yeshúa se acercó y les habló diciendo: “Toda potestad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
19 Por tanto, vallan, y hagan discípulos en todas las naciones, sumergiéndolos [bautizándolos] en Mi nombre;
20 enseñándoles a guardar todas las cosas que les he mandado; y he aquí, Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos”. Amén.

Para saber por qué nos sumergimos solo en el nombre de Yeshúa, puedes ver nuestro estudio llamado “La Inmersión Solo en el Nombre de Yeshúa“.

Algunas personas creen que el objetivo de nuestra fe es simplemente conocer a Yeshúa. Y ¡Esto es un error! Es más importante que Él nos conozca a nosotros. Porque el propio Mesías dijo:

Matityahu (Mateo) 7:23
23 Y entonces os declararé: Nunca os conocí; apártense de Mí, hacedores de maldad.

De hecho, el objetivo de nuestra fe es convertirnos en la novia de Yeshúa, y una novia bíblica se describe como una ayuda idónea. Si no sabemos que Yeshúa fue enviado como “un príncipe guerrero” en una misión para levantar un ejército espiritual y establecer un reino literal aquí en la tierra (con el objetivo de someter la tierra), entonces nunca vamos a poder darnos cuenta de que hacer para ayudarlo, (o complacerlo), y todos nuestros esfuerzos resultarán en vano.

Yeshúa fue enviado para traer la guerra espiritual al mundo, liberando a los cautivos espirituales en cada nación.

Como fue en los días de Abraham, y como fue en los días de Moshé, los discípulos serían una nación sin una tierra física a la cual llamar hogar, sin embargo, todavía necesitaron una forma de gobierno espiritual unificado. Sin ese gobierno espiritual unificado, el movimiento pronto se quedaría sin liderazgo y desorientado, lo que los haría presa fácil del enemigo. Esta necesidad de unificarse y operar como una sola fuerza de combate es la razón por la cual en efesios 2, se describe el templo espiritual construido sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas (que sirven como núcleo de liderazgo).

Efesim (Efesios) 2:20
20 Siendo edificados sobre el [único] fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra angular el mismo Yeshúa,

Como se menciona en nuestro estudio: “El Papado Como Un Anti-Mesías”,  el catolicismo se extendió fuera de la tierra de Israel mucho más rápido que la fe Nazarena, ya que prometía la vida eterna sin tener que guardar la Torá de Moshé. Sin embargo, lo que significa realmente “guardar la Torá” no es muy bien comprendido hoy en día. No podemos “guardar” la Torá a menos que entendamos lo que significa esto.

Ahora vamos a dedicar un tiempo a explorar este tema en detalle. Como vimos anteriormente, el término Torá a menudo se traduce como “Ley”, porque las instrucciones de nuestro Creador tienen el peso de la ley. Sin embargo, esta palabra se traduce literalmente como instrucción.

En otros estudios también hablamos de los tres sacerdocios separados, mencionados en la Torá (es decir, los primeros cinco libros la Biblia), y cada uno de ellos tiene un conjunto de instrucciones (o Torá):

Tenemos:

  1. El sacerdocio de los primogénitos.
  2. El sacerdocio Levítico.
  3. El sacerdocio de Melquisedec.

Dentro de la Torá de Moshé hay tres Torot, o Leyes (Torot = plural de Torá) operando por separados. Es decir, cuando obedecemos la Torá de Moshé, debemos apoyar ya sea el sacerdocio de Melquisedec (que opera de acuerdo con la Torá de Melquisedec), el sacerdocio de los primogénitos (que opera de acuerdo con su Torá) o el sacerdocio Levítico (que opera de acuerdo con la Torá Levítica). Mientras estemos apoyando al sacerdocio activo (que opera de acuerdo con su propio conjunto de instrucciones), entonces estamos obedeciendo la Torá de Moshé.

Tenemos que entender que las reglas que operan dentro de la tierra de Israel son diferentes de las reglas que operan fuera de la tierra de Israel. Dentro de la tierra de Israel, es posible que el sacerdocio Levítico sea reactivado, y la Torá Levítica se active y se vuelvan a llevar sacrificios de animales al templo tres veces al año. Fuera de la tierra de Israel, sin embargo, no existe tal templo, por lo tanto, no es necesario reunirse en él, ya que nuestra misión principal no es reunir a Israel para reuniones familiares (o fiestas) tres veces al año.

Nuestra misión principal es llevar las Buenas Nuevas a los hijos perdidos y dispersos de Abraham e Israel, y reunirlos como uno solo en Yeshúa el Mesías.

En el estudio “La Renovada Orden de Melquisedec”  vemos cómo Yeshúa fue a Yojanán HaMatbil (o Juan el Inmersor, más conocido como Juan el Bautista) para ser purificado ritualmente y recibir la unción como el Rey y Sumo Sacerdote según la orden de Melquisedec. En ese momento, la unción pasó de la “orden rabínica” a la “renovada orden de Melquisedec” de Yeshúa.

Lo que necesitamos darnos cuenta aquí es que las instrucciones (o Torá) también cambiaron en ese momento, porque el sacerdocio de Yeshúa tenía una misión diferente a la que tenía la orden Levítica. Es por eso que Hebreos 7:12 nos dice que cuando se cambió el sacerdocio, también hubo (necesariamente) un cambio en el conjunto de instrucciones (o Torá).

Ivrim (Hebreos) 7:12
12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también un cambio de la Torá (Ley).

Los rabinos han causado mucha confusión al definir la Torá de Moshé como una lista de verificación de 613 mandamientos. Esto hace que parezca que Yahweh le dio a Israel una lista de 613 cosas de que hacerqué no hacer, y que mientras Israel no violara ninguna de estas 613 leyes, automáticamente formarían parte de Su novia. Sin embargo, los rabinos con el fin de poder enseñarle a la gente a obedecer sus propias opiniones pasan por alto el requisito de escuchar y obedecer “la voz” espiritual de Yahweh.

Devarim (Deuteronomio) 13:4
4 En pos de Yahweh vuestro Elohim andaréis, á Él temeréis, y guardaréis Sus mandamientos, escucharéis Su voz, y a Él serviréis, y os allegaréis.

Contrariamente a lo que enseñan los rabinos, “guardar la Torá” no exige una rígida obediencia a una lista fija de leyes. Por el contrario, “guardar la Torá” es una condición del corazón en el que fervientemente buscamos complacer a nuestro Esposo siguiendo Sus instrucciones. Esto puede sonar como una pequeña diferencia, pero es muy importante que lo entendamos.

Cuando una novia decide ponerse bajo la cobertura de su marido, toma la decisión consciente de obedecerlo. Si su esposo le da un conjunto de instrucciones hoy, y luego le da un conjunto diferente de instrucciones mañana (tal vez porque la situación es distinta), ella no estará “manteniendo sus instrucciones” si insiste en hacer lo que dijo que se hiciera ayer. Por el contrario, solo permanece bajo la cobertura de su esposo si acepta sus nuevas instrucciones (de hoy).

Cuando nos sometemos a Yahweh y aceptamos Su cobertura, esto implica que obedeceremos Su voz, tanto hoy como mañana, sin importar hacia dónde nos guíe, y no importa si Sus instrucciones cambian. Si insistimos en hacer solo lo que Él dijo que hiciéramos en Egipto, y no aceptamos seguir Su nueva instrucción dada en el Sinaí, esto no es estar guardando Su Torá.

Yahweh les dijo a los Israelitas que moraran en la tierra que Él les daría. Sin embargo, cuando Judá desobedeció a Yahweh, Yahweh envió un mensaje a través de Jeremías que debían ir a Babilonia, vivir y tener hijos allí.

Yirmeyahu (Jeremías) 29: 4-7
4 Así ha dicho Yahweh de los ejércitos, el Elohim de Israel, a todos los que fueron llevados cautivos, de Jerusalem a Babilonia:
5 Construyan casas y vivan en ellas; planten jardines y coman sus frutas.
6 Tomen esposas y engendren hijos e hijas; y tomen esposas para sus hijos y den maridos a sus hijas, para que puedan dar a luz hijos e hijas, para que allí sean aumentados y no disminuidos.
7 Y busquen la paz de la ciudad donde les llevaré cautivos, y rueguen a Yahweh por ellos; porque en su paz tendrán paz”.

Yahweh nunca le dijo a Israel que buscara la paz de Babilonia en los primeros cinco libros de Moshé, pero esta fue Su instrucción (o Torá) durante la dispersión.

Sin embargo, algunas personas son tan necias, y tan sordas, que se niegan a creer que Yahweh haya dicho esto, porque va en contra de lo que Yahweh dijo que haría en los primeros cinco libros de Moshé. Parecen ir más allá del concepto de que los primeros cinco libros de Moshé son solo un registro de lo que Yahweh le habló a Israel en el desierto, y que lo que realmente quiere Yahweh es que escuchemos atentamente Su voz en todo momento. Si hacemos esto estamos verdaderamente bajo Su instrucción.

Lo que resulta confuso es que algunas de las instrucciones que Yahweh dio en el Monte Sinaí se dieron como órdenes permanentes, y otras no. Por ejemplo, cuando vivimos en la tierra de Israel, se nos dice que vayamos a Jerusalem tres veces al año. Sin embargo, estas órdenes permanentes no se aplican cuando vivimos fuera de la tierra de Israel, o cuando escuchamos la voz de Yahweh ordenándonos lo contrario. Las instrucciones pueden cambiar dependiendo de la situación.

Para entender mejor lo que queremos decir, consideremos el ejemplo de las leyes y los agentes de tránsito. Hoy tenemos leyes de tránsito para conducir en las carreteras; sin embargo, si un agente de tránsito nos indica que vayamos en contra del flujo normal del tráfico, seguimos obedeciendo la ley, incluso si estamos incumpliendo la letra de la ley. Esta es una analogía perfecta de cómo el Espíritu de Yahweh puede ordenarnos que hagamos algo que está en contra del conjunto normal de órdenes permanentes.

Por ejemplo; Yahweh le ordenó a Elías que se escondiera en el arroyo de Querit durante un año. A pesar de que el arroyo Querit está dentro de la tierra de Israel, Eliyahu no subió a Jerusalem para las fiestas (porque Yahweh le ordenó que se escondiera).

Malajim Alef (1 Reyes) 17:1-3
1 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Yahweh Elohim de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
2 Y vino a él palabra de Yahweh, diciendo:
3 Aléjate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.

Cualquier ejército tiene reglas permanentes. Por ejemplo, puede tener una orden permanente para reunirse a una hora en específico (por ejemplo, las 6 de la mañana); pero si tu comandante te dice que hagas otra cosa, no debes discutir con él. Además, si tu comandante decide darte un nuevo conjunto, de órdenes permanentes, porque la guerra se está moviendo a una nueva fase de operaciones, no debes discutir con él, solo obedecerlo.

Esto fue lo que sucedió en el primer siglo. Entre otras razones, Yahweh había ordenado a la gente que fuera a Jerusalem tres veces al año, porque sabía que serviría como una experiencia común que unificaría a la gente. Sin embargo, después de la llegada de Yeshúa, ya no era el tiempo para que la gente se reuniera alrededor de un templo.

Yeshúa no era un Levita, y no tenía autoridad sobre un sacerdocio Levítico renovado. Además, los linajes Levíticos se perdieron, y Yeshúa no hizo ningún esfuerzo por restablecerlos. Y un sacerdocio Levítico necesita un templo, y no habría un templo físico en la siguiente fase de la campaña de guerra espiritual de Yeshúa.

Un templo físico ayuda a enseñar a la gente la necesidad de obedecer la letra de la Torá (y que la paga del pecado es la muerte). Sin embargo, un templo físico solo puede servir en un área geográfica limitada, y en el primer siglo comenzó el movimiento de ir por todas las naciones, haciendo discípulos en el nombre de Yeshúa. Esta era una nueva fase en la guerra espiritual, y requería una nueva forma de organización. A pesar de lo difícil que podría ser entenderlo.

Así como el sacerdocio Levítico tuvo que organizarse para operar como un solo sacerdocio, con la máxima eficiencia, los sacerdotes de Yeshúa tendrían que estar organizados para operar eficientemente. Por lo tanto, los mismos principios regirán el orden de Melquisedec, ya que han operado a lo largo de toda la historia de Israel. Elohim ha estado guiando cuidadosamente a Israel a través de una serie de etapas de aprendizaje y crecimiento.

En el momento justo, Él dio oficios separados; entre ellos están:

  1. El rey (que lidera un ejército físico)
  2. El sacerdote (que intercede espiritualmente por el pueblo)
  3. El profeta (que revela la palabra de Yahweh) y
  4. juez ungido, que es una combinación especial de los tres.

En nuestro estudio El Gobierno de la Torá también explicamos que los apóstoles son básicamente jueces ungidos en los tiempos del Pacto Renovado (o Nuevo Testamento). Sin embargo, dado que habían y que habrán muchos apóstoles, y se supone que todos deben trabajar juntos, debe haber un medio para proporcionar orden, de modo que haya unidad y eficiencia.

Este sistema de orden se llama el ministerio quíntuple, y es una disciplina que todos los ministros quíntuples deben obedecer. En Efesios 2 se nos dice que el templo espiritual de Yeshúa (es decir, Su cuerpo) se construirá sobre un fundamento de apóstoles y profetas.

Efesim (Efesios) 2:19-22
19 Así que ya no sois extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los apartados [santos], y miembros de la casa de Elohim,
20 siendo edificados sobre el [único] fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra angular el mismo Yeshúa,
21 en quien toda la estructura, bien coordinada, va creciendo para ser un templo apartado [santo] para Yahweh;
22 en quien tú también estas siendo edificado para morada de Elohim en el Espíritu.

Esto significa que todos debemos trabajar juntos, como parte de la misma organización (no hay otra opción). Operar independientemente, como lo hacen muchos ministros, es romper las Escrituras. Para decirlo en términos simples, no existe una “asamblea independiente que crea en la Biblia” o un “ministro independiente creyente en la Biblia”.

Efesios 2:19-22 requiere que todos los ministros operen juntos en un solo fundamento doctrinal de apóstoles y profetas, hacer lo contrario es ir en contra de Efesios 2:19-22. Estos principios de organización y liderazgo unificado son tan esenciales hoy como lo fueron en el día cuando Yahweh llamó a Israel a salir de Egipto. Es en virtud de estos principios inmutables que Israel puede operar como una fuerza de combate unificada.

Romper estos principios es romper el vínculo que mantiene unido al ejército de Elohim, razón por la cual es tan asombroso que tantos ministros (que dicen trabajar para Yahweh) estén realmente promoviendo la agenda de Satanás al operar independientemente, buscando sus propios intereses, en lugar de trabajar en unidad.

Shalom.

“Únete a nosotros para trabajar en la gran comisión”

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