Dejando de Ser Inmundos
Vayicrá (Levítico) 15:31-33
31 Así apartaréis de sus impurezas a los hijos de Israel, a fin de que no mueran por sus impurezas por haber contaminado Mi tabernáculo que está entre ellos.
32 Esta es la Torá para el que tiene flujo, y para el que tiene emisión de semen, viniendo a ser inmundo a causa de ello;
33 y para la que padece su costumbre, y para el que tuviere flujo, sea varón o mujer, y para el hombre que durmiere con mujer inmunda.
Cuando leemos en las Escrituras que algo es inmundo o impuro, creo que la mayoría de las personas piensan en un estado espiritual, es decir, que cuando alguien está o es inmundo, es porque no tiene las condiciones necesarias para acercarse a las cosas santas, como un Tabernáculo o un Templo, que representan un lugar sagrado de adoración.
Y en esta presentación vamos a ver como el estar inmundo es algo que evidentemente nos afecta espiritualmente, y además físicamente.
..
Shabat Shalom y bienvenidos nuevamente al estudio de la parashá semanal.
En esta oportunidad analizaremos la porción de la Torá que encontramos en el libro de Vayicrá: 12-15, donde veremos dos parashiot juntas. Estas parashiot son conocidas por los nombres: “Tazría” y “Metzorá”
“תַּזְרִיעַ” (Tazría) es una palabra hebrea que deriva de la palabra “זָרַע” (Tzará), que significa “sembrar” o “concebir“.
Y
“מְּצֹרָע” (Metzorá) es una palabra hebrea que se refiere a una persona afectada por “צרעת” (Tzarát), palabra que describe una condición que se traduce comúnmente como “lepra” pero, es importante aclarar que no se refiere necesariamente a la lepra como la conocemos hoy, sino a una condición de la piel cuando tiene alguna infección.
En estas dos parashiot – por extraño que parezca – Yahweh nos enseña que todo lo relacionado con la concepción de una nueva vida y “la lepra” (o “Tzarát”) son situaciones que hacen que las personas se vuelvan inmundas (por lo menos por algún tiempo).
Con relación a la “Tazría”, (es decir, a la concepción de la vida) veremos que el pasaje no se limita a hablarnos de la acción de dar a luz, sino que también nos habla de los aspectos relacionados con la reproducción de los seres humanos. Es decir, con la sexualidad.
Lo que quiero decir con esto, es que el texto además de mencionar que una mujer se vuelve inmunda (por varios días) después de dar a luz, también nos dice que cualquier mujer que tenga flujo de sangre y cualquier hombre que tenga flujo de semen se vuelve inmundo – solo por algún tiempo, siempre y cuando se purifiquen como Yahweh lo ordena.
Sobre la acción de dar a luz, en el capítulo 12, se nos dice lo siguiente:
Vayicrá (Levítico) 12:2-5
2 Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda.
3 Y al octavo día se circuncidará al niño.
4 Pero ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación.
5 Y si diere a luz hija, será inmunda dos semanas, conforme a su impureza, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre.
Como podemos ver, las Escrituras nos revelan que después de dar a luz, las mujeres tienen un periodo de purificación que varía, según, si ha dado a luz un niño o si ha dado a luz una niña.
La razón de por qué, el periodo de purificación es distinto dependiendo del sexo de la criatura, no es mencionado. Podemos pensar que las hembras tienen una condición diferente por causa de que Eva fue engañada por la serpiente, o podría ser porque la niña tiene en su genética la posibilidad de dar a luz nuevamente en el futuro. Pienso que no podemos afirmar nada, solo suponer; y principalmente obedecer lo que Yahweh ordena.
A continuación, el texto menciona algunos sacrificios que la mujer debería presentar después de los días de su purificación. Luego en los capítulos 13 y 14 se encuentra todo lo relacionado con la Tzarát (lepra o algo similar), de lo que hablaremos más adelante.
Pero antes, pasemos al capítulo 15, donde podemos ver lo que Yahweh nos dice a causa de los flujos del cuerpo, relacionados con la sexualidad.
Vayicrá (Levítico) 15:1-3
1 Habló Yahweh a Moshé y a Aarón, diciendo:
2 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier varón, cuando tuviere flujo de semen, será inmundo.
3 Y esta será su inmundicia en su flujo: sea que su cuerpo destiló a causa de su flujo, o que deje de destilar a causa de su flujo, él será inmundo.
Aquí comprobamos lo mencionado anteriormente, donde comenté que, tanto el hombre como la mujer se vuelven inmundos a causa de los flujos corporales que generen a causa de su sexualidad. Además, el texto nos dice que cualquier cosa que (el hombre inmundo o la mujer inmunda) tocaren, (aun en aquellos lugares donde se sienten o se acuesten), también se vuelven inmundos.
Vayicrá (Levítico) 15:19-21
19 Cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche.
20 Todo aquello sobre que ella se acostare mientras estuviere inmunda, será inmundo; también todo aquello sobre que se sentare será inmundo.
21 Y cualquiera que tocare su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche.
En estos casos (al igual que en el capítulo 12) la persona inmunda, después de su tiempo de purificación debía presentar sacrificios.
El texto nos dice que, al octavo día, (tanto la mujer como el hombre que hayan tenido flujos), deberían llevar al sacerdote dos tórtolas o dos palominos para presentarlos a Yahweh, uno para ofrenda por el pecado, y el otro para holocausto.
Vayicrá (Levítico) 15:14-1
14 Y el octavo día tomará dos tórtolas o dos palominos, y vendrá delante de Yahweh a la puerta del tabernáculo, y los dará al sacerdote;
15 y el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado, y del otro holocausto; y el sacerdote le purificará de su flujo delante de Yahweh.Vayicrá (Levítico) 15:29-30
29 Y el octavo día tomará consigo dos tórtolas o dos palominos, y los traerá al sacerdote, a la puerta del tabernáculo;
30 y el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado, y del otro holocausto; y la purificará el sacerdote delante de Yahweh del flujo de su impureza.
Ahora que hemos visto que, tanto el hombre como la mujer quedan inmundos, al tener flujos (de sangre o de semen respectivamente), y la mujer después del parto; miremos lo que el texto nos dice con relación a la lepra.
Vayicrá (Levítico) 13:2-3
2 Cuando el hombre tuviere en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su cuerpo como llaga de lepra [Tzarát], será traído a Aarón el sacerdote o a uno de sus hijos los sacerdotes.
3 Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le declarará inmundo.
Como podemos ver en este pasaje, cuando alguna persona tenía alguna manifestación de lepra (o alguna enfermedad en la piel similar), debería ser visto por un sacerdote, para que el sacerdote valorara el estado de la persona, y decidir si lo declaraba inmundo o limpio.
Sin embargo, ni siempre el sacerdote tendría una respuesta definitiva, habiendo casos donde la persona debía ser encerrada, con el propósito de evitar riesgos de contagiar a otras personas.
Yahweh dio una serie de indicaciones, para que el sacerdote pudiera comprobar los casos, en donde la persona con llagas en la piel, tuviera una infección que se estuviera extendiendo, o si por el contrario los síntomas de la enfermedad estaban disminuyendo, revelando de esta manera que la infección estaba desapareciendo.
Pero ni siempre estaba claro, por lo cual había que tomar precauciones y esperar durante una semana.
Vayicrá (Levítico) 13:4
4 Si en la piel de su cuerpo hubiere mancha blanca, pero que no pareciere más profunda que la piel, ni el pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días.
Y mientras continuamos leyendo el resto del capítulo, podemos ver que, el texto nos revela que, la condición de inmundicia no era aplicada solamente para las personas, sino también para algunos vestidos, los cuales (según la evaluación del sacerdote) podrían o deberían ser quemados.
Y cuando leemos el capítulo 14, podemos notar que podríamos dividir el texto en dos partes, en la primera parte encontramos que Yahweh da indicaciones de como debían hacerse los sacrificios por las personas que se habrían sanado o purificado de la lepra [Tzarát].
Y en la segunda parte, Yahweh nos revela la posibilidad de que las casas también sean inmundas.
Vayicrá (Levítico) 14:34-36
34 Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, la cual Yo os doy en posesión, si pusiere Yo plaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión,
35 vendrá aquel de quien fuere la casa y dará aviso al sacerdote, diciendo: Algo como plaga ha aparecido en mi casa.
36 Entonces el sacerdote mandará desocupar la casa antes que entre a mirar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que estuviere en la casa; y después el sacerdote entrará a examinarla.
Como podemos notar en el pasaje, aun las casas pueden ser infectadas, lo que nos revela que realmente la palabra Tzarát, no es propiamente un sinónimo de lepra. En este caso, podemos pensar que se está refiriendo a algún hongo en las paredes.
En estos casos, el sacerdote debería revisar el estado de las paredes, y según las indicaciones de las Escrituras, (dependiendo del estado de la casa), deberían desocuparla por siete días.
Si la plaga desaparecía (pasando los siete días) podían regresar a habitarla, pero en caso contrario, deberían quitar la zona afectada y reconstruirla, y después de esto, si la plaga volviera a brotar, el sacerdote declararía la casa inmunda y debería ser destruida por completo.
Ahora, algo que me parece importante resaltar, es lo que leímos en el verso 34, donde Yahweh dice:
Vayicrá (Levítico) 14:34
34 … Si pusiere Yo plaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión.
Y es que esto sirve para recordarnos que, Yahweh tiene el control de todo. Él es el que determina si alguien vive o si alguien muere, si alguien se enferma o si alguien es sanado. Lo que no nos exime de responsabilidades, porque Él nos revela los motivos por los cuales recibimos bendiciones o maldiciones.
Lo que podemos ver en Devarim 28
Devarim (Deuteronomio) 28:8-9
8 Yahweh te enviará Su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Yahweh tu Elohim te da.
9 Te confirmará Yahweh por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Yahweh tu Elohim, y anduvieres en Sus caminos.Devarim (Deuteronomio) 28:15
15 Pero acontecerá, si NO oyeres la voz de Yahweh tu Elohim, para procurar cumplir todos Sus mandamientos y Sus estatutos que yo te ordeno hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.
A veces las personas piensan que las enfermedades son pruebas que Yahweh nos envía, sin embargo, esto es un error.
Porque Yahweh nos revela (por medio de Su Torá) como debemos cuidar nuestra salud, siendo que nuestro cuerpo debe ser templo de Su Espíritu.
Y también nos revela por medio de Su Torá que los desobedientes recibirán plagas y maldiciones.
..
Es cierto que, hay situaciones particulares que Yahweh usa para glorificarse, como les enseñó Yeshúa a Sus discípulos, poniendo el ejemplo de un ciego de nacimiento para revelar la gloria del Padre.
Yojanán (Juan) 9:2-3
2 Y le preguntaron Sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?
3 Respondió Yeshúa: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Elohim se manifiesten en él.
Claro que hay situaciones que no podemos controlar, y debemos tener en cuenta que, podemos ser afectados por situaciones donde no podemos decidir; pero debemos ser conscientes que, el cuidar de nuestra salud forma parte de los mandamientos y de la voluntad de Yahweh.
Con esto en mente, vamos a ver una situación donde un personaje (enemigo de Israel) fue sanado por un profeta, y como la enfermedad recayó en un Israelita a causa de no obedecer a la voz de Yahweh.
Melajim Bet (2 Reyes) 5:1
1 Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Yahweh salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso [Metzorá].
Por medio del texto, podemos notar que, este general tenía en su casa a una sierva israelita, la cual usó Yahweh para darse a conocer a Naamán; siendo que esta muchacha le habló a la esposa de Naamán aconsejándole para que Naamán buscase ser sanado por medio de Eliseo.
Melajim Bet (2 Reyes) 5:3
3 Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
Entonces Naamán lo comentó con su rey, y el rey estuvo de acuerdo con que Naamán fuese a Israel para ser sanado.
Y esto fue lo que Naamán hizo, y aunque sucedieron algunas cosas que, parecían que serían un impedimento para que Naamán fuera sanado, al final (después de que Naamán obedeció lo que Eliseo le mandó) fue sanado por Yahweh. Pero, aunque esta parte de la historia es bastante relevante, aun debemos tener en cuenta lo que le pasó a Giezi, siervo de Eliseo.
Y es que Naamán, (después de ser sanado y diciendo que había reconocido que, en toda la tierra solo había un Elohim, el Elohim de Israel), quiso recompensar a Eliseo, pero Eliseo se negó rotundamente a recibir algo de Naamán.
Melajim Bet (2 Reyes) 5:20
20 Entonces Giezi, criado de Eliseo el varón de Elohim, dijo entre sí: He aquí mi señor estorbó a este sirio Naamán, no tomando de su mano las cosas que había traído. Vive Yahweh, que correré yo tras él y tomaré de él alguna cosa.
Y alcanzando Giezi a Naamán le dijo:
Melajim Bet (2 Reyes) 5:22
22: Mi señor me envía a decirte: He aquí vinieron a mí en esta hora del monte de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas; te ruego que les des un talento de plata, y dos vestidos nuevos.
Entonces Naamán, le dio a Giezi lo que pidió y algo más, pero después de que Giezi, escondiera los presentes de Naamán y se presentara delante de Eliseo, este le declaró que sabía lo que había hecho; y le dijo:
Melajim Bet (2 Reyes) 5:27
27 Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
Como mencioné antes, Yahweh da y Yahweh quita, Yahweh pone y Yahweh retira, pero siempre conforme a Su Torá. Si alguien recibe maldiciones, no es por el bien que haya hecho, sino por hacer cosas contrarias a la Torá.
No podemos señalar o juzgar a nadie por acudir a los médicos (cuando están enfermos), siendo que los lugares donde vivimos no funcionan conforme a la Torá; y al vivir en un sistema donde no valoran los mandamientos del Padre, muchas cosas son las que pueden causarnos enfermedades, pero debemos esforzarnos por obedecer lo que Yahweh ordena, con relación a la alimentación y a la purificación de nuestros cuerpos y nuestro entorno.
Consideremos como las Escrituras, nos muestran en esta parashá que, Yahweh ordenó a los sacerdotes que velaran por la salud del pueblo, actuando (por así decirlo) como médicos; porque si analizamos con cuidado, podemos notar como se relacionan, el estar o el ser inmundo con ciertas condiciones donde las personas son susceptibles a enfermarse.
Cuando Yahweh ordena a su pueblo que de purifique, podemos entender que tiene una gran relevancia espiritual y al mismo tiempo tiene como propósito que el pueblo se mantenga sano.
Si realmente estuviéramos obedeciendo la Torá; no tuviéramos necesidad de médicos, o por lo menos no como los conocemos en la actualidad; porque Yahweh sabe perfectamente lo que necesitamos y lo que debemos hacer para estar sanos, y por eso nos dio mandamientos de alimentación y de purificación.
Pero sabemos que, por causa del pecado, el ser humano es rebelde y no vive realmente como debería; por eso Yeshúa vino a dar Su vida por nosotros y a enseñarnos muchas cosas.
Y entre ellas, nos enseñó como Yahweh en Su misericordia, (aun nosotros siendo pecadores) puede sanarnos; como podemos comprobar en varios pasajes que, hablan de la sanidad de algunos leprosos.
Por ejemplo: Lucas 17 nos dice que, un día, en una aldea entre Samaria y Galilea, se le aparecieron a Yeshúa, diez leprosos que, desde lejos le gritaban pidiendo misericordia. Y Él al verlos, les mando presentarse delante de los sacerdotes, y fueron sanados en el camino.
Lucas 17:15-18
15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Elohim a gran voz,
16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
17 Respondiendo Yeshúa, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Elohim sino este extranjero?
¿Quieres ser como uno de los nueve leprosos, que siguieron su camino sin agradecer la sanidad que Yeshúa les dio? O mejor ¿Quieres dedicar tu vida a Yeshúa en agradecimiento por lo que hizo y lo que hace por nosotros?
Como mencioné antes, sabemos que Yahweh tiene el poder para dar y quitar, también para maldecir y bendecir; sin embargo, debemos tener en cuenta que Elohim no tienta a nadie, y las pruebas que pone en nuestro camino no consisten en enfermedades. Las enfermedades no son pruebas, sino consecuencias de nuestra desobediencia, trayendo maldición sobre nosotros.
La mala alimentación y la inmundicia no purificada, es lo que trae a nuestras vidas la maldición de las enfermedades, porque Yahweh así lo estableció; y aun cuando Él puede sanarnos, esto “no” lo hace porque lo merezcamos, sino para manifestar Su Gloria y amor por nosotros.
..
¡Hermanos!
Considero que, esta parashá nos sirve para entender que, la vida de un discípulo (o un verdadero creyente) no debe estar limitada a estudiar y meditar las Escrituras, (además de la oración).
Debemos practicar lo que Yahweh nos ordena en Su Palabra, viviendo con una verdadera santidad, que no se limita a tener buenos pensamientos, sino que debemos ponerlos en práctica.
Porque, en el sistema en el que vivimos (realmente) tenemos muchas limitaciones debido a la corrupción de la sociedad, que rechaza todo lo que Yahweh ordenó.
Debemos esforzarnos para que, todos los miembros del cuerpo de Yeshúa podamos tener ambientes mucho más sanos, donde podamos practicar verdaderamente las Escrituras, dejando de ser inmundos.
Shabat Shalom
..
Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí
