En el último capítulo vimos que Yahweh Elohim nos ordena dar un diezmo al sacerdocio para financiar su trabajo. No podemos usar una parte del primer diezmo para nosotros mismos.
En este capítulo veremos que Elohim también quiere que apartemos un segundo diezmo. Este segundo diezmo es para ser usado para hacer de las fiestas un momento de alegría para nosotros y nuestras familias.
Deuteronomio 12 habla de los mandamientos que se aplican cuando vivamos “en la tierra de Israel”.
Devarim (Deuteronomio) 12: 1
1 Estos son los estatutos y decretos que cuidarán de observar en la tierra que Yahweh, el Elohim de sus padres, te da en posesión todos los días que vivan en la tierra [de Israel].
El versículo 6 dice que cuando entremos en la tierra de Israel, debemos buscar el lugar que Yahweh escoja, y llevar nuestros diezmos (plural) allí. Sin embargo, a diferencia del primer diezmo, el versículo 7 nos dice que debemos comer de este diezmo.
Devarim (Deuteronomio) 12: 5-7
5 “Más, ¡he aquí! Ustedes buscarán el lugar donde Yahweh su Elohim escoja, de todas sus tribus, para poner allí Su nombre, como lugar de Su morada; allí irán.
6 Allí llevarán sus holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, las ofrendas de sus manos, sus ofrendas votivas, sus ofrendas voluntarias, y al primogénito de sus manadas y rebaños.
7 Y comerán delante de Yahweh Elohim, y se regocijarán en todo en lo que han puesto su mano, ustedes y sus familias, en que Yahweh Elohim les haya bendecido”.
El versículo 11 confirma que debemos traer más de un diezmo. La palabra Hebrea es ma’aseroteikem (מַעְשְׂרֹתֵיכֶם). Esta es la forma plural de la palabra para diezmo (ma’aser, o מעשר).
Devarim (Deuteronomio) 12: 10-12
10 Mas cuando pasen el Jordán y habiten en la tierra que Yahweh vuestro Elohim les da por heredad, y Él les de descanso de todos sus enemigos alrededor, para que habiten seguros,
11 entonces llevarán todo al lugar donde Yahweh su Elohim escoja para hacer habitar allí Su nombre. Allí llevarán todo lo que les mando: sus holocaustos, sus sacrificios, sus diezmos, las ofrendas elevadas de sus manos, y todas sus ofrendas selectas votivas que le prometan a Yahweh.
12 Y se regocijarán delante de Yahweh vuestro Elohim, ustedes y sus hijos y sus hijas, sus siervos y siervas, y el Levita que esté dentro de sus ciudades, ya que no tiene parte ni heredad entre ustedes”.
En el versículo 17, Yahweh nos dice que no debemos comer el segundo diezmo dentro de nuestras propias ciudades. Más bien, debemos comer el segundo diezmo delante de Yahweh (durante las fiestas).
Devarim (Deuteronomio) 12: 17-19
17 “No podrás comer dentro de tus ciudades el
[segundo] diezmo de tu grano o tu vino nuevo o tu aceite, o del primogénito de tu manada o de tu rebaño, de ninguna de tus ofrendas que prometas, de tus ofrendas voluntarias, o de la ofrenda elevada de tu mano.
18 Sino que debes comerlos delante de Yahweh tu Elohim en el lugar que Yahweh tu Elohim escoja, tú y tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, y el Levita que está dentro de tus ciudades; y te regocijarás delante de Yahweh tu Elohim en toda la obra de tus manos.
19 Mira que no abandones al Levita mientras vivas en tu tierra”.
En Deuteronomio 14, Yahweh nos dice que, si el viaje al lugar que Yahweh escogió es demasiado lejos para nosotros, podemos convertir nuestros diezmos en dinero. Entonces, cuando lleguemos al lugar donde Yahweh escogió para poner allí Su nombre, podemos usar estos fondos para comprar lo que nuestros corazones deseen.
Devarim (Deuteronomio) 14: 22-27
22 “Sin duda diezmarás todo el producto de tu grano que el campo produce cada año.
23 Y comerás delante de Yahweh tu Elohim en el lugar donde Él decida que Su Nombre permanezca, el [segundo] diezmo de tu grano y tu vino nuevo y tu aceite, los primogénitos de tus manadas y de tus rebaños, para que aprendas a temer a Yahweh tu Elohim para siempre.
24 Pero si el viaje es demasiado largo para ti, de modo que no puedes llevar el diezmo, o si el lugar donde Yahweh tu Elohim escoja para poner allí Su Nombre está demasiado lejos de ti, cuando Yahweh tu Elohim te haya bendecido,
25 entonces lo cambiarás por dinero, tomarás el dinero en tu mano e irás al lugar que Yahweh tu Elohim escoja.
26 Y gastarás ese dinero en lo que tu corazón desee: por bueyes u ovejas, por vino o bebida similar, por lo que tu corazón desee; allí comerás delante de Yahweh tu Elohim, y te alegrarás tú y tu familia.
27 No desampararás al Levita que está dentro de tus ciudades, porque no tiene parte ni heredad contigo.
Sin embargo, debido a que este mandamiento solo se aplica cuando vivamos en la tierra de Israel, los que estamos fuera de la tierra [de Israel] no estamos rompiendo la Torá si no subimos a Jerusalem. Esta es la razón por la cual Shaul no rompió la Torá mientras andaba fuera de la tierra en sus viajes misioneros durante tantos años. (Esto es algo que podemos hacer si queremos, pero no necesariamente lo tenemos que hacer).
A veces las personas se preguntan si el segundo diezmo todavía se aplica fuera de la tierra de Israel bajo el orden de Melquisedec. Tenemos que hacerlo, ya que Yeshúa nos dijo que no pensáramos que Él vino a eliminar ni el mandamiento más pequeño de la Torá.
Mattityahu (Mateo) 5: 17-18
17 “No piensen que vine para abolir la Torá o los Profetas. No vine para abolir, sino a cumplir.
18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la Torá, hasta que todo se haya cumplido”.
A mucha gente le provoca confusión esto, Ya que operábamos de manera diferente cuando estábamos dentro de la tierra de Israel (bajo el orden Levítico) a como lo hacemos ahora fuera de la tierra de Israel (bajo el orden de Melquisedec). Pero la misión de Israel nunca ha cambiado; todavía estamos llamados a conquistar la tierra para Elohim. Todos los ejércitos se organizan y operan de manera diferente cuando están en la defensa, que cuando están atacando, a pesar de que la misión general (de ganar la guerra) nunca cambia.
El principio de apartar el segundo diezmo para usar en las fiestas de Yahweh es el mismo bajo el orden de Melquisedec como lo era bajo el orden Levítico, porque, aunque no necesitamos reunirnos en un lugar definido ahora que vivimos fuera de la tierra de Israel, todavía tenemos que reunirnos, y pagar por los lugares donde nos reunimos como asamblea, y en términos prácticos, eso requiere fondos.
Así como el primer diezmo no le pertenece al sacerdocio, el segundo diezmo no nos pertenece a nosotros. Más bien, Yahweh nos asignó el segundo diezmo para nuestro uso durante las fiestas. Es decir, debemos administrarlo sabiamente, haciendo que Sus fiestas sean una delicia para nosotros y nuestros hijos, por lo que querrán seguir Sus caminos.
Si Yahweh te ha bendecido tanto que no puedes imaginarte gastando todo el diezmo de tus ingresos en ti y en tu familia durante las fiestas, entonces puedes dar amorosamente a otra familia que no sea tan bendecida como tú.