¿Suerte o Propósito?
Matityahu (Mateo) 10:27-28
27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero el alma no puede matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
En este pasaje, Yeshúa nos enseña que debemos estar principalmente enfocados en el poder de Yahweh y muy poco en cualquier otro poder (sea humano o espiritual) ya que todo poder que tengan otros seres, es limitado por Yahweh.
Y muchas de las personas que se identifican como creyentes, piensan que cuando aceptamos al Mesías en nuestro corazón, automáticamente pasamos a estar protegidos para que nada malo nos suceda, sin embargo, no es así como funciona, y lo sabemos por experiencia, pero principalmente porque las Escrituras enseñan lo contrario.
Por esto, queremos que puedas entender a través de esta presentación que, el poder de Yahweh no está enfocado en librarnos de dificultades sino, en que reconozcamos Su poder a través (tanto) de las bendiciones recibidas como de las pruebas por las cuales pasamos.
En este estudio vamos a hablar de la segunda porción del libro de Shemot que se encuentra en Shemot 6:2 – 9.
Esta porción es conocida como Parashá Vaerá que puede ser traducida como “Me aparecí” o “Me mostré” en referencia a lo dicho por Yahweh en el capítulo 6 verso 3 de Shemot, que nos dice así:
Shemot (Éxodo) 6:3
3 Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Yaacob como Elohim Omnipotente, pero en Mi nombre YAHWEH no Me di a conocer a ellos.
Yahweh se da a conocer
En este verso comprobamos una vez más, uno de los puntos más relevantes del estudio de la semana pasada, donde vimos que nuestro Elohim se le manifestó a Moshé, a través del fuego que ardía en una zarza, y por medio de un dialogo que tuvieron, le reveló cuál es Su nombre.
Y en el transcurso de esta porción encontramos que, Yahweh le ordenó a Moshé que hablara al Faraón, para dejar libre al pueblo de Israel para que el pueblo pudiera servir a Yahweh.
Shemot (Éxodo) 6:10-11
10 Y habló Yahweh a Moshé, diciendo:
11 Entra y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.
Propósitos
Cuando analizamos la situación del pueblo de Israel que (se estableció en Egipto por los 7 años de escasez en el pasado), podemos encontrar que Yahweh tenía varios propósitos.
Yahweh forzó a los hijos de Israel a mantenerse juntos, no solo por la necesidad de mantenerse en Egipto (por la falta de comida), sino también por padecer juntos la esclavitud.
400 años después
Y por medio del sufrimiento ocasionado por la esclavitud clamaron a Yahweh, (en el tiempo profetizado a Abram).
Bereshit (Génesis) 15:13-14
13 Entonces Yahweh dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena [Egipto], y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.
14 Pero también a la nación a la cual servirán, juzgaré Yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.
Por esto podemos entender que, otro de los propósitos era que el pueblo reconociera que, Yahweh está en control de todo, y que es necesario que dependamos de Él.
Y solo clamando a Yahweh podrían ser librados de la aflicción de Egipto; (Lo que sucedió solo después de los 400 años profetizados a Abram).
Y otro de los propósitos era que, el resto de los pueblos conociera la existencia y el poder de Yahweh, incluyendo al pueblo egipcio que, por medio de las plagas, la apertura del mar rojo y el sustento del pueblo en el desierto durante 40 años (entre otras manifestaciones), haría que Su fama se extendiera por la tierra.
Y para que las plagas se llevasen a cabo, el Faraón debería resistir al pedido de Yahweh por medio de Moshé, por esto el orgullo del Faraón debería mantenerse alto; y por esta razón Yahweh le dijo a Moshé lo siguiente:
Shemot (Éxodo) 7:3-5
3 Y Yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto Mis señales y Mis maravillas.
4 Y Faraón no os oirá; pero Yo pondré Mi mano sobre Egipto, y sacaré a Mis ejércitos, Mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.
5 Y sabrán los egipcios que Yo soy Yahweh, cuando extienda Mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.
Algo que debemos notar es que Yahweh no muestra Su poder sin propósito.
Muchos de los que niegan la existencia de un Creador, argumentan que nunca lo han visto, como si el Creador tuviera la obligación de manifestarse.
Pero las Escrituras nos revelan que Yahweh es Espiritu y solo los humildes pueden conocerlo.
Yaacob (Santiago) 4:6-8
6 … Por esto dice: Elohim resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
7 Someteos, pues, a Elohim; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
8 Acercaos a Elohim, y Él se acercará a vosotros.
Yojanán (Juan) 4:24
24 Elohim es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad [la Ley] es necesario que adoren.
Puede que para algunos no haga sentido lo que estoy diciendo; ya que antes mencioné que, uno de los propósitos de Yahweh era darse a conocer, (no solo a Israel sino al resto de los pueblos); y ahora digo que solo los humildes pueden conocerlo.
Por lo que considero importante aclarar la diferencia entre las dos situaciones.
Y es que cuando hablamos de conocer a alguien, podríamos referirnos a dos cosas distintas dependiendo del enfoque.
Y una forma fácil de entenderlo es la diferencia entre el conocer a alguien con quien te relacionas a menudo, como un amigo, un familiar o un compañero de trabajo, y el conocer a alguien famoso que has visto por algún medio de comunicación, como un político o un artista.
Como mencioné antes, muchos dicen no creer en la existencia de un Creador, pero también hay muchísimas personas que dicen creer, y la única manera razonable de creer en alguien es conociéndole, por lo que, todo aquel que dice creer en nuestro Creador, está intrínsecamente diciendo que le conoce.
Y es que, aunque algunos puedan creer que la fe, es creer en lo que no se conoce, eso es contrario a las Escrituras, porque necesitamos creer lo que no vemos, pero eso es diferente a creer lo que no conocemos.
Lo que quiero resaltar con este asunto, es que hay una gran diferencia entre el conocimiento de algo o de alguien de manera directa, a conocerlo de manera indirecta, por medio de lo que nos han dicho.
Y otro ejemplo del conocimiento de alguien de forma indirecta es por medio de algo que haya hecho.
Como un artista que es conocido por sus obras de arte o un actor por sus películas.
Pero como mencioné anteriormente, las manifestaciones de Yahweh no son para exhibición, o para entretenimiento de los incrédulos, y podemos comprobarlo con las palabras de Yeshúa en Matityahu 12
Matityahu (Mateo) 12:38-39
38 Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
39 Él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.
Aquí vemos que Yeshúa menciona lo sucedido con Jonás que estuvo en el vientre de un gran pez, haciendo un paralelismo con los 3 días y 3 noches que nuestro Mesías estaría muerto.
Lo que nos indica que Yeshúa se estaba refiriendo a la señal que representaría Su sacrificio por medio del cual Él mismo pagaría por nuestros pecados.
Con las plagas que encontramos en esta parashá, sabemos que Yahweh demostró Su poder al pueblo de Egipto, sin embargo, el propósito no era entretener a los egipcios o a cualquier otro pueblo, sino castigar su maldad, con la posibilidad de que se arrepintieran, algo que algunos hicieron y se juntaron al pueblo de Israel en su travesía por el desierto.
Como veremos en la siguiente parashá en el capítulo 12
Shemot (Éxodo) 12:37-38
37 Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.
38 También subió con ellos grande multitud de toda clase de gentes, y ovejas, y muchísimo ganado.
Entonces, aunque el propósito principal para cada pueblo era distinto, (ya que uno, era para castigo y el otro para libertad) el propósito fundamental era el mismo; y se trata del arrepentimiento, por la falta de reconocer y adorar al único y verdadero Elohim, que tiene todo el poder para dar vida y para destruirla.
Un mensaje fundamental de las Escrituras es el arrepentimiento, sin embargo, muchos no lo están enfocando correctamente, pensando que Yahweh solo quiere que nos acerquemos a Él para beneficiarnos de Sus bendiciones, pero sin entender que no somos dignos, y que no se trata de buscar bendiciones, más si de obedecer Sus instrucciones y darle la gloria sirviéndole.
Yahweh no es el genio de la lámpara que nos muestran en algunas películas o caricaturas
Josué, David y Sansón
A muchos les gustan las historia de Josué y de David, porque fueron hombres valientes y fueron reconocidos por el pueblo por liderar batallas y vencerlas.
Pero muchos no están tomando en cuenta realmente cuanto David y Josué se sujetaban a las instrucciones de Yahweh.
Y como contraste, podemos meditar en la vida de Sansón que fue también un hombre muy valiente, pero que gran parte de su tiempo lo desperdició, por no sujetarse al propósito que Yahweh le dio.
Sansón fue escogido para librar a Israel de la opresión de los filisteos, pero parecía estar más enfocado en las mujeres que en la necesidad de su pueblo.
Shoftim (Jueces) 16:1
1 Fue Sansón a Gaza, y vio allí a una mujer ramera, y se llegó a ella.
Shoftim (Jueces) 16:4
4 Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer [filistea] en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.
Y esta situación lo llevo a que Yahweh se alejara de él, y que Sansón fuera capturado por los filisteos, teniendo que arrepentirse y dar su vida para acabar con un gran número de filisteos.
Lo que nos muestra que Sansón al final de su vida, decidió servir a su pueblo, pero por no haberse sujetado antes, tuvo que perder la vida mientras mató a muchos de los enemigos de Israel.
Shoftim (Jueces) 16:30
30 Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida.
Un verdadero Israelita
Muchos quieren pertenecer al pueblo de Yahweh, lamentablemente también son muchos los que no quieren obedecer las instrucciones que Él mandó.
Cuando escudriñamos las Escrituras vemos repetidas veces que el pueblo se desviaba del camino que Yahweh había indicado a través de Sus instrucciones, por esto repetidamente Yahweh mandaba a algún profeta a decirle al pueblo que se arrepintieran de sus pecados y se volvieran a Él en obediencia y adoración.
Pero a lo largo de la historia, así como en la actualidad, muchos por su soberbia, se creen lo suficientemente buenos o dignos de pertenecer al pueblo de Elohim, sin buscarle de corazón y con humildad, con el claro propósito de obedecerle.
Y por esto muchos de los verdaderos profetas no eran tomados en serio, sino por el contrario eran rechazados y en muchos casos hasta procuraban su muerte.
Un verdadero profeta
Y un claro ejemplo de esto fue lo sucedido con el profeta Yirmeyahu que, en tiempo del reinado de Sedequías profetizó lo siguiente:
Yirmeyahu (Jeremías) 38:2-4
2 Así ha dicho Yahweh: El que se quedare en esta ciudad morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; pero el que se pasare a los caldeos vivirá, pues su vida le será por botín, y vivirá.
3 Así ha dicho Yahweh: De cierto será entregada esta ciudad en manos del ejército del rey de Babilonia, y la tomará.
4 Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal.
Cuando leemos las Escrituras, puede parecernos sorprendente la soberbia de algunos lideres que rechazaban las palabras de los siervos de Elohim, y por si fuera poco muchas veces también los torturaban o mataban.
Yirmeyahu (Jeremías) 38:6
6 Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno.
En nuestros días, en muchos lugares parece que, el ser profeta es algo que, les da prestigio a las personas, y justo ese pensamiento era el que, les daban a los falsos profetas que, solo buscaban declararle a los demás lo que querían escuchar para agradarles.
Algo similar a la doctrina de la prosperidad que existe actualmente.
Donde confunden adivinación o augurio con profecía, donde los pseudo-profetas les prometen a las personas abundancia, y no hablan de obediencia a Yahweh, ni de arrepentimiento genuino y tampoco de la necesidad de morir a los deseos de la carne.
El propósito de Yahweh de librar a Su pueblo (como mencioné antes) no es para que Su pueblo viva como mejor le parezca, porque el ser humano no sabe lo que es mejor para sí mismo.
Yahweh libra a Su pueblo, cuando Su pueblo se vuelve a Él y le obedece. Ese es el propósito principal.
Y como el pueblo no estaba en obediencia, Yahweh declaró a través de Yirmeyahu que el pueblo sería llevado cautivo por los babilonios.
La verdadera libertad
Algunos suelen pensar que, todo esto cambió con la venida del Mesías al mundo, y que ahora, como nuestro Mesías ya pagó por nuestros pecados, lo que necesitamos es creer y disfrutar de la libertad que nos ofrece el sacrificio de Yeshúa.
Y es que el mismo Yeshúa leyendo una porción del capítulo 61 de Yeshayahu (o Isaías) dijo lo siguiente:
Lucas 4:18
18 “El Espíritu de Yahweh está sobre Mí, porque Me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres; Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón, a proclamar libertad a los cautivos y sanar la vista a los ciegos, para devolver la libertad a los oprimidos;
Inclusive Shaúl en Gálatas 2, también nos habla de la libertad.
Galatim (Gálatas) 2:4-5
4 Esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Yeshúa, para reducirnos a esclavitud,
5 a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.
Y en Gálatas 5 insiste en la libertad que Yeshúa nos da:
Galatim (Gálatas) 5:1
1 Esten, pues, firmes en la libertad con que El Mesías nos hizo libres, y no estén otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Sin embargo, he podido notar como muchos no están entendiendo que esa libertad, no significa que podamos escoger lo que nos apetece, o elegir nuestros propios caminos y metas, sino que se refiere a la libertad del pecado el cual nos tenía cautivos.
Tengamos en cuenta lo que el apóstol Kefa escribió:
Kefa Alef (1 Pedro) 2:15-16
15 Porque esta es la voluntad de Elohim: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;
16 como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Elohim.
Hermanos, cuando leemos el libro de los hechos y las epístolas, podemos comprobar que la libertad de los discípulos no era para nada como nos la muestran en la actualidad.
Ellos sufrieron persecución, pero demostraron que ya no estaban dominados por el pecado, sino que justamente la libertad de la que se habla en el nuevo pacto es la esclavitud en el Mesías, porque el propio Yeshúa dijo como deberíamos pensar:
Lucas 17:10
10 Así también vosotros, cuando hayan hecho todo lo que les ha sido ordenado, digan: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
En el libro de hebreos se nos habla de las pruebas de la fe, donde podemos ver que la fe, no consiste en poner la mirada en los beneficios de pertenecer al pueblo escogido, sino que, consiste en poner la mirada en las cosas de Yahweh, muchas veces con esfuerzo y sacrificio donde nuestra fe es puesta a prueba.
Ivrim (Hebreos) 11:24-27
24 Por la fe Moshé, hecho ya grande, rehusó llamarse [príncipe] hijo de la hija de Faraón,
25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Elohim, que gozar de los deleites temporales del pecado,
26 teniendo por mayores riquezas el vituperio del Mesías que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
Cuantas veces hemos cuestionado las situaciones por las que pasamos, quejándonos y preguntándonos; ¿Por qué nos suceden estas cosas? ¿Por qué a mí? Pensando tal vez que tenemos mala suerte o que estamos pagando por las injusticias de otros.
Yahweh es el que permite toda tribulación o prueba en nuestras vidas.
El desea bendecirnos, pero, antes que nada, desea que tengamos el carácter correcto reconociendo quien es Él.
Hermanos, entendemos bien, que a nadie le agrada sufrir, y Yahweh tampoco se agrada con nuestro sufrimiento, pero hay algo muchísimo más importante que todas las dificultades de esta vida, “LA ETERNIDAD”.
Y no estoy insinuando que por tener la mirada puesta en la eternidad y en el Reino de los Cielos, el sufrimiento de esta vida será algo fácil, pero debemos tener la seguridad que, si realmente estamos entendiendo el sacrificio de Yeshúa y lo que sufrió por nosotros, y ponemos nuestro destino y nuestras vidas en las manos del Padre para servirle, Él nos dará lo que necesitamos para poder afrontar todas las pruebas y cumplir con el propósito que Él determinó en nuestras vidas.
Es momento de tomarse en serio nuestro llamado.
Shabat Shalom.
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Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí