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Guardando la Torá de Elohim (No la Nuestra)

En Israel Nazareno vimos que hay dos casas en Israel, Efraim y Judá. En términos simples, la casa de Efraim generalmente se refiere a los Cristianos, mientras que la casa de Judá generalmente se refiere a los Judíos. (Para más detalles, vea Israel Nazareno).

En Israel Nazareno también vimos cómo Yahweh le dio a Israel Su Torá. Esta palabra, “Torá”, se refiere a un conjunto de instrucciones que debemos seguir para purificarnos y refinarnos, para hacernos más atractivos espiritualmente a los ojos de Elohim. Debemos siempre tener en cuenta que, aunque la purificación y el refinamiento espiritual para nosotros no es agradable, debemos obedecer las instrucciones de Yahweh tal como Él las dio, y no modificarlas de manera alguna, para que no produzcamos un cortocircuito en nuestro proceso de refinamiento. Es tan importante seguir el proceso de refinamiento que en Deuteronomio 4:2, Yahweh nos prohíbe agregar o quitar a Su Torá. La implicación es que, si agregamos o quitamos algo a Sus instrucciones, entonces ya no será la Torá de Yahweh la que estamos practicando, sino nuestra propia Torá. Y dado que esto no conduce al refinamiento que Él quiere, significa que no estamos guardando Su Torá, sino la nuestra.

Devarim (Deuteronomio) 4: 2
2 “No añadirás a la palabra que Yo te mando, ni quitarás de ella, para que guardes los mandamientos de Yahweh tu Elohim, que Yo te mando”.

Debemos darnos cuenta de que Yahweh quiere que obedezcamos Sus reglas, y el no cumplirlas fielmente no es una opción. Si pensamos en la Torá como si fuera un programa de computadora que está diseñado para optimizar nuestro hardware y software, debe quedar claro que no debemos ir editando el código base. Sin embargo, este programa de computadora requiere muchos recursos y esencialmente se hace cargo del funcionamiento correcto de nuestra máquina (vida). Esto toma todos nuestros recursos, a algunos les encanta esta característica, pero a la mayoría de los Efraimitas y Judíos no les gusta todo lo que ella consume, y por eso piratean el código. Esto hace que el programa sea más fácil de ejecutar y consume menos recursos. Sin embargo, esto significa que la optimización deseada del hardware y software está fuera de lugar. Esto es efectivamente tomar el camino fácil y amplio que conduce a la destrucción. En contraste, disciplinarse a uno mismo para hacer y obedecer todo lo que Elohim dice que hagamos, lleva a la vida eterna.

Mattityahu (Mateo) 7: 13-14
13 “Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y hay muchos que entran por ella.
14 Pero estrecha es la puerta y tribulación es el camino que lleva a la vida, y son pocos los que la encuentran”.

Se dice que a Satanás le gusta falsificar todo lo que hace Yahweh. De hecho, mientras más exacto es la falsificación del original, más le gusta a Satanás, porque engaña a más personas. Tal falsificación de la Torá es un problema enorme para Efraim y Judá, aunque de diferentes maneras.

En Israel Nazareno vimos como los Judíos rabínicos (tanto Ortodoxos como Mesiánicos) siguen una modificación rabínica de la Torá, la que ellos llaman confusamente como la “Ley de la Torá”. Creen que se les ha dado la habilidad, como si fueran semidioses, de no estar sujetos a la Torá escrita, sino que ellos pueden establecer una nueva Torá en cada generación. Además, creen que su “Ley de la Torá” reemplaza a la Torá original de Moshé. A pesar de todo esto, el profeta Jeremías nos dice que ellos creen que la Torá de Yahweh está con ellos. Sin embargo, lo que Yahweh dice de ellos es que, por su maldad, Él los consumirá en el fuego de la tribulación.

Yirmeyahu (Jeremías) 8: 8-13
8 “¿Cómo pueden decir; ¡somos sabios y la Torá de Yahweh está con nosotros!? ¡Miren bien!, la pluma mentirosa de los escribas sin duda la ha convertido en falsedad.
9 Se avergüenzan los sabios. Se espantarán y consternarán. ¡Miren!, han rechazado la palabra de Yahweh; Entonces, ¿qué sabiduría tienen?
10 Por tanto, daré sus esposas a extraños, y sus campos a quienes los hereden; porque desde el más pequeño hasta el más grande, todo el mundo es dado a la codicia; desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el engaño.
11 Porque han curado con liviandad la herida de la hija de Mi pueblo, diciendo: “¡Paz, paz!” Cuando no hay paz.
12 ¿Se avergonzaron cuando hicieron abominaciones? ¡No!, no estaban en lo absoluto avergonzados, ni siquiera saben cómo sonrojarse. Por tanto, caerán entre los que caigan; En el tiempo de su castigo serán derribados”, dice Yahweh.
13 “Ciertamente los consumiré”, dice Yahweh. “Ninguna uva habrá en la vid, ni higos en la higuera, y las hojas se marchitarán; y las cosas que les he dado pasarán de ellos”.

Tristemente, nuestro hermano Judá no el único en romper la Torá de Yahweh. Como vimos en Apocalipsis y el Fin de los Tiempos, la mayoría de los Cristianos no se dan cuenta de que ellos son de la Casa de Efraim, y la mayoría no se darán cuenta de ello hasta que Yeshúa regrese en el Armagedón. Sin embargo, incluso con el pequeño porcentaje de la Casa de Efraim que hoy se identifican como tal, afirman que el “guardar la Torá” realmente es solo un poco más que descansar en Shabat (sábado) y en las Fiestas de Yahweh. Esto es popular porque es fácil y cuesta poco, pero tampoco ayuda a construir el tipo de reino global que Yeshúa desea que le construyamos. Esto es similar a “quitar” las órdenes de Yahweh.

Devarim (Deuteronomio) 12:32
32 “Cuidarás de hacer todo lo que Yo te mando, no le añadirás ni le quitarás”.

Entonces, aunque es mejor descansar en Shabat y las Fiestas de Yahweh que en domingo, Navidad y la Pascua (del conejo), si queremos ser refinados, tenemos que mantener toda la Torá de Yahweh, y también necesitamos saber qué es lo que significa guardar la Torá en la dispersión, para que podamos entregarnos a ello en sacrificio vivo.

Muchos son llamados, pero pocos son escogidos. Si queremos estar entre los escogidos, debemos mantener cada una de las partes de la Torá que podamos. Sin embargo, también necesitamos saber el significado de mantener la Torá en el orden de Melquisedec. Y lo que esto significa en la Dispersión es “mantener todas las instrucciones de Elohim” (y en este caso, también las de Yeshúa).

Mattityahu (Mateo) 28: 19-20
19 “Vayan, pues, y hagan discípulos en todas las naciones, sumergiéndolos en Mi Nombre*;
20 enséñenles a guardar [es decir, obedecer] todas las cosas que les he mandado; y he aquí, Yo estoy con ustedes siempre, y hasta el fin de los tiempos”. Amén.

[*Para saber por qué nos sumergimos solo en el nombre de Yeshúa, vea “La Inmersión solo en el nombre de Yeshúa“, en  Estudios Escriturales Nazarenos, Volumen Tres].

Pero ¿qué significa guardar todas las cosas que Yeshúa nos ha ordenado? y ¿cuáles son las instrucciones que Él nos dio?

En el estudio El Gobierno de la Torá, vimos que, en el primer siglo, la orden rabínica (es decir, Levítica) fue contaminada. Yahweh, por lo tanto, envió a Su hijo Yeshúa a levantar una renovada orden de Melquisedec, que tiene una distinta Torá (de servicio), porque la misión de cada organización es diferente. El orden Levítico está diseñado para operar en un templo y en la tierra de Israel. En contraste, la orden de Melquisedec está diseñada para levantar un reino global para Yeshúa, que no terminará hasta que todo el mundo le pertenezca. Debido a que la necesidad había cambiado, los sacerdocios técnicamente intercambiaron lugares con el orden Rabínico, terminando esta y avanzando el orden Melquisedeciano. Esto durará hasta que ambas órdenes se fusionen finalmente después del Segundo Éxodo (Isaías 66:20-21). (Para más detalles, visita Apocalipsis y el Fin de los Tiempos).

Hay una interacción interesante entre la Torá de Moshé y la Torá de Yeshúa (en lo referente al culto). En la Torá de Moshé leemos instrucciones específicas sobre cómo se organizó y operó la orden Levítica. Sin embargo, no se dice mucho sobre lo que las personas deberían hacer, más allá de llevar sus diezmos al templo. En un marcado contraste, el Pacto Renovado dice mucho sobre cómo las personas deben purificar sus espíritus. Sin embargo, dice muy poco sobre cómo debería organizarse y funcionar el sacerdocio Melquisedeciano para construir un reino global, y eterno para Yeshúa.

Yeshayahu (Isaías) 9:7
7 “La expansión de Su imperio y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre Su reino, estableciéndolo y confirmándolo con juicio y justicia desde ahora y para siempre. El celo de Yahweh de los ejércitos hará esto”.

Las instrucciones para el sacerdocio son claras, para que todos las vean, si tenemos ojos para leer. En lugar de tener ministerios independientes, Yeshúa quiere que todos Sus siervos trabajen juntos en Su ministerio. De acuerdo a Efesios 4: 11-16. El versículo 11 especifica que Yeshúa mismo ordenó esto.

Efesim (Efesios) 4: 11-16
11 Y Él mismo constituyo algunos como apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros,
12 para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mesías,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Elohim, a un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías;
14 para que ya no seamos niños, arrojados de un lado a otro y llevados por cada viento de doctrina, por hombres fraudulentos, en astutas trampas engañosas,
15 sino que, hablando la verdad en amor, podamos crecer en todo, en Aquel que es la cabeza, el Mesías,
16 de quien todo el cuerpo, bien ajustado y unido por lo que proporciona cada articulación, de acuerdo con el trabajo adecuado, por el cual cada parte hace su parte, causa el crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.

Hablaremos mucho más de este pasaje más tarde en este estudio, pero lo que necesitamos entender ahora es que estas son las instrucciones de Yeshúa. En otras palabras, esta es la Torá de Yeshúa sobre cómo debemos organizarnos en la dispersión. Esto también está destinado a servir como la disciplina que hace que la comunidad funcione. Y así es como debemos vivir, a menos que queramos editar las palabras de la Torá de Yeshúa, y así perdernos el refinamiento.

Muchos beneficios se acumularán para nuestro pueblo una vez que aprendan a vivir este pasaje como una disciplina. Conducirá a un verdadero cuerpo global, y el nombre de Yeshúa será glorificado. Esto agradará mucho a Yahweh.

La clave para entender el modelo de Yeshúa es darse cuenta de que está construido sobre un voluntariado dedicado y la participación de la gente. Cada persona debe dar su tiempo y dinero de la mejor forma posible, o el cuerpo de Yeshúa no podrá mantenerse sano, al igual que cualquier cuerpo humano estaría enfermo si sus extremidades y órganos no hicieran todo lo posible por la salud general del cuerpo.

En la orden de Melquisedec, el liderazgo es seleccionado basado en el respeto en la comunidad. Típicamente hablando, cuanto más voluntariado y más servidor es el hermano, es mayor la influencia y respeto que él se gana, tanto con la congregación como en la comunidad exterior.

Marqaus (Marcos) 9:35
35 Se sentó, y llamó a los doce y les dijo: “Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el siervo de todos”.

Algunas personas pueden llegar a nunca entregar su corazón y vida a Yeshúa, aunque esto sea nuestro servicio racional.

Romim (Romanos) 12: 1-2
1 Les ruego, hermanos, por las misericordias de Elohim, que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, apartado, agradable a Elohim, que es su servicio racional.
2 Y no se conformen a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su entendimiento, para que puedan probar cuan buena, agradable y perfecta es la voluntad de Elohim.

Muchos serán llamados, y por un tiempo, algunos de ellos simplemente necesitarán ser alimentados y fortalecidos antes de decidir entregar su corazón y vida a Yeshúa y a Su servicio; Sin embargo, una vez que lo hagan, se convertirán en la novia de Yeshúa. No importa cómo decidan llegar a querer retribuir, cuantos más seamos los que le entregamos nuestro corazón y vida a Él Mesías y a Su servicio, más crecerá Su reino. Es nuestro deber y privilegio comenzar a hacer crecer el verdadero cuerpo de Yeshúa en amor, hasta los confines de la tierra, según lo que Él mismo ha establecido.

Estudiaremos Efesios 4 con más detalle más adelante en este estudio, pero antes de hacerlo, primero necesitamos ver la forma en que Yeshúa entrenó a Sus primeros discípulos, quienes se convirtieron en los primeros sacerdotes de la orden de Melquisedec. Al observar el proceso de selección y entrenamiento que usó Yeshúa, y estudiando Hechos y otros pasajes, podemos ver cuáles son los requisitos para el sacerdocio y por qué. También podemos ver por qué hay ancianos en las congregaciones, y un sacerdocio apartado. Con este conocimiento, podemos comenzar a restablecer el verdadero orden global de Yeshúa. Esto agradará mucho a Yeshúa, y será como si hubiéramos invertido bien nuestras minas.

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