Introducción
Las Escrituras nos dicen que Yahweh creo el mundo y a todo ser viviente, y con esto en mente, una pregunta que se han hecho y se hacen muchos es: ¿Cuál es El propósito de la humanidad?
En los tiempos que corren, existe la creencia de que nuestra existencia es consecuencia de la evolución.
Y la evolución podría ser entendida de muchas maneras, sin embargo, cuando se usa para explicar nuestra existencia, es usada para argumentar que la vida surgió espontáneamente sin un propósito aparente y que, (en palabras muy simples de entender), se quiere hacer creer que somos fruto de la casualidad. Y que la extremada complejidad de nuestro mundo y de la vida en sí misma, no tuvo un diseñador ni un propósito.
Esto es similar a pensar que cualquiera de los artefactos electrónicos que podemos usar en nuestros días, pudiera ser producto de la casualidad que durante millones de años cada pieza se fue uniendo hasta formar un teléfono, un microondas, un televisor o un computador, entre muchos otros.
Y también hay muchos que creen, que nuestra existencia es anterior a esta vida, y que podríamos haber existido en el pasado, pudiendo reencarnar más de una vez, y esto, aunque es una teoría muy atractiva, es otra cosa que no tiene mucho sentido. Si fuéramos seres preexistentes; ¿cómo es que no sabemos cómo venimos a parar a este mundo?
Y podríamos preguntarnos muchas más cosas, pero este no es el motivo de este video. Sino más bien, queremos hacer hincapié, en que este mundo fue creado, y que nadie más que el Creador puede decidir y definir el propósito de la humanidad, Y ese propósito nos lo ha manifestado en las sagradas Escrituras. Así que en este estudio veremos algunos pasajes de las Escrituras que nos mostraran el propósito de toda la creación y como todo cambio por la desobediencia de nuestros padres.
En esta presentación, comenzamos un nuevo ciclo de la Torá, y por lo tanto, vamos a comentar la porción de las Escrituras que se encuentran en el libro de Bereshit (también conocido como Génesis), desde el capítulo 1 verso 1 hasta el capítulo 6 verso 9;
A esta porción se le conoce con el mismo nombre del libro, es decir Bereshit.
El Propósito de la Humanidad
Y aunque no pretendo enfocar esta presentación en un debate científico, considero importante y necesario aclarar que la teoría de la evolución, (la cual mencioné anteriormente), a pesar de que es presentada como un descubrimiento científico, realmente no tiene un soporte científico, por el hecho de que esta teoría está fundamentada en muchos supuestos, los cuales no podemos comprobar empíricamente. Es decir, no tenemos el tiempo ni las condiciones para replicar los postulados de esta teoría.
Ahora enfocándonos en las Escrituras, veremos cómo fue el comienzo del mundo y de los primeros seres humanos.
Bereshit (Génesis) 1:1-2
1 En el principio creó Elohim los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba sin forma (תּיהוּ -Tóju – Desierta) y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Elohim se movía sobre la faz de las aguas.
Con estos dos versos comienzan las Sagradas Escrituras, donde Yahweh quiso que conociéramos como todo comenzó para la humanidad, donde Él fue creando todo lo que quiso para definir el mundo que sería nuestro hogar.
Sobre los versos anteriores existen muchas especulaciones, que en gran parte son consecuencia de la ya mencionada teoría de la evolución.
Muchos creyentes, por falta de fe en que Yahweh tiene el poder de crear todas las cosas en seis días, han distorsionado los pasajes bíblicos para alinearse a los postulados seudocientíficos, lo cual muestra cierta complacencia con lo que el sistema enseña, mezclando la palabra de Yahweh con las mentiras que, satanás ha promovido a través de algunos hombres con mucha influencia en el mundo, que consciente o inconscientemente han propagado estas mentiras por el mundo.
Shemot (Éxodo) 20:11
11 Porque en seis días hizo Yahweh los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó (se detuvo) en el séptimo día; por tanto, Yahweh bendijo el día de Shabat y lo apartó.
Hay muchas teorías que dicen que, en realidad, la creación se dio en un plazo de muchos años, solo para no contradecir las enseñanzas de la religión científica; y quiero aclarar, que no estamos en contra de la ciencia, pero debemos entender que hay muchas enseñanzas que se transmiten (en el nombre de la ciencia) que en realidad no son científicas, sino creencias basadas en suposiciones según la perspectiva de algunas personas, que han tenido el poder de promover sus teorías al punto de exponerlas como algo comprobado por la ciencia, aun cuando estén inclusive en contra de la misma.
Yahweh incluso pudo haber creado el mundo en menos de seis días, y podemos pensar que el motivo de haberlo hecho en seis días fue por establecer una señal profética. Y aquí me estoy refiriendo al Shabat, el cual muchos ya reconocen como el día (que las Escrituras dicen) que Yahweh descansó (o traducido de una forma más correcta) Yahweh cesó de crear. Y esto lo recordamos en la actualidad cada séptimo día de la semana, siendo que el Shabat es mucho más que un día de la semana, sino que cada Moed, (o fiesta designada por Yahweh) también representa un Shabat, donde debemos darle la gloria a Yahweh por todas sus bendiciones y misericordia.
Luego hay personas que dicen que los días de la creación, no son días literales, pero si leemos con detenimiento podemos ver una referencia que nos muestra que realmente eran días literales, veamos lo que nos dice Bereshit 1:3-5
Bereshit (Génesis) 1:3-5
3 Y dijo Elohim: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Elohim que la luz era buena; y separó Elohim la luz de las tinieblas.
5 Y llamó Elohim a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde [עֶרֶב – éreb – inicio de la noche] y la mañana [בּיקֶר – boquer -día siguiente] un día.
Como vemos en este pasaje, Yahweh comienza Su creación con la luz, separando la luz de las tinieblas; y esto lo hizo en un día, y el texto dice (para mayor claridad) que ese día estaba compuesto por la noche y la mañana siguiente, completando así un día.
Probablemente muchos piensen o digan, que el hecho de que hayan sido días literales o no, no es realmente importante, y esto puede ser verdad hasta cierto punto, porque cuando reducimos los mensajes literales de Las Escrituras a simples analogías, pasan o pueden pasar dos cosas.
Una de ellas es querer sacar el texto de su contexto, haciendo de ello una analogía según la interpretación de algunas personas, y la otra es transmitir la idea de que nuestro Creador es limitado, como si realmente no pudiera hacer lo que dicen algunos pasajes bíblicos.
Por lo tanto, si reconocemos que nuestro Elohim es realmente poderoso, ¿por qué dudar de Su poder?
Las Escrituras nos dicen que Él, creo el mundo y a todo ser viviente en seis días, siendo lo último de la creación el hombre y la mujer.
Bereshit (Génesis) 1:27
27 Y creó Elohim al hombre a Su imagen, a imagen de Elohim lo creó; varón y hembra los creó
Y cuando pienso en esto, puedo notar que el hombre no participó de la creación, aun cuando fue creado a imagen y semejanza de Elohim, con lo cual nos da un indicio de que el propósito de la humanidad no fue el de ser creadores en semejanza a Yahweh. Si bien Yahweh nos dio potestad sobre la creación como podemos comprobar en el verso siguiente:
Bereshit (Génesis) 1:28
28 Y los bendijo Elohim, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgad-la, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Entonces cuando leemos Las Escrituras, vemos que Yahweh creo el mundo para que el ser humano tuviera dominio sobre el mundo. Sin embargo, con este enfoque muchos terminan creyendo (erróneamente) de que Yahweh nos creó para luego cumplir nuestros caprichos o deseos. Sin embargo, aun cuando Yahweh creo el mundo para que pudiéramos disfrutar de él, deberíamos hacerlo obedeciendo Sus reglas. Y no como muchos piensan, (incluso muchos de los que dicen creer en las Escrituras) que viven de acuerdo con sus razonamientos humanos, con el argumento de que, lo que importa es la intensión.
Y este es uno de los puntos más críticos que existen, en contra de la obediencia a nuestro Creador. Y tenemos claro que la intensión es un punto sumamente importante, el problema es que, en muchísimas ocasiones, lo que sustenta este argumento, es favorecer a que el ser humano haga lo que bien le parece, porque considera que es algo bueno, sin querer entender plenamente lo que Yahweh quiere que hagamos.
