Introducción
Yaacob (Santiago) 2:14
14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
Existe la creencia muy extendida, de que la fe y las obras son opuestas y que la fe es algo ambiguo, muy cercano (diría yo) a algo místico, donde se piensa que nuestra fe solo es determinada por lo que uno cree, sin que esto requiera obediencia. Lo que nos lleva a la pregunta que hizo el apóstol Yaacob en su carta ¿Podrá la fe salvarte?
Con relación a la obediencia, puede que muchos entiendan que es necesaria, pero lamentablemente, también enfocan esa obediencia a algo ambiguo, que básicamente está ligado a la moralidad, sin darse cuenta de que esa moralidad está muy conectada a las costumbres y tradiciones de la cultura en donde hemos crecido o vivido durante algún tiempo. Por lo que la moralidad puede variar mucho de una nación a otra, sin que esto sea un ejemplo de obediencia a nuestro Creador.
Y por medio de esta presentación, queremos valorar como Abraham fue llamado a la fe por medio de la obediencia, a las instrucciones de Yahweh, aun mucho antes de que Moshé las recibiera en el monte Sinaí.
Llamado de Abraham
Bienvenidos a este nuevo estudio, donde analizaremos la porción de la Torá conocida como Parashá Lej Lejá, encontrada en el libro de Bereshit del capítulo 12 al 17.
Al inicio de esta porción, podemos ver como Yahweh le hace un llamado a Abram diciéndole:
Bereshit (Génesis) 12:1-2
1 …: “Sal de tu tierra, de tu familia, y de la casa de tu padre, a la tierra que Te mostraré”.
2 Y Te haré una nación grande; Te bendeciré y engrandeceré tu nombre; Y serás de bendición.
Lo que nos muestra que el primer paso para que Yahweh hiciera pacto con Abraham y lo bendijera, era que Abraham se alejara de la casa de su padre; pero ¿quiere esto decir que debemos alejarnos de nuestros padres o familiares para ser bendecidos? Me parece obvio que no, sin embargo, cuando el pasaje dice “sal de tu tierra”, podemos entender que esto significa que debía alejarse de toda la cultura en la que había sido criado. Y sucede que muchas veces, nuestros padres o familiares no quieren dejar sus costumbres y tradiciones, por lo que es necesario distanciarse, para no ser influenciados en contra de nuestro llamado.
Por eso:
Bereshit (Génesis) 12:4
4 Se fue Abram, como Yahweh le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
En el verso anterior, podemos ver que Abram fue llamado con una edad avanzada, siendo que muchas veces podemos preguntarnos, ¿por qué Yahweh no nos llamó antes?, pensando que podríamos haber aprovechado mejor nuestro tiempo, sirviéndole; pero este es un pensamiento equivocado, por dos razones, y es que posiblemente, antes no estábamos aún preparados para servirle, y por otra parte podríamos haber sido llamados, pero no haberlo escuchado por estar distraídos, buscando cumplir nuestros propios deseos. Y es que obedecer a Yahweh no es garantía de una vida exitosa y cómoda, sino que, por el contrario, Yahweh nos hará pasar por situaciones que nos pondrán a prueba para pulir nuestro carácter y rebajar nuestro ego.
Y podemos ver una de las pruebas que tuvo Abram en Bereshit 12:10 que nos dice:
Bereshit (Génesis) 12:10
10 Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.
El texto no nos dice que Yahweh le haya enviado allí, por lo que todo indica que fue una decisión que Abram tomo por su cuenta; y esto podría ser cuestionable, sin embargo, podemos pensar que ni en todo momento Yahweh nos dice que hacer, justamente (como mencioné antes), para ponernos a prueba.
Además, Abram le pidió a Sarai que mintiera a los egipcios, por pensar que los egipcios podrían matarle por causa de querer tomar a Sarai como esposa, lo que demostró que la fe de Abram (en la promesa que recibió antes), aun necesitaba fortalecerse; colocando en riesgo a su esposa, de que algún egipcio la tomara como mujer cometiendo así adulterio.
Bereshit (Génesis) 12:14-15
14 Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.
