¡Ni Derecha! ¡Ni Izquierda!
Yojanán Alef (1 Juan) 2:4-6
4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda Sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
5 pero el que guarda Su palabra, en éste verdaderamente el amor de Elohim se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en Él.
6 El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo.
Las Escrituras nos revelan que debemos ser coherentes con relación a lo que hacemos y decimos. Si no obedecemos lo que Elohim ha ordenado en Su palabra ¿Cómo podemos decir que le conocemos y que lo amamos?
También es importante que podamos tener claro lo que significa “andar con Él anduvo”, reconociendo que Yeshúa ofreció perdón a las personas, mientras se arrepintieran y dejaran el pecado, obedeciendo los mandamientos y no basado en sentimientos o pensamientos.
Y con esto en mente (por medio de esta presentación) quiero hacer un estudio de lo que significa realmente la obediencia.
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Shabat Shalom y bienvenidos a un nuevo estudio de la parashá semanal.
En esta ocasión tengo el gusto de presentarles un estudio donde les hablaré sobre la actitud correcta de aplicar las Escrituras en nuestras vidas.
Usando para esto la porción de la Torá encontrada en Devarim 3:23 – 7:11; conocida como parashá Vaetjanán וָאֶתְחַנַּן palabra que tiene como raíz la palara Janán que significa inclinarse, implorar, orar y suplicar (entre otras)
H2603 חָנַן Kjanán
Raíz primaria [Compárese con H2583]; propiamente doblar o inclinarse en bondad hacia un inferior; favorece, conceder; causativo implorar (i.e. mover a favor mediante petición): amigablemente, apiadar, -se, compadecer, -se, compasión, dar, favor, gemir, hacer merced, misericordia, mostrar, orar, pedir, piedad, rogar, suplicar.
El nombre: Vaetjanán, se le ha dado a esta parashá por causa de un pedido que Moshé le hizo a Yahweh, y podemos comprobarlo al inicio de esta porción que nos dice lo siguiente:
Devarim (Deuteronomio) 3:23-26
23 Y supliqué [וָאֶתְחַנַּן] a Yahweh en aquel tiempo, diciendo:
24 Adón Yahweh, Tú has comenzado a mostrar a Tu siervo Tu grandeza, y Tu mano poderosa; porque ¿qué Elohim hay en el cielo o en la tierra que haga obras y proezas como las Tuyas?
25 Pase ahora y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano.
26 Pero Yahweh se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Yahweh: Basta, no me hables más de este asunto.
Por medio de este pasaje, (y de algunos otros versos) podemos conocer que Yahweh no permitió que Moshé entrara a la tierra prometida.
Y para algunos puede parecer un hecho poco relevante, siendo que muchos otros murieron en el desierto y, aun así, hubo un remanente que si entró.
Pero teniendo en cuenta que, Moshé fue el hombre que Yahweh usó como Profeta, para anunciar las plagas al Faraón, y también El Profeta que Yahweh usó para trasmitir la Torá a Israel, siendo Moshé el hombre más manso de la tierra (como nos dicen las escrituras en Bamidbar 12:3)
Bamidbar (Números) 12:3
3 Y aquel varón Moshé era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.
Es importante que tengamos en cuenta que Moshé fue un gran ejemplo de servicio y obediencia; y que, aun así, Yahweh no dejó que entrara en Canaán, a causa de lo que, puede parecer un simple error que, cualquier de nosotros podría cometer bajo la misma presión que tuvo Moshé.
El error al que me refiero es, a lo relatado en Bamidbar 20; donde se nos revela que Moshé golpeó una roca para que brotase agua, siendo que Yahweh le ordenó únicamente que le hablara; y por esto el verso 12 (de Bamidbar 20) nos dice lo siguiente:
Bamidbar (Números) 20:12
12 Y Yahweh dijo a Moshé y a Aarón: Por cuanto no creísteis en Mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no entraran con la congregación a la tierra que les he dado.
Esto, ya nos indica la importancia de mantener (como suelen decir algunos) “un perfil bajo”. Lo que quiero decir con esto, es que, debemos aprender a ser humildes, reconociendo que somos seres muy limitados y sobre todo dependientes. Y con esto puedes surgir la pregunta ¿dependientes de que o de quién?
Bueno, en general, como humanos siempre dependemos de otros humanos, pero en especial somos dependientes de Yahweh; Aun aquellos que se niegan a servirle dependen de la Creación que Yahweh sustenta. Pero en especial, todos dependemos de la voluntad o permisividad divina; lo que debe hacernos entender que no podemos (o, mejor dicho) no debemos exigirle (o reclamarle) nada a Yahweh, y aprender que Su voluntad es siempre lo mejor.
Con esto en mente y con el ejemplo de Moshé, es importante entender que hay dos cosas relevantes para alinearlos con la voluntad de Elohim. Una de ellas es (como mencioné antes) la humildad para reconocer el poder de Yahweh; y la otra es gozarnos en hacer Su voluntad, para lo cual necesitamos que Él ponga de Su espíritu en nosotros.
Debemos entender que, lo contrario de la humildad es el orgullo, lo que, aunque parece que puede darnos felicidad, la verdad nos ocasiona un gran desgaste espiritual.
En el mundo, hay muchas personas que dicen tener fe y que, piensan que debemos reclamar las promesas que Yahweh ha dado a Su pueblo; sin embargo, esto es justamente lo opuesto de lo que nos enseñan las Escrituras.
Y es que aun, sin profundizar mucho, podemos verlo en un mensaje de nuestro Mesías:
Matityahu (Mateo) 11:29
29 Lleven Mi yugo sobre ustedes, y aprendan de Mí, que Soy manso y humilde de corazón; y hallaran descanso para sus almas;
Y el apóstol Santiago nos da una gran enseñanza también, diciendo lo siguiente:
Yaacob (Santiago) 4:15
15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Adón quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Volviendo a enfocarnos en la situación de Moshé, me parece relevante también, reconocer que fue una figura profética de nuestro Mesías; siendo que los dos trajeron libertad a Israel; Moshé, de la esclavitud de Egipto y Yeshúa, de la esclavitud del pecado. Incluso Moshé hizo referencia a Yeshúa en Devarim 18:15
Miremos:
Devarim (Deuteronomio) 18:15
15 Profeta [Yeshúa] de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Yahweh tu Elohim; a Él oiréis.
Y también es interesante ver como la muerte de Moshé (antes de entrar en la tierra prometida), representa el sacrificio de Yeshúa, siendo Josué el sucesor.
Y es que, el nombre de Josué (en hebreo) es algo muy simbólico, ya que es similar al nombre del Mesías, pero de una manera extendida; donde los dos tienen un significado de salvación o salvador.
Siendo que, Yehoshúa (o Yahoshúa) significa: salvado por Yahweh.
H3091 יְהוישׁוּעַ Yejoshúa
o יְהוישֻׁעַ Yejoshúa; de H3068 y H3467; salvado de Jehová; Jeoshúa (i.e. Josué), líder judío: Josué. Compárese con H1954, H3442.
Y Yeshúa significa Él salvará o salvador.
H3442 יֵשׁוּעַ Yeshúa
por H3091; él salvará; Jesúa, nombre de diez israelitas, también de lugar en Palestina: Jesúa.
Siendo que los dos nombres tienen como raíz la palabra Yasha que significa (entre otros) libre, estar seguro, salvar, salvador o salvación.
H3467 יָשַׁע Yasha
raíz primaria; propiamente estar abierto, ancho o libre, i.e. (por implicación) estar seguro; causativo liberar o socorrer: amparar, ayuda, ayudar, conservar, dar, defender, favorecer, guardador, guardar, libertador, librar, rescatar, salvar, salvador, salvación, socorro, vengar, victoria.
Básicamente podemos pensar que Josué, representa al Mesías después de la resurrección, siendo capaz de meter a Israel en la tierra prometida.
Por lo cual, la liberación del pecado fue el primer paso (por medio de Moshé), pero la introducción en la tierra prometida es el último, después de haber atravesado el desierto (simbolismo de nuestras pruebas en este mundo).
Y con todo esto en mente, me parece relevante reconocer la importancia de conocer los nombres en hebreo, ya que no se trata de un capricho de algunos que, se sienten importantes por hablar en otro idioma, sino porque guardan información que, de otra manera no llegamos a conocer.
Dicho esto, también es importante valorar que Moshé, después de haber obedecido al llamado de Yahweh, (sirviendo a Israel y enfrentando muchas situaciones difíciles con relación al pueblo que se oponía a lo que Yahweh ordenaba) y “No recibiendo el beneficio de entrar en la tierra prometida”; aun con eso, continuó alentando al pueblo a la obediencia de lo que Yahweh les había mandado.
Y podemos comprobarlo mientras continuamos con la parashá, iniciando en el capítulo 4.
Miremos:
Devarim (Deuteronomio) 4:1-2
1 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Yahweh el Elohim de vuestros padres os da.
2 No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los Mandamientos de Yahweh vuestro Elohim que yo os ordeno.
Poniendo nuestro enfoque en este último verso, quiero que notemos lo que se nos dice, y que en la actualidad muchos no están tomando en cuenta.
Aquí, nos dice que, “No” debemos añadir “Ni” disminuir de lo que Yahweh ordenó al pueblo por medio de Moshé. Esto es algo que (a grandes rasgos) podemos ver que no están cumpliendo la mayoría de las personas en el mundo; y en especial, podemos valorar las dos principales religiones que tienen como base la Torá.
Por un lado, tenemos al cristianismo que, han disminuido de la Torá, creyendo que solo debemos obedecer una parte de Ella; y, por otro lado, tenemos al judaísmo que, le han añadido a la Torá, siendo que algunos hombres de renombre han establecido leyes o mandamientos que consideran en muchos casos, más importantes que la Torá.
Por esta razón es que (justamente) Yeshúa cuestionaba a los fariseos, al contrario de lo que muchos cristianos creen, pensando que Yeshúa (y también el apóstol Shaúl) cuestionaban la obediencia a la Torá ,dada por Yahweh.
Recordemos que Yeshúa dijo:
Matityahu (Mateo) 5:17
17 No penséis que vine para anular la Torá o los profetas; no he venido para anular, sino para cumplir.
Y el apóstol Shaúl, en romanos 7:12 dijo lo siguiente:
Romim (Romanos) 7:12
12 De manera que la Torá a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
Con esto, debemos entender que, el pensamiento cristiano, que enseña que, no debemos obedecer la Ley porque no estamos bajo la Ley, es una muy mala interpretación de la Escritura.
Como he mencionado recientemente, estar bajo la Ley no significa obedecerla, sino estar condenado por la Ley.
Ahora, siguiendo con el texto de la parashá, podemos encontrar otro mensaje bastante revelador en el verso 6, que nos dice así:
Devarim (Deuteronomio) 4:6
6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
Cuando leo pasajes como este, no puedo dejar de pensar en cómo se ha distorsionado el mensaje bíblico a través del cristianismo.
Donde se ha hecho creer a las personas que, la Torá es una especie de maldición o una carga pesada de llevar; sin embargo, en el verso anterior pudimos comprobar que la Torá conlleva sabiduría, porque el que vive bajo sus enseñanzas es sabio y entendido.
Y para reforzar este mensaje, podemos ver lo que nos dice Salmos 1.
Tehilim (Salmos) 1:1-2
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la Torá de Yahweh está su delicia, Y en Su Torá medita de día y de noche.
Además de lo que hemos visto hasta aquí, podemos ver que obedecer la Torá conlleva bendición; y entender que Yahweh la dio al pueblo – no por capricho o para probar al pueblo – sino porque realmente es para el beneficio del pueblo.
Por ejemplo, miremos el verso 40 que nos dice así:
Devarim (Deuteronomio) 4:40
40 Y guarda Sus estatutos y Sus mandamientos [Torá], los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Yahweh tu Elohim te da para siempre.
Muchos creyentes en la cristiandad acostumbran a pensar y decir que la Torá (más conocida como Ley) no es para ellos, sino solo para los judíos, demostrando que no han escudriñado bien las Escrituras; porque no hay ningún pasaje que afirme tal cosa.
Lo que las Escrituras mencionan es que Yahweh rechazó a Judá, (de la misma manera que rechazó a Efraím), con el propósito de mostrarles lo mal que nos va lejos de nuestro Creador.
Es importante que todos entiendan que, ni Yeshúa ni los apóstoles enseñaron a desobedecer la Torá, pero mismo que algún apóstol lo enseñara, no deberíamos creerlo, porque estaría en contra de lo que Yahweh ya estableció por medio de Moshé.
Y para reforzar el mensaje del verso anterior, podemos ver algunos versos más, que dicen prácticamente lo mismo.
Por ejemplo; Devarim 5:29
Devarim (Deuteronomio) 5:29
29 ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que Me temiesen y guardasen todos los días todos Mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
También podríamos leer Devarim 6:17-18 y Devarim 6:24-25 donde se le vuelve a decir al pueblo que guarden la Torá para que les vaya bien.
Y otro pasaje que, menciona lo mismo y quiero resaltar, es el siguiente:
Devarim (Deuteronomio) 5:32-33
32 Mirad, pues, que hagáis como Yahweh vuestro Elohim os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra.
33 Andad en todo el camino que Yahweh vuestro Elohim os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.
En este último pasaje, volvimos a ver el mensaje de que, obedecer la Torá hace que, al pueblo le vaya bien; pero debemos hacerlo como nos dice 1ª a Timoteo 1:8
Timoteus Alef (1 Timoteo) 1:8
8 Pero sabemos que la Torá es buena, si uno la usa legítimamente.
Y también vimos que se dice que, no debemos apartarnos a diestra ni a siniestra; o dicho de manera más clara, que no nos apartemos ni a la derecha ni a la izquierda.
Esto es bastante interesante, sobre todo cuando pensamos en lo que dijo Yeshúa en Mateo 7, usando una analogía de caminos y puertas.
Miremos:
Matityahu (Mateo) 7:13-14
13 Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Con esto en mente, muchos pueden pensar erróneamente que, en todos los casos solo hay dos opciones; pero como vimos antes, se nos dice que no nos apartemos ni a la derecha ni a la izquierda, lo que nos indica que debemos mantenernos en el camino que nos enseña la Torá, dándonos como resultado 3 opciones en este caso; Mantenernos en el camino que nos indica la Torá, desviarnos a la izquierda, o desviarnos a la derecha.
Y con esto en mente, podemos ver que, el desviarnos a la derecha o a la izquierda puede estar relacionado con varias cosas que vamos a ver a continuación.
En un contexto político, es habitual asociar a la izquierda con personas que tienen un pensamiento que hoy día conocemos como “buenista”. Este pensamiento está fundamentado en las emociones, o en la idealización de los derechos de las personas, reduciendo a lo mínimo los deberes y fomentando la práctica de los pecados que promueven el placer con poco o ningún esfuerzo.
Esta es una ideología humanista que, en muchos casos niega la existencia de un Creador, y que, en el mejor de los casos, cree que Elohim solo desea nuestra felicidad sin exigirnos nada.
Y, por otro lado, asociamos a la derecha, con personas que tienen un pensamiento rígido, donde se promueve por encima de todo, la meritocracia y la competencia, dejando de lado (en muchos casos) la empatía y la colaboración; lo que alimenta el egoísmo y la avaricia en muchas personas.
Siendo al mismo tiempo que, (en muchos casos) reconocen la existencia de un Creador que nos colocó en este mundo, para mejorarlo por nuestros propios medios, basados en el esfuerzo personal y la ciencia.
Ahora, cambiando el enfoque; cuando pasamos de lo político a lo religioso, podemos asociar a la izquierda con aquellos que idealizan la vida de un creyente; con muchos pensamientos lindos sobre vivir mejor, con poco esfuerzo y poca disciplina.
Donde predomina la tolerancia, aun con relación a las personas que viven en pecado, sin tomar en cuenta lo dicho por el apóstol Yaacob
Yaacob (Santiago) 4:4
4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Elohim? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Elohim.
Y, por otro lado, podemos asociar a la derecha con aquellos que piensan que, nuestra salvación depende exclusivamente de lo que hacemos; es decir, que lo que importa es que vivamos correctamente, pensando que con esto podemos ganarnos la entrada al Reino de los Cielos.
Sin reconocer nuestras limitaciones, para ser hallados dignos conforme nos dice Efesios 2:8
Efesim (Efesios) 2:8
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Elohim.
Con todo lo visto hasta aquí, podemos notar una gran semejanza de la izquierda con el cristianismo y de la derecha con el judaísmo. Siendo que, el cristianismo (de manera muy generalizada) no contempla, el esfuerzo y la obediencia de la Torá. Y el judaísmo en general, no contempla la necesidad de la redención, por medio de la gracia a través del sacrificio de Yeshúa.
Con esto, creo que es relevante pensar que, cada uno de nosotros tiene estos dos lados. Cada uno de nosotros tenemos un lado más emocional y uno más moral y práctico; lo que me hace pensar que, no se trata de eliminarlos de nuestras vidas; mas de buscar el punto central, donde se encuentra el camino angosto que, nos lleva a la puerta estrecha que nos da acceso a la vida Eterna.
Actualmente, hay muchos que comienzan a entender que, el cristianismo surgió de las diez tribus que formaron el reino del norte (también conocido como la casa de Efraím) y que los judíos surgieron del reino del Sur; lo que ocasionó que en nuestros días existan estas dos religiones principales basadas en la Torá.
Lamentablemente, con el paso del tiempo, los judíos se orientaron hacia la derecha y los cristianos hacia la izquierda; sin comprender que necesitamos avanzar sin desviarnos; es decir, obedeciendo lo establecido por Yahweh, reconociendo que la Torá nos lleva a vivir con justicia, pero entendiendo también la necesidad de que Yeshúa haya pagado por nuestros pecados, por los cuales no podemos hacer expiación nosotros mismos.
Ahora, creo que puede ser muy interesante analizar algunos pasajes de la carta del apóstol Yaacob.
Por ejemplo, miremos un pasaje que muchos usan para no obedecer la Torá.
Yaacob (Santiago) 2:8-10
8 Si es cierto que cumplís la verdadera Torá, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la Torá como transgresores.
10 Porque cualquiera que guardare toda la Torá, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.
Muchas personas dicen que, no obedecen la Torá porque no pueden cumplirla toda, usando como pretexto el pasaje anterior, dando a entender que, sino puedes cumplirla perfectamente no la cumplas.
Esto es algo que, aunque por encima, parece tener sentido, en realidad no lo tiene; porque esto es similar a pensar que, como cualquiera de nosotros hemos mentido alguna vez, entonces ya no importaría si robamos o matamos. Entiendo que mi ejemplo es algo extremo, pero la lógica es la misma.
El hecho de que, yo no consiga cumplir la Torá perfectamente, no quiere decir que no lo intente.
Lo fundamental es entender que, no podemos ser salvos por cumplir la Torá, siendo que ya hemos pecado y por lo tanto somos culpables; Pero, (y aquí radica la importancia del mensaje) si fuimos perdonados por el sacrificio de Yeshúa, porque vamos a seguir infringiendo la Torá voluntariamente, en vez de esforzarnos por aplicarla lo mejor posible.
Porque también sabemos que no somos perfectos, mas Yeshúa dijo también:
Matityahu (Mateo) 5:48
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Necesitamos entender que, debemos ser misericordiosos; pero, muchos no entienden que, la Torá contempla la misericordia continuamente; y no lo saben porque no se han molestado en estudiarla.
Además, en el mismo capitulo 2 de la carta del apóstol Yaacob, con el enfoque en la Tora, dice lo siguiente:
Yaacob (Santiago) 2:14-17
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Muchos han escuchado este pasaje, pero pocos son lo que lo quieren aplicar realmente.
Como vimos antes, Yahweh ordenó a no desviarse a la izquierda o a la derecha, lo que podríamos interpretar como: no desviarnos a la gracia sin Ley, o a la inversa; la Ley sin la gracia.
Con este estudio podemos notar que, el camino amplio y espacioso que lleva a la perdición puede ser encontrado a cada lado del camino correcto.
Uno, nos lleva a creer que, no es necesario hacer nada con relación a nuestra fe, como si solo se tratase de un pensamiento; y el otro nos lleva a confiar únicamente en nosotros mismos, alimentando el orgullo, pensando que tenemos la capacidad de salvarnos a nosotros mismos o inclusive que; no necesitamos ser salvados de nada.
Hermanos, como ya dijo Yeshúa (y leímos antes); el camino que lleva a la vida es angosto y estrecho, lo que nos revela que, no es un camino cómodo ni fácil de encontrar.
¡En realidad, es un camino que podemos andar con gozo gracias al Espíritu que Yahweh coloca en nosotros!; pero no es para tener una vida placentera conforme lo entiende el mundo; sino una vida que, busca darle la verdadera gloria a Yahweh por medio de la sujeción y la obediencia de la Torá, confiando que, no son nuestras obras la que nos salvan, sino la sangre de Yeshúa.
Por esta razón, en Israel Nazareno, estamos trabajando para formar comunidades donde se practique y se guarde la Torá (que Yahweh le dio a Moshé) y queremos invitarte a que te unas a nosotros en esta labor.
Cada uno de nosotros tiene dones; y cualquier aportación por pequeña que sea, es de mucha bendición.
Así como los mares están formados por pequeñas gotas que en su conjunto forman los océanos, pero sin ninguna de esas gotas los océanos existirían, de la misma manera cada aporte o contribución en su conjunto pueden hacer una gran diferencia.
Shabat Shalom.
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Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí
