Debemos Ser Santos
Matityahu (Mateo) 6:19-21
19 No se hagan tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
20 sino háganse tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
21 Porque donde esté su tesoro, allí estará también su corazón [intención].
Yeshúa nos enseña (a través del Evangelio de Mateo), que debemos acumular tesoros en el cielo y no en la tierra, ya que lo terrenal (debido al pecado) es temporal, mientras que lo celestial es eterno. Es importante comprender que Yeshúa no afirma que lo material sea intrínsecamente malo. Más bien, nos revela que lo espiritual tiene mayor importancia, ya que lo material es sustentado por lo espiritual. Y lo material está actualmente corrompido por el pecado.
Entonces, ¿cómo podemos acumular tesoros en el cielo si vivimos en la tierra?
La clave está en entender que, nuestro Mesías nos llama a utilizar nuestros recursos y nuestras vidas (que dependen de lo material y temporal), para promover lo eterno, que es sustentado por lo celestial.
Sin embargo, contrario a lo que muchos creen, los seres humanos no estamos destinados a vivir en el cielo, ya que el propósito original de Yahweh (desde el principio), es que habitemos en la tierra. Y podemos confirmar que Él mantiene ese propósito, leyendo apocalipsis 21.
Hitgalut (Apocalipsis) 21:1-2
1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
2 Y yo Yojanán [Juan] vi la santa ciudad, la nueva Jerusalém, descender del cielo, de Elohim, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
..
En esta ocasión, quiero invitarles a reflexionar sobre las verdaderas intenciones de nuestro corazón, especialmente con relación a las Escrituras.
A menudo, las personas creen que, tener buenas intenciones es lo mismo que tener “buenos deseos”, aquellos que solo consideramos en ciertos momentos de nuestra vida. Sin embargo, el libro de Proverbios nos dice lo siguiente:
Mishlé (Proverbios) 16:2
2 Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Yahweh pesa los espíritus.
Y Yahweh nos advierte de lo equivocados que podemos estar, principalmente a través de Jeremías 17:
Yirmeyahu (Jeremías) 17:9
9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Es parte de nuestra naturaleza – como seres humanos – querer sentirnos bien con nosotros mismos, lo que a menudo nos lleva a tener una percepción equivocada de cómo somos realmente. No queremos percibirnos como malas personas. Y en muchos casos, las personas apelan a un supuesto “derecho” a ser feliz para justificar sus acciones.
Además de esto, el orgullo también es parte inherente de la naturaleza humana, siendo este la raíz de todo pecado, ya que este nos lleva a creer que tenemos derechos que jamás hemos ganado.
Y Yeshúa fue muy claro al afirmar que ningún ser humano es verdaderamente bueno, como podemos ver en Lucas 18.
Lucas 18:19
19 … ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Elohim.
En otras palabras, las personas somos malas, y nuestro corazón nos engaña haciéndonos creer que somos buenas personas. Por eso, debemos valorar las Escrituras conforme el corazón de Yahweh y no según el nuestro, obedeciendo Sus instrucciones; sin dejar que, nuestros sentimientos o emociones nos llevan a inventar excusas.
Es importante entender que, las verdaderas intenciones de nuestro corazón no son propiamente lo que deseamos, sino más bien las que se reflejan en nuestra conducta, porque más allá de lo que pensamos, la conducta nos revela la verdadera intención de nuestro corazón.
Teniendo esto en mente, veamos qué nos dice el texto correspondiente a la parashá Kedoshim, que se traduce como “santos, o apartados”, y que encontramos en Vayicrá 19-20.
Vayicrá (Levítico) 19:1-2
1 Habló Yahweh a Moshé, diciendo:
2 Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo Soy Yo Yahweh vuestro Elohim.
En varios de nuestros estudios hablamos sobre la santidad, con el propósito de que las personas puedan entender mejor lo que significa o lo que representa.
Y debido a que muchas personas aún pueden pensar que la santidad o el ser santos, es como un estado de la mente o del espíritu; o que, es una especie de poder que algunos reciben después de la muerte, necesitamos continuar enseñando lo que realmente significa el ser santos, (o dicho en hebreo, Kadosh)
Kefa Alef (1 Pedro) 1:16
16 Porque escrito está: Sed santos, porque Yo [Yahweh] Soy Santo.
Como podemos comprobar en varios pasajes de las Escrituras, Yahweh le dice a Su pueblo que debe ser santo porque Él es Santo. Esto es un mandamiento para todo Su pueblo, y no es exclusivo para algunos. Y puede que a muchos les sorprenda esto, por considerar que no tenemos la capacidad de ser santos. Y esto es relativamente cierto, porque no es algo que podamos hacer solos.
Para ser santos verdaderamente, necesitamos del Espíritu de Yahweh. Por eso, el pensamiento de que, no podemos ser santos, no es un argumento del todo cierto, sino que puede (o no) ser cierto, dependiendo en quien ponemos nuestra confianza.
Muchos pueden decir o pensar que, no podemos ser santos porque aún somos imperfectos, pero como ya vimos, el ser santos no es una opción, sino un mandamiento; y podemos confirmarlo con otros pasajes como hebreos 12:14 y Efesios 4:24
Ivrim (Hebreos) 12:14
14 Procuren vivir en paz con todos, y en santidad, sin la cual nadie verá a Elohim.Efesim (Efesios) 4:24
24 Y vestíos del nuevo hombre, creado según Elohim en la justicia y santidad en verdad.
De pronto hay personas que, pueden pensar que, entonces no hay salvación para ellos, porque, aunque lo intentan no pueden dejar de pecar, pero como mencioné antes, lo importante es, en quién estamos poniendo nuestra confianza para lograrlo.
Y cuando hablo de poner nuestra confianza, no lo digo únicamente con el enfoque de la salvación, (que debemos reconocer que es gracias a la Sangre de Yeshúa) mas también en el poder de Yahweh para transformar nuestro carácter y nuestra conducta, para poder vivir en santidad.
Entendiendo todo lo anterior, aun puede haber algunas personas que se pregunten o que no tengan claro, cómo es vivir en santidad, porque antes mencioné que ser santo significa ser apartado o consagrado.
Pero ¿Apartado de qué? o ¿Consagrado para qué?
En realidad, lo que Yahweh constantemente le ordena a Su pueblo, es que se mantenga apartado de las prácticas y costumbres de otros pueblos para vivir conforme a Sus mandamientos, estatutos y decretos.
Shemot (Éxodo) 34:12
12 Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti.
El verso anterior fue escrito con un contexto específico, con referencia a los pueblos que se encontraban en Canaán; sin embargo, el principio es el mismo para nuestros días, donde debemos apartarnos de hacer alianzas con personas que no quieren obedecer las Escrituras, porque pueden ser tropezadero en nuestra vida.
Otro pasaje que sirve para ejemplificar la santidad es 2 corintios 6
Corintim Bet (2 Corintios) 6:14
14 No se unan en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
Muchas veces este verso es usado para enseñar como debe estar constituido un matrimonio, y la verdad este pasaje es muy útil para esto, pero también es válido para aplicarlo a cualquier tipo de relaciones personales.
Cuando escudriñamos los evangelios, podemos aprender sobre la misericordia que Yeshúa tuvo con muchos necesitados y pecadores, y esto es algo que debemos tener en consideración.
No debemos despreciar a nadie, porque como está escrito en el libro de los Hechos capítulo 10:
Maasei (Hechos) 10:34
34 Entonces Kefa, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Elohim no hace acepción de personas.
Debemos aplicar misericordia y perdón como Yeshúa nos enseñó; sin embargo, debemos entender que para que exista perdón, también debe haber arrepentimiento, y un propósito de santificarse (como estamos analizando en este estudio).
Y es que, en la actualidad, muchos usan la misericordia como pretexto para ser tolerantes con el pecado, pero Yeshúa nunca enseñó tal cosa; más bien, las Escrituras nos revela que los que no se arrepientan y se aparten del pecado, no tendrán salvación.
Y recordemos que:
Yojanán Alef (1 Juan) 3:4
4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
Y es que, quien de verdad tiene fe, se esfuerza por cumplir (con la ayuda del Espíritu Santo), todo lo que Yahweh ordenó, – no por legalismo, como quien piensa que puede comprar el favor de Yahweh – sino reconociendo que es bueno para nosotros, y entendiendo que Él se agrada de nuestra obediencia por amor, y no por obligación.
Parece que muchos creen que la misericordia y la gracia es algo exclusivo del Brit Hadashá o nuevo testamento; sin embargo, cuando escudriñamos la Ley dada por Yahweh vemos muchos mandamientos donde la gracia está presente.
Miremos un ejemplo:
Vayicrá (Levítico) 19:9-10
9 Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada.
10 Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Yahweh vuestro Elohim.
También hay muchas personas que, piensan que Yeshúa -el Mesías- vino a cambiar la Ley y a enseñar una ley diferente, pero al escudriñar las Escrituras podemos ver que tanto Yeshúa como los apóstoles (constantemente) citaban el Tanaj o antiguo testamento para predicar el evangelio.
Miremos un mensaje que Yeshúa enseño y que encontramos en la porción que estamos estudiando:
Vayicrá (Levítico) 19:18
18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Yahweh.
Mientras meditaba en esta parashá, pensaba en cuanto las personas están confundidas creyendo que pueden agradar a Elohim, sin obedecer Sus mandamientos. Y no somos llamados a criticar a nadie, pero debemos confrontar los errores que se han predicado por muchos lugares durante mucho tiempo.
Por ejemplo, tal vez hayas oído sobre una doctrina que podemos llamar como “la oración de fe”, que ha sido fundamentada por el pasaje que se encuentra en Romanos 10 que dice así:
Romim (Romanos) 10:9-10
9 Que si confesares con tu boca que Yeshúa es tu Señor, y creyeres en tu corazón que Elohim le levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Con este verso, algunos enseñan que, apenas haciendo una oración sincera, es suficiente para ser salvos; y si bien muchos avanzan en el conocimiento de la verdad, muchos se confían por este mensaje, y continúan viviendo sin santidad y practicando el pecado, creyendo que han sido perdonados. Algo que quiero resaltar en este estudio es que, debemos tener cuidado de no “espiritualizar-lo todo” con un enfoque místico.
Es cierto que, Yeshúa recibió a pecadores y comió y perdonó a muchos de ellos; pero necesitamos entender que, aun teniendo misericordia, no fue tolerante con el pecado, y eso es algo que debemos tener muy presente.
Actualmente tenemos un gran problema con el entendimiento de lo que es la gracia, pretendiendo que ya no importa si alguien tiene relaciones con otra persona del mismo sexo, o si se tiene relaciones fuera del matrimonio, usando como pretexto que no debemos juzgar a los demás. Sin embargo, las Escrituras nos revelan que, no debemos juzgar a los que no forman parte del pueblo de Yahweh, porque de esos se encargará Elohim. Pero a los que pertenecen al pueblo y se complacen con practicar el pecado, a esos debemos expulsarlos de la comunidad, porque son frutos podridos que contaminan las relaciones y la santidad.
Y entendemos que vivimos en el mundo y Yahweh así lo quiere para que seamos luz, y que otros puedan arrepentirse, así como se nos dio la oportunidad a nosotros; y eso es algo importante que, debemos hacer en la medida de lo posible, pero entendiendo que, esto no se refiere a relacionarse con los que viven conforme al mundo.
Debemos distinguir bien entre lo que es predicarle al mundo y relacionarse con el mundo. “Misericordia no es lo mismo que tolerancia”.
Necesitamos tener comunidades y congregaciones donde se promueva la pureza y la santidad y de ninguna manera pensar que la tentación y el pecado no nos afecta porque “ya recibimos al Mesías en nuestro corazón”.
Recibir a Yeshúa en nuestro corazón no significa que, somos inmunes a la tentación, y mucho menos que, tenemos pase libre para pecar, porque eso sería pisotear la Sangre de nuestro Mesías y hebreos 10 nos advierte sobre esto.
Ivrim (Hebreos) 10:28-29
28 El que viola la Ley [Torá] dada a Moshé, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Elohim, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Hermanos, no debemos pensar que somos seres con poderes sobrenaturales contra el pecado. La verdad es que, dependemos completamente de la gracia y por tanto debemos entender que, no podemos tentar a Yahweh poniendo a prueba Su paciencia; por lo tanto no debemos coquetear con el pecado, como si fuéramos inmunes a pecar.
Miremos el concejo que nos da Santiago:
Yaacob (Santiago) 1:13-15
13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Elohim; porque Elohim no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14 sino que cada uno es tentado, cuando por sus propios deseos es atraído y seducido.
15 Entonces los deseos, después que lo han seducido, dan a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
Debemos dejar de pensar que la palabra espiritual es sinónimo de místico, de romántico o de ilusión, muchas personas podrían intercambiar la palabra espiritual por alguna de las tres palabras anteriores y no les haría ninguna diferencia.
Todo lo que es espiritual, (aun cuando no podamos verlo) es práctico y verdadero, y no debe ser percibido como algo ilusorio o místico. Así mismo cuando hablamos de santidad debemos entender que no es algo que simplemente tenemos en el pensamiento, (como si se tratara de tener pensamientos bonitos y tiernos).
La santidad, aun cuando debe ser motivada desde el corazón – por medio del espíritu – debe ser practicada en lo natural.
Necesitamos aplicar la fe y la santidad en comunión, tanto en lo espiritual como en lo natural, porque así, como el cuerpo es templo del Espíritu Santo y necesitamos cuidar nuestro cuerpo para recibir al Espíritu, también debemos aplicar la fe y la santidad tanto en lo espiritual como en lo natural. Y para eso necesitamos creer y obedecer lo que Yahweh nos ordena en Su Palabra, estando todo Su pueblo unido como un solo cuerpo.
Recuerda también que la mies es mucha y los obreros pocos, por eso seguimos orando para que Yahweh envíe verdaderos discípulos que, tengan el propósito de servirle conforme a Su voluntad para trabajar en la gran comisión.
Shabat Shalom.
…
Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí