Yahweh es un hombre de guerra.

Shemot (Éxodo) 15:3
3 “Yahweh es un hombre de guerra; Yahweh es Su nombre”.

La Escritura es la historia de cómo Yahweh nos hizo adorarlo y servirlo. Cuando el enemigo nos engañó y nos llevó por el mal camino, Yahweh no se alegró por perdernos, por esto Él envió a Su Hijo para rescatarnos. Si desertamos del lado del enemigo de Yeshúa, y le ayudamos a Él fielmente a ganar la guerra de Su Padre, entonces le pedirá al Padre que nos perdone por ayudar al enemigo, y nos salvará de la ira de Yahweh.

Yahweh y Su Hijo también son agricultores, y emplean lo que podría llamarse; una estrategia de guerra generacional. Esto hace uso del hecho de que los seres vivos se reproducen según su propio tipo.

Bereshit (Génesis) 1:12
12 Y la tierra produjo vegetación, hierbas que dan semilla según su género, y árboles que dan fruto, cuya semilla están en él, según su género. Y Elohim vio que era bueno.

Aunque los humanos somos infieles por naturaleza, Yahweh quiere una línea generacional que esté dispuesta a serle fiel a través de la persecución, o incluso hasta la muerte.

Hitgalut (Apocalipsis) 2:10
10 “No teman nada de lo que están a punto de sufrir. He aquí, el diablo está a punto de arrojar a algunos de ustedes a la prisión, para que sean probados, y tendrán tribulación por diez días. Se fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida”.

Yahweh prueba la simiente del hombre por medio de pruebas y tribulaciones. Esta es la única forma en que Él puede saber con certeza si Su simiente escogida está dispuesta a morir por Él. Y, dado que el impulso reproductivo del hombre es tan primordial, Yahweh buscó a un hombre que estuviera dispuesto a renunciar incluso a su hijo amado por Él. Esa prueba le mostraría a Yahweh que había encontrado una esposa digna para Su Hijo. Abraham pasó esa prueba.

Bereshit (Génesis) 22: 16-18
16 Y dijo: “Por Mí mismo he jurado, dice Yahweh, por cuanto has hecho esto, y no has rehusado a tu hijo, tu único hijo,
17 Con bendición te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tus descendientes poseerán la puerta de sus enemigos.
18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a Mi voz”.

Como explicamos en Israel Nazareno, la simiente justa de Abraham sería dispersa en cada familia, clan y nación. De esa manera, todas las personas en todas las naciones serían herederas de la promesa de salvación por gracia, a través de la fe en el Mesías Yeshúa (independientemente de su genética), en caso de que lo acepten y le sirvan. Sin embargo, esto se vuelve algo complicado, debido a que Yahweh está trabajando en muchos niveles diferentes, a través de muchos grupos diferentes, y todos al mismo tiempo. Yeshúa habló de esto en la parábola de las tres medidas de harina (semillas molidas) en las que opera la levadura del pecado.

Mattityahu (Mateo) 13:33
33 Les habló otra parábola: “El reino de los cielos es como la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo fue leudado”.

Estas tres medidas de comida son los hijos de Esaú e Ismael (Islam), los hijos de Judá (Judaísmo) y los hijos de Israel / Efraim (Cristianismo). Estas tres religiones Abrahámicas están todas leudadas (hinchadas) con el pecado de Babilonia, lo que significa que un aspecto de su adoración es correcto, pero otros aspectos de su adoración son incorrectos. Como explicamos en Apocalipsis y el Fin de los Tiempos, estas tres religiones Babilónicas están librando campañas de guerra espiritual, económica y militar, una contra la otra, con el resto del mundo; sin embargo, también se están confabulando en secreto para establecer un orden mundial Babilónico único en la tierra.

Como explicamos en Israel Nazareno, mientras la mayoría del Cristianismo Babilónico se desarrolla en una tangente, un remanente de los fieles de Yeshúa está siendo llamado a la fe original (Israel Nazareno). Esto se ha llevado a cabo lentamente, a lo largo de generaciones, pero hay un remanente que regresará a la adoración original.

Como veremos en el próximo capítulo, el primer paso para complacer a nuestro Esposo es organizarse como Él lo dijo.