15 También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.
Como mencioné antes, todo indica que Abram aun no tenia una fe lo suficientemente sólida para confiar en que Yahweh protegería su vida, poniendo en riesgo el honor de su esposa, aun así, en favor de Abram podemos argumentar que su fe era genuina, porque obedeció a Yahweh al mandato de salir de la tierra en la cual moraba su familia; y que en esta situación en particular no tenía un mandato especifico, además podemos ver que aun cuando Abram puso en riesgo el honor de Sarai, Yahweh protegió a Sarai, hiriendo al Faraón y permitiendo que Abram fuera bendecido.
Bereshit (Génesis) 12:16-17
16 Y Faraón hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas y camellos.
17 Pero Yahweh hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
Así que al igual que Abram, sabemos que muchas veces tomamos decisiones incorrectas, sin embargo, esto es diferente a desobedecer a lo que Yahweh nos manda, porque como vimos antes y veremos más adelante, Abram obedeció a lo que Yahweh le mandó. Y en eso es que consiste principalmente la fe, en obedecer y no simplemente en un pensamiento positivo sobre nuestro Mesías y Su padre.
Ley vs Gracia
Por esto debes preguntarte si, ¿realmente podrá la fe salvarte?
Y entiendo que muchos insistirán, en utilizar pasajes Bíblicos sobre la gracia y la fe como Efesios 2:8-9
Efesim (Efesios) 2:8-9
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Elohim;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Lo critico aquí, está en la comprensión que tienen muchos (y que la Biblia no dice, aun cuando pareciera insinuarlo) y es que muchos piensan que la obediencia a la Ley es contraria a la gracia; Y por esto, debemos tener mucho cuidado con entender al apóstol Shaúl, para no entender algo que no está diciendo. Y sé que muchos aun piensan que el texto es muy claro, pero si comparamos todos los escritos de Shaúl, puede dar la impresión (a simple vista) de que se contradice, lo cual no creemos.
Muchos de los escritos de Shaúl, parecen insinuar que ya no debemos guardar la Torá, y que, el que la guarda es legalista; pero entonces, si las personas creen que Yeshúa obedeció la Torá, ¿por qué no se preguntan si Él fue (o si es) legalista? ¿O si el Padre mismo es legalista? Incluso debemos ver si ¿el propio Shaúl dejó de guardar la Torá?
Y es que no acaban de entender que el legalismo consiste en obedecer leyes solo para ganarse el favor de Yahweh, cuando debe ser por amor y agradecimiento, al mismo tiempo que le damos la gloria y no buscamos gloria para nosotros.
Y podríamos creer que Shaúl dijo que para ser salvos no debemos obedecer la Ley, (como muchos insinúan); citado por ejemplo Gálatas 3:10
Galatim (Gálatas) 3:10-11
10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la Ley, para hacerlas.
11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Elohim, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
Sin embargo, aunque este, y muchos otros pasajes, nos enseñan que no podemos ganarnos la salvación mediante la obediencia, no dice que obedecer la Ley sea algo malo sino que no podemos ser justificados y que, todos los que “dependan de las obras de la Ley” para ser salvos están bajo maldición, “y no dice que aquellos que obedezcan la Ley estén bajo maldición.
Y si la fe, solo consistiera en creer sin necesidad de obras, ¿cómo es que Santiago escribió lo siguiente?
Yaacob (Santiago) 2:17
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Y añade unos versos más adelante, algo “bien relevante” que parece que muchos no han leído y que deja bien claro que la fe no se limita a creer.
Yaacob (Santiago) 2:19
19 Tú crees que Elohim es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
Así que, respondiendo a la pregunta, ¿Podrá la fe salvarte? Claramente la respuesta es sí, pero debemos entender bien lo que es una fe verdadera siendo que el apóstol Yaacob insiste en el verso siguiente diciendo:
Yaacob (Santiago) 2:20
20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
Pero en este punto podemos preguntarnos. ¿Qué clase de obras? ¿Acaso, podemos nosotros mismos definir lo que son buenas obras, según nuestros razonamientos o sentimientos? ¿No fue por eso por lo que entró el pecado al mundo? ¿Porque el ser humano se creyó capaz, y sigue creyéndose capaz de definir por sí mismo lo que está bien y lo que está mal? ¿Hacer buenas obras, no será más bien obedecer lo que Yahweh ordenó?
Veamos algunos versos más, de la carta del apóstol Yaacob.
Yaacob (Santiago) 2:21-22
21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?
Yaacob (Santiago) 2:21-22
24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
Y analizando el contexto de Abraham, pudimos notar como puso a Sarai en riesgo, lo que puede darnos a entender (como mencioné antes) falta de fe; pero cuando entendemos que la fe consiste principalmente en obedecer, creyendo que lo que Yahweh ordena es bueno, entonces claramente Abraham demostró su fe por sus obras de obediencia y no basado en la moralidad.
Y para reforzar este mensaje, podemos ver como en esta misma parashá encontramos dos ejemplos más, uno de ellos nos muestra otra mala decisión de Abraham y el otro ejemplo nos muestra obediencia.
Miremos el primer ejemplo:
Bereshit (Génesis) 16:2
2 Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Yahweh me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.
Bereshit (Génesis) 16:4
4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
Entonces vemos en este ejemplo otra mala decisión de Abraham que, aunque haya sido motivada por su esposa, él tuvo la determinación de hacerle caso, sin pensar si esto sería lo que Yahweh quería; y no vemos en el texto que la decisión de Abraham hubiera sido cuestionada como falta de fe, justamente porque Abraham no había recibido un mandamiento específico sobre esto.
Y el otro ejemplo, es un mandamiento específico que Yahweh dio a Abraham y a su descendencia, y lo encontramos en Bereshit 17
Bereshit (Génesis) 17:9-11
9 Dijo de nuevo Elohim a Abraham: En cuanto a ti, guardarás Mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
10 Este es Mi pacto, que guardaréis entre Mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.
11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre Mí y vosotros.
Circuncisión
Entonces vemos que Abraham aun habiendo tomado malas decisiones, fue un gran ejemplo de fe, porque obedecía a los mandatos de Yahweh y en este caso lo comprobamos en el verso 23
Bereshit (Génesis) 17:23
23 Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Elohim le había dicho.
Y en el verso 19 nos dice que Yahweh confirmaría el pacto a través de Isaac y más adelante lo confirmaría con Yaacob, y sabemos que las promesas para Abraham se extienden a todos los que somos adoptados mediante la fe, por lo cual debemos entender que si pertenecemos a la descendencia de Abraham también se aplica para nosotros este pacto.
Y el verso 14 nos dice:
Bereshit (Génesis) 17:14
14 Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado Mi pacto.
Y como ejemplo de la importancia de la circuncisión podemos ver lo sucedido con Moshé después de que Yahweh lo mandara a Egipto, a decirle al Faraón para que librara al pueblo.
Shemot 4 nos dice:
Shemot (Éxodo) 4:24-25
24 Y aconteció en el camino, que en una posada Yahweh le salió al encuentro, y quiso matarlo.
25 Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.
También tenemos un gran ejemplo que nos muestra que para entrar a la tierra prometida debemos estar circuncidados.
En el capítulo 5 de Yejoshúa (o Josué) nos dice que el pueblo que salió de Egipto estaba circuncidado, pero los que habían nacido en el desierto no habían sido circuncidados (lo que representa a muchos de los convertidos en la actualidad) y haciendo referencia justamente al tiempo antes de poseer la tierra prometida el texto dice:
Yejoshúa (Josué) 5:2-3
2 En aquel tiempo Yahweh dijo a Yejoshúa: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel.
3 Y Yejoshúa se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot.
Y todos los hombres que, antes estaban circuncidados (antes de salir de Egipto), por su desobediencia, Yahweh no les permitió entrar en la tierra prometida, mostrándonos que por si sola la circuncisión no es suficiente, pero si necesaria.
Yejoshúa (Josué) 5:10
10 Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron Pésaj a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.
Mostrándonos una vez más la necesidad de la circuncisión para celebrar Pésaj, lo cual sabemos que representa el sacrificio del Cordero que nos libra de la condenación del pecado.
Con todo esto muchos suelen decir que la circuncisión es solo para los judíos, o los descendientes de Abraham a través de Isaac y Yaacob, pero podemos ver que aun para aquellos que no eran descendientes físicos de Yaacob también se les concedió la circuncisión.
Bereshit (Génesis) 17:23
23 Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Elohim le había dicho.
Como vemos aquí, la circuncisión “no fue ordenada solo” para los descendientes de Isaac y Yaacob, sino también para Ismael y sus descendientes y posteriormente para Esaú y sus descendientes; así como para todos los siervos, inclusive para los descendientes de los otros hijos que tuvo Abraham con Cetura, que aparecen en Bereshit 25.
En la Carne y en el Espíritu
También hay muchas personas con buenos argumentos que dicen que ahora no es necesaria la circuncisión física, sino que es suficiente con la espiritual, es decir la del corazón, y suelen usar varios pasajes de Shaúl para apoyar este mensaje.
Y antes de comentar de los escritos de Shaúl quiero explicar que la circuncisión del corazón no es algo exclusivo del nuevo pacto y para esto vamos a leer un verso de entre varios que tienen las Escrituras sobre esto.
Yehezqel (Ezequiel) 44:9
9 Así ha dicho Yahweh: Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, entrará en Mi santuario, de todos los hijos de extranjeros que están entre los hijos de Israel.
La referencia a la circuncisión del corazón es algo que ya es mencionada por las Escrituras antes de que Shaúl hablara de ello, y es que una no suple a la otra, sino más bien, una es la base de la otra.
Lo que quiero decir es que la circuncisión de la carne debe ser un reflejo de lo que hay en el corazón, y si el corazón no ha sido circuncidado, el de la carne carece de valor. Y lo mismo sucede con otras áreas de nuestras vidas, donde lo exterior debe ser una muestra de lo interior. No quitándole importancia a lo exterior sino que si lo que tenemos en el corazón es diferente, entonces nos volvemos hipócritas y legalistas.
Ahora bien; Antes comenté que muchos tienen buenos argumentos en contra de la circuncisión física, utilizando escritos de Shaúl, y la pregunta que debemos hacernos es: ¿Estaba realmente Shaúl en contra de la circuncisión física?
Shaúl sujeto a la Torá
Miremos lo que nos dice Hechos 16:
Maasei (Hechos) 16:1-3
1 Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego;
2 y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio.
3 Quiso Shaúl que éste fuese con él; y tomándole, le circuncidó por causa de los judíos que había en aquellos lugares; porque todos sabían que su padre era griego.
¿Entonces que hacemos con este pasaje?
Puede que algunos argumenten que solo fue por causa de los judíos, pero entonces eso sería algo hipócrita de parte de Shaúl, lo que no creemos. Más bien, esto nos indica que Shaúl aun creía en la necesidad de la circuncisión y que algunos otros pasajes que parecen indicar que no, debemos analizarlos con detenimiento. Y podemos ver otro pasaje que también hace referencia de Shaúl, diciendo:
Maasei (Hechos) 21:21
21 Pero se les ha informado en cuanto a ti [Shaúl], que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moshé, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres.
Maasei (Hechos) 21:23-24
23 Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto.
24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la Torá.
¿Podrá la Fe Salvarte?
Haciendo un resumen de lo que hemos presentado en este estudio; el apóstol Yaacob nos dice que la fe sin obras está muerta, además, Yojanán nos da la definición de pecado, diciendo que es infracción de la ley.
Yojanán Alef (1 Juan) 3:4
4 … pues el pecado es infracción de la ley.
Entonces ¿Escribió realmente Shaúl enseñando en contra de la circuncisión y de la Torá? …
Somos salvos por fe, pero no la fe de obras muertas, sino la fe de Abraham, es decir una fe con obras de obediencia.
Por esto debemos preguntarnos, ¿Cuál es la fe que nos salva?
Shabat Shalom
Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí
