Preparados para la Batalla
Maasei (Hechos) 6:2-3
2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Elohim, para servir a las mesas.
3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Apartado y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
En algunas oportunidades, algunos hermanos nos expresan la necesidad de compartir con otros hermanos, y entendemos que es una necesidad genuina que, todos tenemos. (La necesidad de congregarnos y de compartir el pan).
Aun así, muchas veces no consiguen entender del todo que, en la gran comisión hay etapas y prioridades, sobre todo con relación a los roles y tareas que, cada uno tiene para con el servicio a Yahweh.
Y si bien, todos los miembros del cuerpo de Yeshúa, naturalmente necesitamos relacionarnos unos con otros, debemos hacerlo sin que esto afecte a las exigencias de nuestras funciones dentro del cuerpo, al igual que es enseñado en el pasaje anterior.
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Y si bien, (en el amor como hijos de Elohim) necesitamos que los más necesitados sean atendidos, la prioridad es que, el cuerpo se mantenga alimentado con el mensaje correcto de las Escrituras para que, el pueblo no se desvíe del propósito del Padre, por estar enfocados “únicamente” en las necesidades materiales. Por esta y algunas otras razones, necesitamos estar organizados y preparados para la batalla.
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Shabat Shalom y bienvenidos.
En esta oportunidad les traemos un estudio que estará enfocado en la organización que, el pueblo redimido necesita tener para estar preparados para la batalla;
Y para esto nos enfocaremos en la porción de la Torá conocida como “parashá Bamidbar” que, encontramos en el libro de Bamidbar (o números) 1:1-4:20,
Bamidbar es la palabra hebrea usada para el cuarto libro de las Escrituras que, en español es comúnmente conocido como Números; sin embargo, la palabra “números” no es una palabra correcta para traducir Bamidbar.
Lo que la palabra “Bamidbar” significa es “en el desierto” o “en tierra deshabitada” (que sería una mejor traducción), porque, lo que normalmente entendemos por desierto #imagen# en español, está relacionado con zonas áridas llenas de arena, pero Bamidbar tiene un significado que describe (más bien), zonas no pobladas, posiblemente por no tener las mejores condiciones para vivir, pero que podrían tener algún tipo de vegetación.
Entonces, este nombre que, es dado en hebreo, (tanto al cuarto libro de la Biblia, como a la primera parashá de este mismo libro) nos sirve, para enfocarnos en la situación del pueblo, en el tiempo que transcurrieron los acontecimientos descritos en este texto.
Recordando que, el pueblo permaneció en “bamidbar” #imagen o texto# por cuarenta años, como nos revela Devarim 8:2
Devarim (Deuteronomio) 8:2
2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Yahweh tu Elohim estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no Sus mandamientos.
Entonces, como mencioné antes, la parashá que analizaremos hoy, la encontramos en los primeros cuatro capítulos del libro de Bamidbar, más específicamente desde el verso 1 del capítulo 1 hasta el verso 20 del capítulo 4. Y cuando comenzamos la lectura, lo primero que encontramos es, la orden que Yahweh le da a Moshé, para que hiciera un censo.
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Vamos a comprobarlo:
Bamidbar (Números) 1:1-3
1 Habló Yahweh a Moshé en el desierto de Sinaí, en el Tabernáculo, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo:
2 Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas.
3 De veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos.
Como pudimos leer en este pasaje, Yahweh ordenó hacer un conteo de todos los varones de veinte años o más que, pudieran estar listos para la batalla contra otros pueblos.
Lo que nos revela que Yahweh quería que, el pueblo fuera consciente de que necesitaba estar preparado.
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Algunos pudieran pensar que, el censo ordenado por Yahweh, no tiene mayor relevancia y que, simplemente consistía en saber cuántos hombres (capaces de luchar) tenía el pueblo.
Sin embargo, a medida que avanzamos en el texto, podemos encontrar detalles que, nos describen como deberían estar ubicados todos los hombres de veinte años o más, según la tribu a la que pertenecían. Entendiendo que, era una distribución estratégica para estar listos para la batalla.
Y la distribución de las Tribus fue establecida en cuatro áreas alrededor del Tabernáculo, que como nos es descrito en el capítulo 2, estarían distribuidas de la siguiente manera: Al oriente (este): Judá, Isacar y Zabulón; al sur: Rubén, Simeón y Gad; al occidente (oeste): Efraín, Manasés y Benjamín; Y al norte: Dan, Aser y Neftalí.
Como dije (hace un momento) esto, está descrito en el segundo capítulo de Bamidbar, donde se nos dice también que, la tribu de Levi no formaba parte de este censo de posibles guerreros.
Bamidbar (Números) 2:33
33 Mas los levitas no fueron contados entre los hijos de Israel, como Yahweh lo mandó a Moshé.
Y nos dice también que, los levitas estarían ubicados en el centro de todo el campamento.
Bamidbar (Números) 2:17
17 Luego irá el Tabernáculo, con el campamento de los levitas, en medio de los campamentos en el orden en que acampan…
Con todo lo visto anteriormente, considero (como mencioné antes) que hay una relación directa entre la distribución de cada tribu y la preparación para eventuales batallas que Israel tendría que realizar contra otros pueblos.
Y esto me lleva a reflexionar sobre la situación mundial con relación a las guerras.
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En la actualidad, en muchos lugares del mundo hay personas que están viviendo con relativa paz.
Por otro lado, en las noticias podemos escuchar de varias guerras que están sucediendo en diferentes lugares, como la que está ocurriendo en, el este de Europa, y la que está ocurriendo en oriente medio. Pero, en general, parece que la mayoría de los países del mundo se encuentran en paz.
Y digo “paz” entre comillas, porque en diferentes lugares, existes países que, están gobernados por políticos que, tienen una manera de gobernar que, podemos describir como opresores, donde mantienen a la población con muchísimas restricciones, lo que, es casi comparable a la esclavitud.
Y también, existen varios gobiernos o naciones que, son dominados por personas con una ambición muy grande de poder, con deseos de imponerse a niveles internacionales, lo cual genera una situación mundial de “tensa calma” con relación a la posibilidad del “inicio de una guerra internacional multilateral”; es decir, de una guerra internacional donde existan más de dos bandos, creando una crisis mundial sin precedentes, solo comparable con la primera y la segunda guerra mundial.
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Algunos de los que asisten este estudio, probablemente han participado de alguna guerra, pero lo más probable es que, la mayoría de los que vean esta presentación, no hayan tenido que experimentar lo que es participar de una guerra.
Pienso que, algunos (como mucho), han formado parte del ejercito por alguna temporada, pero sin que hayan tenido alguna guerra durante su servicio, lo que puede ser muy útil para aprender disciplina; y además, creo que el no participar realmente de una guerra, es algo que puede ser muy favorable para la estabilidad emocional de las personas.
Sin embargo, considero que, esto puede generar una falsa sensación de seguridad, en la que muchos piensan que, la posibilidad de una guerra es casi nula y que la paz está prácticamente garantizada por un mundo que consideramos “civilizado”.
Y obviamente, no es que debamos estar obcecados con la guerra, pero debemos ser conscientes de que, hay una línea muy delgada entre la paz y la guerra (independientemente del lugar del mundo donde vivamos), debido al poder bélico que existe actualmente en la tierra; donde se cree que, existen armas suficientes para exterminar a toda la humanidad.
Cuando analizamos la historia humana y los tiempos de paz, podemos notar que han sido realmente pocos.
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Por nuestra naturaleza humana actual, (corrompida por el pecado) las personas son fácilmente seducidas por la ambición de poder y de riquezas. Ambición que, alimenta el egoísmo de muchos, ocasionando que los hombres (en muchos lugares y en muchas épocas) pierdan cualquier sensibilidad y empatía por su prójimo.
Lo cual, aun cuando, en el ser humano (transformado por el Espíritu de Elohim) exista un deseo de paz y armonía, debemos ser conscientes de que, nuestra condición actual de “seguridad” es una condición que se mantiene por la misericordia del Padre que, retiene y limita toda la maldad que existe en este mundo.
Actualmente existen muchas iglesias que, predican un evangelio, donde le hacen creer a las personas que, no necesitan hacer nada cuando se trata de su fe. Y esto está basado en que (como ya sabemos) ninguno puede ganarse la salvación; porque la salvación es por gracia para que nadie se gloríe.
Esto es, como si la fe, se redujera a algo en lo que pensamos y decimos creer; pero que, no hay ninguna implicación activa en esa fe; O como mucho, lo que debemos hacer, está limitado a:
- vivir según estándares morales que, han sido promovidos en gran parte por las Escrituras.
- vivir en armonía con otros creyentes y
- predicar un evangelio de un “supuesto arrepentimiento”.
Y digo, supuesto (entre comillas) porque cuando se habla de arrepentimiento, muchos están pensando que es: sinónimo de remordimiento; o simplemente están pensando, que se trata de vivir una vida “santa”, según lo que su experiencia le dice que está bien y lo que está mal, pero sin tomar en cuenta toda la Escritura.
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Recordemos que:
Timoteus Bet (2 Timoteo) 3:16-17
16 Toda la Escritura es inspirada por Elohim, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
17 a fin de que el hombre de Elohim sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Algunos, no toman mayor responsabilidad con relación a la obediencia de las Escrituras, y en trabajar verdaderamente en la gran comisión, porque les han enseñado que, si “tienes fe”, (esa fe que describí antes), entonces, antes de que haya una verdadera tribulación en el mundo, ellos serán raptados; sin tener en cuenta lo que muchos creyentes están padeciendo en muchos lugares del mundo.
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Algunos argumentan que, serán raptados igual que, lo fueron algunos personajes bíblicos como; Enoc y Elías, creyendo que Yahweh los llevó al cielo; pero se olvidan de lo que nuestro Mesías dijo en Yojanán 3:13
Yojanán (Juan) 3:13
13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.
En la actualidad, muchos están esperando ser arrebatados, según lo que describe 1 Tesalonicenses 4:17; y al igual que hacen con otros pasajes bíblicos, se posicionan en una creencia, sin profundizar en todo el contexto Bíblico.
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Miremos lo que Shaúl dijo en su primera carta a los Tesalonicenses:
Tesaloniquim Alef (1 Tesalonicenses) 4:17
17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Mesías en el aire [espiritu], y así estaremos siempre con el Mesías.
Entonces, como vimos, el texto nos habla de que el pueblo de Yahweh será arrebatado, pero las Escrituras no dicen que esto sea para librar al pueblo de alguna tribulación; en todo caso, este arrebatamiento puede librar a los redimidos de la ira de Yahweh, que es algo bien distinto.
Tesaloniquim Alef (1 Tesalonicenses) 1:9-10
9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Elohim, para servir al Elohim vivo y verdadero,
10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Yeshúa, quien nos ha de librar de la “ira” venidera.
Pero cuando hablamos de tribulación, no estamos hablando de la Ira de Yahweh; sino de pruebas que Él permite para que, el mundo se arrepienta y sea puesta a prueba la fe de los redimidos.
Al igual que, fue puesta a prueba la fe de muchos profetas y muchos discípulos que, sufrieron persecución y tribulación; inclusive los apóstoles (a los cuales se les dio poder para hacer milagros), siendo que muchos fueron perseguidos hasta la muerte.
Y ellos eran mucho más justos que nosotros, esforzándose activamente en su santidad y obediencia a las Escrituras.
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Además, recordemos lo que Yeshúa dijo:
Matityahu (Mateo) 24:7-9
7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
8 Y todo esto será principio de dolores.
9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de Mi nombre.
Realmente, la tribulación no es algo que deseamos pasar, pero debemos entender que, solo por medio de la tribulación es que nuestra fe es verdaderamente puesta a prueba. Y así como el oro es refinado en fuego, nuestra fe debe ser refinada por medio de las tribulaciones.
Las personas (a veces) nos creemos con muchos derechos y cuando algo nos sale un poco mal, consideramos que, estamos pasando una tribulación enorme, pero cuando nos comparamos con lo que tuvieron que padecer apóstoles y profetas, podemos darnos cuenta de que, nos estamos ahogando en un vaso de agua; es decir, magnificamos nuestro sufrimiento.
Antes de volver al enfoque principal de esta presentación quiero aprovechar para recomendarles nuestro estudio: Acerca del Rapto
Entonces, regresando al contexto de la parashá, donde veíamos que Yahweh ordenó un censo y que las tribus fueran colocadas en una posición estratégica (con el propósito de estar preparados para la batalla); también me parece importante resaltar que, en el censo mencionado anteriormente no estaban incluidos los varones de la tribu de Leví.
Y esto, es porque la tribu de Leví, no tenían permitido participar en las batallas contra otros pueblos, sino que, ellos deberían luchar unas batallas diferentes; unas batallas contra el pecado y contra las tinieblas.
Y considero que, algo que debemos tener en cuenta es que, Leví y su descendencia tenían características de guerreros, como podemos ver en un par de pasajes de las Escrituras.
Estos pasajes son: Bereshit 34:25 y Shemot 32:27-28
Bereshit (Génesis) 34:25
25 Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Yaacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.
Shemot (Éxodo) 32:27-28
27 Y él les dijo: Así ha dicho Yahweh, el Elohim de Israel: Pongan cada uno su espada sobre su muslo; pasen de puerta a puerta por el campamento, y maten cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.
28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moshé; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.
Es cierto que, Yeshúa enseñó que debemos usar nuestras minas y talentos para el Reino de los Cielos; sin embargo, es importante entender también que, no siempre se trata de hacer lo que más nos gusta, o aquello en lo que nos sentimos cómodos, sino en donde Yahweh nos coloca, como con el ejemplo de los descendientes de Leví que, de alguna manera condiciona a los hombres a no confiar en sus habilidades y talentos; y si a confiar antes en el poder de nuestro Elohim para desarrollarnos en lo que Él decida, doblegando nuestro orgullo.
Y algo que, también me parece relevante es el significado del nombre de Leví, que está relacionado con “permanecer sujeto” o “permanecer unido”, lo cual está relacionado con la función que Yahweh le asignó, que consistía en mantener al pueblo sujeto y unido, a Yahweh y a Su palabra, sirviendo en el Tabernáculo como sacerdotes.
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En diferentes pasajes de las Escrituras se menciona la labor asignada a los Levitas que, deberían servir en el Tabernáculo según su descendencia.
Por ejemplo:
Bamidbar 4:4-5
Bamidbar (Números) 4:4-5
4 El oficio de los hijos de Coat en el Tabernáculo, en el lugar santísimo, será este:
5 Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él, el arca del testimonio;
Si seguimos leyendo, encontramos que la descendencia de Coat, (uno de los hijos de Levi), tenía asignadas tareas específicas, diferenciándose de las tareas de los descendientes de Gersón y de Merari (los otros dos hijos de Levi).
Y enfocándonos en la organización del pueblo, con el propósito de estar preparados para la batalla, quiero que valoremos la organización encontrada en 1 Crónicas, capítulos del 23 al 27.
Donde al inicio de esta porción encontramos como David estableció la organización sobre los levitas.
Divre HaYamim Alef (1 Crónicas) 23:1-6
1 Siendo, pues, David ya viejo y lleno de días, hizo a Salomón su hijo rey sobre Israel.
2 Y juntando a todos los principales de Israel, y a los sacerdotes y levitas,
3 fueron contados los levitas de treinta años arriba; y fue el número de ellos por sus cabezas, contados uno por uno, treinta y ocho mil.
4 De éstos, veinticuatro mil para dirigir la obra de la casa de Yahweh, y seis mil para gobernadores y jueces.
5 Además, cuatro mil porteros, y cuatro mil para alabar a Yahweh, dijo David, con los instrumentos que he hecho para tributar alabanzas.
6 Y los repartió David en grupos conforme a los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari.
El texto encontrado en estos cuatro capítulos es extenso, por lo cual, no vamos a exponerlos aquí; sin embargo, cabe mencionar que a lo largo de 1 Crónicas:23-27, encontramos bastantes indicaciones de como deberían ser repartidos los oficios de cada grupo, separados en su mayoría según sus padres.
Considerando esto, me parece importante que nos demos cuenta de que, el pueblo necesitaba estar organizado tanto en el desierto como en la tierra prometida, porque
Corintim Alef (1 Corintios) 14:33
33 … Elohim, no es Elohim de confusión, sino de [εἰρήνη] unión …
Con esto en mente, quiero que entendamos que Yahweh quiere que nos organicemos, no solo como una nación, sino mucho más que eso, Él quiere que nos organicemos como una familia. Por eso es por lo que, comúnmente nos tratamos de hermanos.
Lamentablemente, muchas veces podemos usar el término “hermano” como un sinónimo de amigo o de colega, sin valorar lo que realmente significa la hermandad.
Algo que, suelo mencionar en mis estudios es la necesidad de recordar que, como pueblo redimido debemos formar parte de “El Cuerpo de Yeshúa”; Y si realmente somos un cuerpo, ¿cómo podemos no importarnos verdaderamente los unos por los otros?
¡Como, los miembros de un cuerpo (obedeciendo al cerebro) obran en favor de todo el cuerpo!
Efesim (Efesios) 4:15-16
15 … siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, el Mesías,
16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Debemos entender que la analogía de un cuerpo es algo que, representa algo que tiene implicaciones no solo espirituales, sino también en lo natural.
Y podemos darnos cuenta de esto, cuando vemos que Yeshúa constituyó diferentes funciones para que, el cuerpo se desarrollara correctamente.
Y podemos comprobarlo con la lectura de Efesios 4:11-12
Efesim (Efesios) 4:11-12
11 Y Él [Yeshúa] mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los apartados [santos] para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mesías,
Muchos (para no apoyar la gran comisión) usan el pretexto de que la salvación no es por obras; y aunque es cierto que las obras no nos salvan, si que son evidencia de una verdadera fe.
Como está escrito en Santiago 2:18
Yaacob (Santiago) 2:18
18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
La verdadera fe, se hace evidente con las obras que son necesarias para “la edificación del cuerpo del Mesías” que, es descrita en efesios 4:12, (lo cual leímos hace un momento). Y es que, como nuestro Mesías dijo; “Un reino dividido no prevalece”
Debemos estar unidos y someternos unos a otros como nos dice efesios 5:21
Efesim (Efesios) 5:21
21 Someteos unos a otros en el temor de Elohim.
Y es que, mientras más divididos estemos más débiles somos. Es cierto, que efesios 6:12 nos dice que
Efesim (Efesios) 6:12
12 … no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Lo cual nos revela que, las batallas más importantes son las espirituales, las cuales son contra las tinieblas que, tiene como propósito que, seamos esclavos del pecado.
Y por eso, Yeshúa entregó Su vida, para que, con Su espíritu, y la armadura de Elohim estemos preparados para la batalla que, primeramente, es espiritual; sin embargo, también las Escrituras nos revelan que habrá guerras entre naciones y pueblos, y que habrá gran tribulación.
Y no es que, queramos participar de esas batallas, pero, debemos ser conscientes de que así, como Noé estuvo preparado para el diluvio, también debemos prepararnos para aquellos días. Y la manera correcta es uniéndonos como una verdadera familia para apoyarnos cuando lleguen esos días.
Y si aun piensas que, la organización no es necesaria, recuerda los versos que leímos en esta presentación, en especial: Maasei (Hechos) 6:2-3 y Efesim (Efesios) 4:11-12
Shabat Shalom.
…
Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí
