Las Fiestas Bíblicas
Yeshayahu (Isaías) 46:9-10
9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque Yo Soy Elohim, y no hay otro Elohim, y nada hay semejante a Mí,
10 que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.
La Biblia está formada por un conjunto de libros que contienen la información más valiosa que una persona pueda tener.
Muchas personas piensan que la Biblia es apenas un libro religioso: otros que, es un libro histórico, y otras piensan que, es ambas cosas a la vez. Pero cuando escudriñamos Las Sagradas Escrituras (dejando de lado todo pre-concepto o ideología que hemos adquirido por nuestras experiencias pasadas y por lo que fuimos enseñados antes) entonces comenzamos a darnos cuenta de que, la Biblia tiene mucha información que podemos aplicar en la vida cotidiana (aun cuando tiene algunas cosas difíciles de entender, como el apóstol Pedro mencionó en Su Segunda epístola).
Kefa Bet (2 Pedro) 3
15 Y tengan entendido que la paciencia de nuestro Maestro es para salvación; como también nuestro amado hermano Shaúl, según la sabiduría que le ha sido dada, les ha escrito,
16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los ignorantes e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
La Biblia es mucho más que un libro histórico y religioso.
Cuando lo estudiamos nos damos cuenta de que nos da una gran cantidad de instrucciones prácticas y objetivas (más que subjetivas), mostrándonos como debemos vivir.
Es decir, la Biblia es un libro de instrucciones más que un libro de sugerencias (que muchas personas piensan que pueden obedecer, o no, según les parezca mejor).
Por ejemplo, La Biblia nos da información muy específica de lo que podemos tomar como alimento y lo que no, de cómo mantenernos puros física y espiritualmente para no adquirir enfermedades; y entre otras cosas, también nos dice lo que debemos festejar y en qué momentos. Evitando las celebraciones que no fueron ordenadas.
Y en este estudio vamos a hablar de las fiestas ordenadas por Yahweh a Su pueblo y como se conectan con Yeshúa y las profecías.
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En esta ocasión, siento la necesidad de hablarles (como mencioné en la introducción) acerca de las fiestas. Y es que las personas – independientemente de su etnia, raza o nacionalidad – tienen ciertas cosas en común; como lo es, la necesidad de alimentarse, descansar y tener lugares donde habitar o refugiarse.
Y otra de las cosas que, casi todas las personas tienen en común es que, en mayor o menor grado, tienen celebraciones o festejos que, suelen variar dependiendo de la cultura donde hayan nacido o donde vivan.
Y es que – por lo que parece – el tomar tiempo para festejar es prácticamente una necesidad del ser humano; y teniendo en cuenta esto, me parece importante que las personas entiendan, qué nos dice Yahweh en Su palabra acerca de las fiestas o celebraciones.
Principalmente en la cultura occidental, muchos acostumbran a celebrar navidad, carnaval, Halloween, entre otros; Y una celebración que casi toda la humanidad conmemora (independientemente de la cultura que tenga) es el día de cumpleaños.
Pero ¿nos hemos preguntado si nuestro Creador ordenó que celebrásemos nuestros cumpleaños, exaltando nuestro ego y nuestra vanidad? … ¿será que se agrada con esto o por el contrario es algo que le desagrada y lo aborrece?
Si no sabes las respuestas y tienes interés en conocerlas, te invito a que veas nuestro estudio llamado: “Acerca de los cumpleaños”
En la parashá pasada, hablamos de la importancia de la santidad, y de la necesidad de aplicarla en nuestros hábitos y relaciones, y no solo en nuestros pensamientos, siendo que esto sería “una santidad” subjetiva y por lo tanto incorrecta.
Y en la parashá que veremos en este día, también encontramos varios mandamientos sobre la santidad, pero principalmente enfocada al sacerdocio y también a las ofrendas y sacrificios que servían para sustentar al sacerdocio.
Y luego de esto, encontramos la mención de las Fiestas o Tiempos Designados por Yahweh, que en hebreo se les denomina Moedim, que podríamos traducir como “citas”.
La parashá a la que me refiero, es la porción conocida como Parashá Emor, encontrada en Vayicrá 21-24.
El nombre de la parashá puede ser traducido como “habla”, lo que considero que podemos traducir como “predica”, lo que nos sirve como un llamado a predicar sobre las Fiestas, dando a conocer a los demás la importancia que tienen por su simbolismo profético.
También, debemos entender la importancia de que las predicaciones deben llevar un mensaje de misericordia juntamente con arrepentimiento y obediencia a los mandamientos de Yahweh (incluidas las Fiestas). Y no predicar solo gracia, como algunos hacen, haciendo que muchos crean erróneamente que la misericordia es aplicada a todos los que tengan buenos pensamientos según la propia opinión, pero sin obedecer Las Escrituras
Y algo relevante que, considero importante mencionar es, como en esta parashá se unen la idea de predicar, con la santidad y con la conmemoración de las Fiestas que Yahweh ordenó. Sirviendo esto de ejemplo, de que las Fiestas dada por nuestro Padre, forman parte de una vida santa o apartada. Por esto debemos tener en cuenta la importancia de que las personas puedan conocer el significado que tienen. Y que, el propósito de ellas es mucho mayor que, el de pasar un tiempo agradable.
Con todo lo anterior en mente, quiero resaltar 2 puntos importantes que son fundamentales para nuestra identidad como discípulos del Mesías.
Estos son: “la Adoración” como Yahweh ordena y “los simbolismos proféticos” que podemos encontrar en las Fiestas ordenadas.
Necesitamos entender que la adoración es algo que va mucho más allá de cantarle Alabanzas a nuestro Padre Celestial. Cuando Le alabamos por medio de canciones, estamos expresando por medio de palabras que, creemos en Su existencia.
Pero la adoración (en su esencia más plena) es todo lo que hacemos en obediencia a Yahweh; y repito, “en obediencia a Yahweh”, y no haciendo las cosas solo como nos parecen que Le agradan; sino como Él mismo dice que Le agradan.
Muchos están creyendo que adorar es, postrarse, alabar y orar; pero estas cosas, sino están acompañadas de obediencia, no son más que, una mezcla de pensamientos y emociones sin ser una adoración verdadera.
Porque el que adora de verdad, se somete a lo que Yahweh ordena en Su Palabra, sin poner los típicos pretextos, de que ya no necesitamos cumplir lo que Él ordenó porque Yeshúa murió por nuestros pecados, insinuando que ahora podemos transgredir la Ley; Lo que solo hace sentido en mentes cauterizadas por su herencia cultural.
Las fiestas son una parte importante de la adoración, porque con ellas podemos manifestar públicamente (y en comunión entre hermanos) que obedecemos las celebraciones que Yahweh ya ha establecido en Su Palabra. Y también, por medio de las Fiestas, se nos revela lo que Yeshúa hizo y lo que hará “por nosotros y con nosotros”. Lo que es un plan en dos etapas, por así decirlo. Y me explico mejor.
La primera etapa ocurrió en el primer siglo, donde Yeshúa cumplió proféticamente las fiestas del primer mes, (Pésaj [o Pascua], Panes sin levadura, Primeros frutos y Shavuot).
Y la segunda etapa, se llevará a cabo cuando Yeshúa regrese al mundo nuevamente y esta, está representada por las fiestas del séptimo mes (Yom Teruaj, Yom Kipur, y Sucot). Las cuales veremos a media que avancemos en este estudio. Pero antes, quiero recomendarte algunos de los estudios que puedes encontrar en nuestra web que están relacionados con las Fiestas, como son: El Calendario de la Torá, Las Fiestas del Primer Mes y Las Fiestas del Séptimo Mes.
Muchos se han mantenido con un conocimiento de las Escrituras bastante limitado, en gran parte por pensar que Yahweh rechazó a Israel, sin entender que Israel fue divido en 2 Reinos.
Después de la muerte del rey Salomón, Israel se dividió en dos, surgiendo el reino del Sur o reino de Judá, gobernado por la descendencia del rey David que, era de la tribu de Judá; (y por eso, existe en la actualidad un pueblo que, conocemos como judíos, de donde surgió la religión judía).
Y por otro lado surgió el reino del norte también llamado el reino de Israel, el cual fue disperso entre las naciones y del cual surgió (tanto físicamente como espiritualmente) el cristianismo.
Y es que, la mayoría de los cristianos no están entendiendo que Yahweh rechazó a cada uno de los reinos temporalmente para llamarlos al arrepentimiento, pero aun habiendo 2 reinos, Yahweh siempre los considera como un solo pueblo, y no dos, como piensan muchos cristianos.
El cristianismo en esencia no es un pueblo, sino una religión, pero las Escrituras nos revelan que Yahweh tiene un solo pueblo donde debemos ser injertados. Seamos judíos, o gentiles, debemos formar parte del verdadero Israel, y no de uno que, supuestamente es solo “espiritual”.
Algo que debemos tener en cuenta es, lo que Yeshúa dijo en Mateo 15
Matityahu (Mateo) 15:24
24 Él [Yeshúa] respondió diciendo: No fui enviado sino a las ovejas perdidas de la Casa de Israel.
Es importante notar que, aunque Yeshúa vino para que, todo el que cree en Él sea salvo, también dijo que, solo fue enviado a las ovejas perdidas de la Casa de Israel, y la Casa de Israel es, una referencia al Reino del Norte que mencioné anteriormente. Lo que nos indica que todo el que cree en Él, termina formando parte de las ovejas perdidas de Israel, Incluidos los judíos.
La Razón por la que me pareció relevante mencionar esto, es para que puedan entender que los judíos, son una porción de Israel; y que no todo Israel forma parte de los judíos, siendo que muchos usan los términos “Israel” y “judíos” como sinónimos, lo que lleva muchas veces a un error en la aplicación de los mandamientos y – en el caso que nos ocupa – en la aplicación de las Fiestas.
Sabemos que los judíos consideran la Torá y el Tanaj como libros sagrados, libros que el cristianismo denomina como “antiguo testamento”. Y que muchos de los judíos rechazan el “nuevo testamento”.
Por esto, muchos consideran que el “antiguo testamento” es prácticamente solo para los judíos, pero la verdad es que sin esos libros la fe en Yeshúa no tiene pilares sólidos, porque Yeshúa obedeció lo que la Ley manda, y Él debe ser un ejemplo de vida para nosotros. Es como si el antiguo y el nuevo testamento simbolizaran juntos las dos tablas de la Ley dadas a Moshé.
Entonces debemos entender que, aun las Fiestas que Yeshúa y los discípulos guardaron, no son “Fiestas judías”, sino Fiestas que Yahweh ordenó y que además tienen un simbolismo profético para nosotros. Y es que, aun cuando los judíos conmemoran (a su manera) las Fiestas Bíblicas, no debemos pensar que son fiestas judías, y tampoco lo contrario, porque el judaísmo ha añadido otras celebraciones y formas de celebrar lo que consideran, aun cuando Yahweh no lo haya ordenado.
Y aun amando a nuestros hermanos judíos, por la identidad que nos une, necesitamos decir que, algunas de las fiestas y tradiciones que celebran y guardan son una falsificación de los mandamientos dados por Yahweh.
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Teniendo en cuenta todo lo anterior, miremos lo que nos dice el capítulo 23 de Vayicrá.
Vayicrá (Levítico) 23:1-3
1 Habló Yahweh a Moshé, diciendo:
2 Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Yahweh, las cuales proclamaréis como convocaciones apartadas [santas], serán estas:
3 Seis días se trabajará, más el séptimo día será Shabat, convocación apartada [santa]; ningún trabajo haréis; Shabat es de Yahweh en dondequiera que habitéis.
Habitualmente se traduce Shabat como día de reposo, lo que erróneamente hace que muchos piensen que es un día para dormir o de agradar al cuerpo. Y si bien es importante el descanso, y no es malo tener algo de descanso en Shabat, el principal propósito es santificarnos, o dicho de manera más comprensible, apartarnos para Yahweh; es decir, para dedicarnos a Él, pidiendo que nos guie con Su Espíritu para hacer lo que le agrada, y tener comunión con Él.
Lamentablemente el cristianismo en su mayoría no está reconociendo el gran valor del Shabat, que representa la finalización perfecta de la obra de Yahweh.
Bereshit (Génesis) 2:2-3
2 Y acabó Elohim en el día séptimo la obra que hizo; y cesó [Shabat] el día séptimo de toda la obra que hizo.
3 Y bendijo Elohim al día séptimo, y lo apartó [santificó], porque en él cesó [Shabat] de toda la obra que había hecho en la creación.
El Shabat representa la culminación de la aflicción del pueblo de Elohim en este mundo, después de que sean restauradas todas las cosas, y Yahweh nos ordena recordarlo cada semana.
Continuando con la parashá, el texto nos describe las Fiestas que Yahweh ordenó por medio de Moshé.
Vayicrá (Levítico) 23:4-8
4 Estas son las fiestas solemnes de Yahweh, las convocaciones apartadas [santas], a las cuales convocaréis en sus tiempos:
5 En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, Pesaj [Pascua] es de Yahweh.
6 Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Yahweh; siete días comeréis panes sin levadura.
7 El primer día tendréis convocación apartada [santa]; ningún trabajo de siervos haréis.
8 Y ofreceréis a Yahweh siete días ofrenda encendida; el séptimo día será convocación apartada [santa]; ningún trabajo de siervo haréis.
En este pasaje vemos el mandamiento de celebrar Pésaj (o Pascua) que, en la antigüedad era un recordatorio de la liberación de la esclavitud en Egipto; Y para nosotros es también un recuerdo de que, Yeshúa nos libera de la esclavitud del pecado.
También es importante darnos cuenta de que, el día siguiente a Pésaj debería guardarse como un Shabat. Es decir, el día 15 del primer mes debía guardarse como un día de fiesta – sin trabajo. En hebreo, un día como este es llamado: “Shabatón” por ser un Shabat anual y no semanal.
Este Shabat (o Shabatón) marca el comienzo de la semana de los “Panes sin Levadura” y este día es bien relevante para entender cómo, después de la muerte de Yeshúa hubo un Shabat; pero que este no era un Shabat semanal, sino el primer día de los “Panes sin Levadura”, porque Yeshúa estuvo tres días y tres noches en el sepulcro, y resucitó entre Shabat y el primer día de la semana.
Y cuando no somos conscientes de este Shabatón, puede darnos la impresión de que Yeshúa, murió antes de Shabat semanal y resucitó después, lo que no podrían dar tres días y tres noches.
Miremos los pasajes relacionados:
Yojanán (Juan) 19:31
31 Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de Pésaj [la pascua], a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en Shabat [Shabatón] (pues aquel día de Shabat era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.Matityahu (Mateo) 28:1
1 Pasado el Shabat [semanal], al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.
Sino tomamos en consideración el Shabatón, puede darnos la impresión de que los dos Shabat son el mismo, pero cuando entendemos que después de Pésaj (o pascua) es un día de Shabat anual, todo cobra mayor sentido.
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Sigamos leyendo la parashá:
Vayicrá (Levítico) 23:9-11
9 Y habló Yahweh a Moshé, diciendo:
10 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que Yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega.
11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Yahweh, para que seáis aceptos; el día siguiente al Shabat la mecerá.
En este caso, Yahweh ordena ofrendar de los primeros frutos de la siega, (después del Shabat semanal de la semana de Pésaj) que, por un lado, nos recuerda que Yahweh, Es Él que produce el crecimiento de todo alimento, y por ello debemos estar agradecidos.
Y por otra parte con esto podemos ver una representación de la resurrección del Mesías, el cual se presentó delante de Yahweh, como ofrenda de los primeros frutos.
Corintim Alef (1 Corintios) 15:20
20 Mas ahora el Mesías ha resucitado de los muertos; primicias [primeros frutos] de los que durmieron es hecho.
Colosim (Colosenses) 1:18
18 Y Él es la cabeza del cuerpo que es la asamblea, Él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.
Con lo visto hasta ahora, podemos ver que esta parte de las Fiestas representan la obra de Yeshúa en el primer siglo. Y continuando con el texto, veremos la siguiente fiesta que es un recordatorio de la entrega de las tablas y de la Ley en el monte Sinaí.
Vayicrá (Levítico) 23:15-16
15 Y contaréis desde el día que sigue al Shabat, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida [es decir, el día de los primeros frutos];
16 Hasta el día siguiente del séptimo Shabat contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Yahweh.
Vayicrá (Levítico) 23:21
21 Y convocaréis en este mismo día convocación santa; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones.
En este pasaje debemos tener en cuenta varias cosas. El texto nos dice que, debemos contar cincuenta días a partir del día siguiente al Shabat; pero, antes mencioné que había dos Shabatot (Shabat en plural); entonces debemos entender cuál de ellos es para no cometer errores, porque hay quien enseñe el conteo de forma incorrecta.
Debemos notar que, el texto nos dice que, el día 50 sería el día siguiente al séptimo Shabat, lo que nos revela que tienen que pasar 7 semanas; es decir, deben pasar 7 Shabatot, y entonces llega el día 50.
Y como podemos ver (representado en el gráfico), tanto el día 50, como el día uno del conteo, deben coincidir con el 1er día de la semana. Por lo que el 1er día del conteo siempre debe ser después del Shabat semanal, y no de un Shabatot como enseñan algunos.
Espero que el gráfico haya sido útil para entender como debe ser realizado el conteo, y si quieres profundizar sobre este tema puedes ver nuestro estudio llamado: “La Gavilla Mecida y Pentecostés”
Algo a tener en cuenta también es que, tanto Pésaj como el primer día de los “Panes sin Levadura” son ordenados en días del mes; sin embargo, los primeros frutos, y la conmemoración de Shavuot en el día 50, son conmemorados tomando en cuenta los días de la semana.
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Ahora, enfocándonos en el día 50, que representa la entrega de la Ley en el monte Sinaí; debemos saber que este día es conocido como “Shavuot”, que se traduce como semanas, teniendo en cuenta el conteo de 7 semanas, que suman 49 días, y siendo conmemorado al día siguiente, es decir en el día 50. Y cuando contrastamos esto, con el capitulo 2 del libro de los Hechos, podemos notar la similitud con “Pentecostés”, que significa “Quincuagésimo”, lo que nos indica que sucedió cincuenta días, a partir de la resurrección de Yeshúa, y fue en ese día, que El Espíritu Apartado, colocó la Ley en los corazones de los Discípulos allí reunidos.
Maasei (Hechos) 2:1-4
1 Y llegado [Shavuot] el día [50] de Pentecostés, estaban todos unánimes y juntos.
2 Y de repente vino un ruido del cielo, como de un fuerte viento, y llenó toda la casa donde estaban sentados.
3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Lo que muchos, aun no logran entender es, el por qué había tantas personas juntas, pero cuando nos damos cuenta de que, en ese día se conmemoraba Shavuot, todo cobra más sentido. Y más aún, le da un mayor sentido, porque la Ley es revelada con mayor claridad a los discípulos a través del Espíritu de Elohim. Por esto en nuestros días debemos recordar que Pentecostés representa la entrega de la Ley a los hombres por medio del Espíritu.
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Bueno, hasta aquí hemos podido ver la primera etapa de las fiestas que inician en el 1º mes, y que ya han tenido cumplimiento profético con Yeshúa y el Espíritu Santo.
Y ahora veremos la 2ª etapa de las fiestas que nos revelan profecías aun sin cumplir.
Vayicrá (Levítico) 23:24-25
24 Habla a los hijos de Israel y diles: En el séptimo mes, al primero del mes será para vosotros Shabatón [Shabat alto], una conmemoración con toques de shofar, y una convocación santa.
25 Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Yahweh.
Aquí vemos la primera de las fiestas del séptimo mes, y como algo para tener en cuenta es, el número 7, que representa la culminación de la obra de Yahweh. En esta fiesta se nos ordena conmemorar haciendo sonar el shofar, lo que simboliza el regreso del Mesías al mundo como nos revelan varios pasajes de las Escrituras.
Matityahu (Mateo) 24:31
31 Y enviará Sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Tesaloniquim Alef (1 Tesalonicenses) 4:16
16 Porque el Mesías mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Elohim, descenderá del cielo; y los muertos en el Mesías resucitarán primero.
Sobre esta conmemoración, hay un dato relevante, que se relaciona con lo mencionado con nuestro Mesías, cuando dijo:
Matityahu (Mateo) 24:36
36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo Mi Padre.
Y como está Fiesta, debe realizarse el primer día del séptimo mes, debemos tener en cuenta, como se establecen los meses de una manera Bíblica.
El comienzo del mes, según las Escrituras, debe declararse al observar la primera astilla de la luna nueva, lo que aun cuando el ser humano pueda hacer aproximaciones, no se puede asegurar el día exacto. Y con esto, podemos ver un gran paralelismo, lo que nos muestra que, en este día, aun sin saber en que año, será el día designado para el regreso de Yeshúa.
Tal vez algunos rechacen esto, por el temor a equivocarse, y por tomar las palabras de Yeshúa de una manera muy rígida, pero realmente no estamos diciendo el día y la hora; pero la representación profética es más que evidente.
Además, sobre el regreso de Yeshúa, Shaúl dijo lo siguiente:
Tesaloniquim Alef (1 Tesalonicenses) 5:4
4 Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.
Continuando con la parashá y las fiestas, encontramos a seguir la celebración de “Yom Kipur” que significa “Dia de Expiación”
Vayicrá (Levítico) 23:26-28
26 También habló Yahweh a Moshé, diciendo:
27 A los diez días de este séptimo mes será el día de expiación [Yom Kipur]; tendréis convocación apartada [santa], y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Yahweh.
28 Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Yahweh vuestro Elohim.
Sobre esta conmemoración estuve hablando en la parashá anterior, siendo que en el texto de la parashá, hacia especial referencia a esta conmemoración.
Y es que, este día es representación del día en que, seremos presentados frente a Elohim – en el gran trono – para ser juzgados; y debemos tener conciencia de nuestros pecados para presentarlos mediante la Sangre de Yeshúa; para ser hallados dignos de participar en las Bodas del Cordero, que es representada por la siguiente conmemoración.
Y como detalle importante (sobre el día de la Expiación o Yom kipur), es lo que Yahweh dice en los versos 29 y 30.
Vayicrá (Levítico) 23:29-30
29 Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo.
30 Y cualquier persona que hiciere trabajo alguno en este día, Yo destruiré a tal persona de entre su pueblo.
En varios pasajes dice que, el desobediente será cortado del pueblo; siendo esta una orden de alejar de la comunidad (o de la asamblea) a todo el que está en directa rebeldía, (permitiendo que los humildes y nuevos en la fe puedan tener comunión) pero no, los que ya sabiendo lo que deben hacer, se rehúsan hacerlo. Pero en el texto anterior, Yahweh añade que, destruirá al que no obedezca este mandamiento, (que como mencioné antes, la persona debe reconocer).
Y como ultima conmemoración tenemos la fiesta de Sucot que podemos leer a continuación:
Vayicrá (Levítico) 23:33-36
33 Y habló Yahweh a Moshé, diciendo:
34 Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de Sucot [los tabernáculos] a Yahweh por siete días.
35 El primer día habrá convocación apartada [santa]; ningún trabajo de siervos haréis.
36 Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Yahweh; el octavo día tendréis convocación apartada [santa], y ofreceréis ofrenda encendida a Yahweh; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis.
Esta es una conmemoración que, representa varias cosas, y antes que nada, quiero que notemos la conexión de Yaacob con esto.
Bereshit (Génesis) 33:17
17 Y Yaacob fue a Sucot, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por tanto, llamó el nombre de aquel lugar Sucot.
La palabra Sucot quiere decir tabernáculos, tiendas o cabañas; siendo muy significativo también para el pueblo de Israel, después de salir de la esclavitud de Egipto, porque tuvieron que morar en tiendas, y tuvieron que construir un Tabernáculo para Yahweh (según las indicaciones que Él mismo dio) para que Él pudiera habitar entre ellos.
También podemos conectar Sucot con el nacimiento de Yeshúa.
Yojanán (Juan) 1:14
14 Y la Palabra [Verbo] se hizo carne, y habitó [skenóo] entre nosotros (y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
En este verso se nos dice que la Palabra (es decir, Yeshúa) habitó entre los hombres. Y este es un mensaje muy relevante, pero puede pasar desapercibido un significado al no conocer la palabra usada en el texto original.
La palabra “habitó” (como aparece en el pasaje) es la palabra griega Skenóo. Y esta palabra tiene una connotación de habitar como en un acampamento o en una cabaña, lo que nos indica que Yeshúa nació en este tiempo.
Y es que, como nos dice Lucas:
Lucas 2:6-7
6 Y aconteció que estando ellos allí [José y Mirian], se cumplieron los días de su alumbramiento.
7 y dio a luz a su hijo primogénito [Yeshúa], y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
Como podemos comprobar en el pasaje, Mirian (o María) aun estando embarazada, no pudo quedarse en el albergue; y la razón fue porque, había muchas personas en los alrededores de Jerusalém a causa de la fiesta de Sucot. Y esto obligó que Mirian tuviera que dar a luz en una cabaña o Sucá. Siendo la fiesta de Sucot, un simbolismo del nacimiento de Yeshúa, y también de las futuras Bodas del Cordero que son mencionadas en apocalipsis.
Hitgalut (Apocalipsis) 19:9
9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Elohim.
Y es que, como nuestro Mesías nos advirtió, debemos ser como vírgenes prudentes a la espera del novio, estando preparadas para entrar en las Bodas. Y si queremos formar parte del pueblo de Yeshúa que, es simbolizado por una novia, debemos estar preparados en los tiempos señalados por las fiestas, manifestando la fe en que Él, es el novio que esperamos.
Hermanos. Las fiestas dadas por Yahweh pueden ser un momento de gozo y alegría, pero debemos entender que hay algo más importante. Por medio de las fiestas, Yahweh nos ordena que, seamos agradecidos, por el fruto que la tierra nos provee, (porque las fiestas están conectadas a tiempos de cosecha), la de la cebada, la del trigo, y la de los árboles frutales. Y por medio de nuestra obediencia, (a través de la conmemoración de las fiestas) podemos manifestar nuestro agradecimiento, confianza y verdadera fe.
Esperando el regreso de Yeshúa, a partir del día que nadie sabe “Yom Teruaj” (con voz de trompera), para alistar nuestros vestidos y entrar en las Bodas del Cordero. Pero si no conocemos lo que las fiestas significan, puede que estemos distraídos cuando Yeshúa regrese.
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Tengamos en cuenta también que, la fiesta de Sucot finaliza después de 7 días, siendo el octavo día, un día de Shabat alto (o Shabatón)
Vayicrá (Levítico) 23:36
36 Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Yahweh; el octavo día tendréis convocación apartada.
Este día, es la culminación de las profecías, porque representa la vida de la novia con su marido después de las bodas, lo que es un simbolismo de la eternidad.
Hermanos, como dije anteriormente, el mayor propósito de las fiestas dadas por Yahweh, no es que pasemos un buen tiempo, sino valorar lo que Yahweh ha hecho y lo que hará por medio de Yeshúa. Y todo esto, nos debe hacer reflexionar en que, Yeshúa viene a buscar a una novia que, de verdad esté interesada en Él, demostrándole que valora la sangre que derramó por nosotros.
Una novia que se esfuerza por aplicar todo lo que nos enseñó, usando nuestras minas para que, cuando regrese nuestro Señor nos diga:
Matityahu (Mateo) 25:23
23 … Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Yeshúa, no viene a por una novia perezosa que, no esté trabajando en unidad para edificar Su reino para que Él Reine sobre nosotros.
Recuerda la mies es mucha y los obreros pocos. Oramos a Yahweh porque envíe obreros a Su mies.
Toda colaboración posible es valiosa para nuestro Rey, queremos que, a Su regreso nos encuentre trabajando unidos y en el Amor que Él nos dejó
Shabat Shalom
…
Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
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