Y esto lo podemos ver reflejado en la decisión de Adam y Eva; con relación a lo que Yahweh ordenó.
Bereshit (Génesis) 2:16-17
16 Y mandó Yahweh Elohim al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Con relación al árbol del conocimiento del bien y del mal, hay muchas posturas diferentes sobre lo que significa, ya que puede ser difícil de creer, o de entender que, un árbol pueda dar conocimiento, por esto hay muchas prédicas con diferentes explicaciones, bastante controversiales sobre si era literalmente un árbol, o era una analogía de otra cosa.
Independientemente si este pasaje se refiere a un árbol literal o es una analogía, lo más importante y sensato, es entender el mandato de Yahweh, y que aun cuando Adam y Eva pudieran pensar que no tenía nada de malo comer del árbol; lo que mostraría una “verdadera” buena intención sería obedecer al mandato de Elohim.
Y como pudimos leer en el pasaje, este mandamiento se lo dio Elohim al hombre, antes de que formara a la mujer, por lo cual el varón era el principal responsable; y al llegar al capítulo 3 de Bereshit, podemos notar que Eva, ya sabía de este mandamiento.
Bereshit (Génesis) 3:2-3
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Elohim: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Con esto comprobamos que tanto Adam como Eva conocían el mandamiento de no comer del árbol, aun cuando Eva comenta algo más de lo que Yahweh dijo, porque Eva también dijo que no debían tocarlo, lo que no aparece en lo dicho por Yahweh a Adam.
Lo que nos hace entender que o Adam o Eva, añadieron esto al mandamiento, lo que sucede a menudo con muchas religiones.
Pero el punto principal en el que debemos enfocarnos es que Adam y Eva, tomaron la decisión, (aun por influencia de la serpiente, pero por voluntad propia), de comer del fruto de este árbol, dándonos a entender que en sus pensamientos concluyeron que era más importante su intención (la cual a simple vista no tenía nada de malo), antes que obedecer a lo que Yahweh les había mandado.
Bereshit (Génesis) 3:6
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
¿Podemos ver la similitud con muchos de los creyentes en la actualidad? Hermanos, no existe buena intención, cuando hacemos lo que parece bien a nuestros ojos, pero está en contra de lo que Yahweh ordena.
Luego, como hemos podido leer, se describe al árbol del cual no debían comer, como “el árbol del conocimiento (דַּעַת-dáat) del bien y del mal”; algunas traducciones le llaman “el árbol de la ciencia del bien y del mal” Pero ¿Quiere decir esto que Adam y Eva no conocían el bien y el mal? Si esto fuera así, no tendrían ninguna culpa; sin embargo, Yahweh los castigo por su pecado.
Bereshit (Génesis) 3:16-17
16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
Entonces ¿Por qué Yahweh le llamaría “el árbol del conocimiento del bien y del mal”?
Creo que la mejor forma para entenderlo es viendo las palabras usadas en el texto original. La palabra en hebreo traducida como “conocimiento” o “ciencia” es la palabra hebrea “dáat” que en el diccionario Strong tiene el número 1847 que puede ser traducida como conocimiento, ciencia, intención, entre otras.
H1847 dáat דַּעַת
de H3045; conocimiento: ciencia, conocer, conocimiento, docto, entendimiento, inteligencia, intención, saber, sabiduría, sentido.
Y la raíz de esta palabra es la palabra yadá que puede ser traducida como entrar o experimentar (entre otras)
H3045 yadá יָדַע
raíz primaria; conocer (propiamente asegurar al ver); usado en una gran variedad de sentidos, figurativamente, literalmente, eufemismo y inferencia (incluido observación, cuidado, reconocimiento; y causativo instrucción, designación, castigo, etc.) [como sigue]: aparecer, caso, castigar, célebre, comprender, concernir, conocer, conocido, conocimiento, considerar, contar, contestar, cuidar, dar, declarar, desconocer, descubrir, diestro, diligente, dirigir, discernimiento, discernir, distinguir, docto, doler, echar, elocuente, encontrar, enseñar, entender, entendido, enterar, entrar, examinar, experimentado, experimentar, experto, familiar, hallar, ignorante, ignorar, informar, inquirir, insaciable, llegar, manifiesto, mostrar, notar, notificar, notorio, pariente, pensar, percibir, preocupar, príncipe, pronosticar, quebrantar,reconocer, responder, saber, a sabiendas, sabio, señalar, sentir, tener, ver.
Lo que puede indicarnos que “el conocimiento del bien y del mal”, se refiere a: experimentar el bien y el mal al mismo tiempo, y para apoyar este argumento también podemos ver el uso de esta palabra en Bereshit 4:17, donde nos dice:
Bereshit (Génesis) 4:17
17 Y conoció [yadá– יָדַע] Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc …
Como podemos ver en este pasaje, la palabra “Yadá” traducida como “conoció”, hace referencia a la unión entre Caín y su mujer, y lo sabemos porque en el contexto, se menciona que como consecuencia la mujer concibió y dio a luz un hijo.
Otra explicación para llamar a este árbol, como “el árbol del conocimiento del bien y del mal” puede ser que este ocasionó que después de comer de este árbol, el hombre se creería capaz de definir lo que está bien y lo que está mal. Que es algo, que lamentablemente ha pasado durante toda nuestra existencia como humanidad; mezclado muchas veces los conceptos hasta el punto de entenderlo todo al revés. Al punto que Yahweh dijo a través de Isaías
Yeshayahu (Isaías) 5:20-21
20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
21 ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!
Con todo esto hermanos, podemos entender que cuando el ser humano intenta definir lo que es bueno o lo que es malo, según sus razonamientos acaba siempre equivocándose, porque la sabiduría solo proviene de nuestro Elohim. Y lo podemos confirmar leyendo proverbios 2
Mishlé (Proverbios) 2:3-7
3 Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz;
4 Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros,
5 Entonces entenderás el temor de Yahweh, y hallarás el conocimiento de Elohim.
6 Porque Yahweh da la sabiduría, y de Su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
7 El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.
Así que, según lo sucedido con Adam y Eva, algunos podrían pensar que Adam y Eva no entendían lo que estaba bien y lo que estaba mal, y que no necesitarían entenderlo, lo cual no es correcto.
Lo que las Escrituras nos enseñan con esto, es que si el conocimiento que obtenemos, no lo filtramos a través de la palabra de Yahweh, continuaremos cayendo en el pecado, así como Adam y Eva. Porque el conocimiento humano, sin la sabiduría de Yahweh es vanidad.
Corintim Alef (1 Corintios) 1:19-23
19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos.
20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Elohim la sabiduría del mundo?
21 Pues ya que en la sabiduría de Elohim, el mundo no conoció a Elohim mediante la sabiduría, agradó a Elohim salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
23 pero nosotros predicamos a el Mesías crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura.
Así que hermanos, podemos concluir con esto, que el conocimiento en realidad es bueno, siempre que este sujeto a la voluntad de Yahweh y a darle la gloria, y por medio de la sabiduría revelada por Elohim, es que podemos conocer y entender el gran sacrificio de nuestro Mesías.
Y para aquellos que piensen que como nono han tenido comunicación directa con Yahweh como la tuvo Adam, entonces como podrían saber si Yahweh existe realmente, si no pueden verle, ni escucharle de la misma manera que a otros hombres. Entonces Shaúl nos explica en su carta a los romanos:
Romim (Romanos) 1:19-22
19 porque lo que de Elohim se conoce les es manifiesto, pues Elohim se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de Él, Su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Elohim, no le glorificaron como a Elohim, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron necios.
Conclusión
Hermanos, Yahweh creo el mundo como un hogar para nosotros, para que vivamos como siendo Sus hijos. Por eso debemos vivir como verdaderos hermanos; pero tristemente ni todos lo son (como algunas religiones predican), ya que hay muchos que quieren vivir según sus vanos razonamientos y deseos, de manera que el propio Yeshúa llegó hasta declararle a algunos hombres
Yojanán (Juan) 8:44
44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer…
Por lo tanto, hermanos, dejemos a un lado nuestros vanos deseos personales; presentemos nuestras debilidades y miedos delante de nuestro Elohim y Rey, y pidamos como niños en el nombre de Yeshúa para que Su espíritu nos guie para promover la gran Comisión y sea establecido Su Reino aquí en la tierra.
Shabat Shalom.
..
Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí