¿Arrepentimiento Sin Compromiso?
Yaacob (Santiago) 2:8-10
8 Si en verdad cumplís la Ley, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la Ley como transgresores.
10 Porque cualquiera que guardare toda la Ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.
En varias oportunidades, he escuchado a diferentes personas usar el último de los versos que acabo de leer como excusa para argumentar que no debemos guardar la Ley, porque no es posible, justamente porque al fallar en tan solo uno de los mandamientos, nos hacemos culpables de toda la Ley.
Y unido a esto, suelen usar Gálatas 5:4 que nos dice que, “los que por la ley se justifican, han caído de la gracia”; y es sumamente importante reconocer que, obedecer y justificarse son dos cosas diferentes; siendo que, el que cae de la gracia no es el que obedece, sino el que se justifica por medio de la obediencia; y es que, el que no obedece la Ley, demuestra que no ama a su prójimo como a sí mismo.
Galatim (Gálatas) 5:4
4 Del Mesías se desligan, los que por la ley se justifican; de la gracia han caído.
Y con la porción de la Torá que estudiaremos en esta oportunidad, trataremos dos puntos que tienen relación con la obediencia y el compromiso.
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Shabat Shalom y bienvenidos a esta nueva presentación donde les hablaré sobre dos porciones de la Torá que encontramos en Bamidbar 30-36, conocidas como parashá Matot y parashá Masei.
Estas dos parashiot, son las dos últimas del libro de Bamidbar (que tenemos la costumbre de estudiarlas en conjunto).
Y antes de ver lo que estas porciones nos dicen, vamos a ver el significado de cada nombre.
En el caso de la palabra Matot, podemos ver que significa: Tribu teniendo una connotación de gobierno.
H4294 מַטֶּה matté
o (femenino) מַטָּה mattá; de H5186; rama (por lo que se extiende); fig. tribu; también vara, sea para castigar (fig. corrección), gobernar (cetro), lanzar (una lanza), o caminar (cayado, bastón; fig. sustento para la vida, p.ej. pan): báculo, castigo, dardo, palo, rama, tribu, vara.
Y la palabra Masei que significa: jornada o partida
H4550 מַסַּע massá
de H5265; partida (por desarmar las tiendas), i.e. marcha (no necesariamente jornada de un solo día); por impl. estación (o punto partida): jornada, marchar, mover, orden, partida, partir.
Y si unimos los dos conceptos podríamos hacer una frase que diga: “Jornada de gobierno” lo cual me parece que conecta con el estudio que haré en esta presentación.
Y ya entrando en lo que es el contenido de estas parashiot, podemos encontrar (entre diferentes temas), dos que quiero resaltar, que son la “Ley sobre los votos” y “el territorio que fue asignado a las tribus de Rubén y de Gad” (al oriente del Jordán); lo que, aun siendo dos temas bastante distintos, podemos encontrar que, en los dos casos están relacionados con algún compromiso.
Y para comprobarlo vamos a comenzar con la Ley sobre los votos que, está registrado en el capítulo 30, el cual comienza diciendo así:
Bamidbar (Números) 30:1-2
1 Habló Moshé a los príncipes de las tribus [Matot] de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Yahweh ha mandado.
2 Cuando alguno hiciere voto a Yahweh, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.
Como acabamos de leer, el pasaje dice claramente que, los votos que se hacen a Yahweh deben cumplirse.
Y como, la palabra nadár [נָדַר] en hebreo (que ha sido traducida como voto) también puede ser traducida como promesa, podemos pensar que, el pasaje anterior es igual a decir que, toda promesa o compromiso hecho con Yahweh debemos cumplirlos.
H5087 נָדַר nadár
raíz primaria; promesa (pos., hacer o dar algo a Elohim): (hacer, pagar) votos, prometer, voto.
Y cuando vemos la actitud de muchas personas en la actualidad, en especial los políticos (pero no solo) vemos una gran diferencia; siendo que muchos tienen la costumbre de hacer promesas y luego no cumplirlas; y particularmente pienso que, esto debe ser porque las personas piensan que, el hacer promesas es como expresar sus intenciones, aunque no estén realmente comprometidos a cumplirlas.
Y muchos pueden pensar que, el pasaje no habla de cualquier promesa, sino solamente de las promesas hechas a Yahweh; y esto es cierto; sin embargo, podemos ver que la actitud de prometer y no cumplir es contraria a la voluntad de Yahweh; porque el que promete sin tener un verdadero propósito de cumplir, no está hablando con la verdad.
Por otra parte, al seguir leyendo el pasaje, podemos ver algunas situaciones particulares, con relación a las mujeres.
Miremos lo que nos dicen los siguientes versos:
Bamidbar (Números) 30:3-5
3 Mas la mujer, cuando hiciere voto a Yahweh, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud;
4 si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
5 Mas si su padre la vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y Yahweh la perdonará, por cuanto su padre se lo vedó.
El pasaje que acabamos de leer, unido a otros pasajes de la Torá, genera mucha controversia en la actualidad (a lo largo y ancho de todo el mundo) inclusive en muchos grupos de creyentes; siendo que no comprenden el por qué Yahweh estableció que la mujer esté bajo la autoridad de un hombre, sea su padre o su marido.
Y lo primero a tener en cuenta, es el contexto de la humanidad cuando Yahweh dio la Tora a Moshé, siendo que las condiciones de vida eran mucho más exigentes con relación a los trabajos existentes en aquel momento, siendo que el sustento de cada familia y del pueblo en general, recaía en los hombres, tanto por los trabajos forzados como por las guerras, siendo que las mujeres no fueron creadas para estas labores.
Y en la actualidad, debido a la revolución industrial y tecnológica, donde la carga de trabajo es soportada en gran parte por maquinarias y sistemas electrónicos; muchas mujeres han tenido la opción de auto sustentarse; y no quiero para nada menospreciar el valor de las mujeres, pero necesitamos ser realistas, y entender que hombres y mujeres tenemos diferentes condiciones físicas y mentales; las cuales nos complementan.
Y aunque en nuestros días, la mujer tiene la opción de ser independiente (laboralmente hablando); necesitamos entender que las diferencias esenciales entre hombres y mujeres no han cambiado, aunque muchos insistan en enseñar o decir lo contrario.
Por lo que cada mujer que este bajo el techo de su padre o de su marido, debería tener en consideración estos pasajes; y no es que la mujer deba ser sumisa a su padre o a su marido; sino más bien, debe enfocarse en obedecer la voluntad de Yahweh, igualmente que el padre o el marido, deben actuar en amor hacia las mujeres, (en obediencia a Yahweh) valorándolas como a vaso más frágil.
Debemos tener en cuenta que, siendo que, el padre o el marido tienen mayor autoridad, también (y esto hay que resaltarlo) también tienen mayor responsabilidad sobre los votos o promesas realizadas por las mujeres que estén bajo su autoridad.
Ahora, habiendo analizado brevemente el capítulo 30 de Bamidbar, miremos lo que nos dice el capítulo 32
Bamidbar (Números) 32:1-5
1 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy inmensa muchedumbre de ganado; y vieron la tierra de Jazer y de Galaad, y les pareció la tierra lugar de ganado.
2 Vinieron, pues, los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron a Moshé y al sacerdote Eleazar, y a los príncipes de la congregación, diciendo:
3 Atarot, Dibón, Jazer, Nimra, Hesbón, Eleale, Sebam, Nebo y Beón,4 la tierra que Yahweh hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.
5 Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dense estas tierras a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.
Anteriormente les comenté que, en esta presentación, había dos temas que quería resaltar que, tienen relación con el compromiso.
El primero de ellos (como vimos antes) es el caso de los votos hechos a Yahweh; es decir, aquellas promesas o compromisos que hacemos a nuestro Creador.
Y en el pasaje anterior, vemos que, en el contexto del capítulo 32 se dice que las Tribus de Rubén y de Gad, querían quedarse en las tierras ya conquistadas, sin luchar junto a las otras tribus para conquistar el resto de la tierra prometida.
Básicamente, (en el pasaje anterior) estas dos tribus querían evitar el compromiso de luchar en la conquista de toda la tierra prometida; y en respuesta, Moshé les respondió lo siguiente:
Bamidbar (Números) 32:6-7
6 Y respondió Moshé a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?
7 ¿Y por qué desanimáis a los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado Yahweh?
Además de esto, Moshé los comparó con sus padres – los cuales murieron en el desierto a causa de su falta de compromiso con la voluntad de Yahweh (en relación a la conquista de la tierra) – y por último, les dijo que, si ellos se volvían en contra de Yahweh; es decir, si no le obedecían, Yahweh les haría como a sus padres, y morirían en el desierto.
En este punto quiero que pensemos por un momento: ¿Quién conquistó la tierra prometida?
Algunos entienden que quien ganó las batallas contra los cananeos fue Yahweh y otros pensarán que fueros las tribus de Israel.
Pero creo que pocos entienden que las dos respuestas son correctas; y digo esto, porque (en la actualidad) muchos asumen que Yahweh restaurará al mundo por medio de Yeshúa sin que nosotros tengamos que hacer nada para ello.
Y sobre esto quiero hablar más adelante; Por ahora quiero que veamos lo que respondieron las tribus de Simeón y Gad a las palabras de Moshé
Bamidbar (Números) 32:16-18
16 Entonces ellos vinieron a Moshé y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños;
17 y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país.
18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.
Aquí podemos notar que, estas dos tribus reaccionaron correctamente a la exhortación dada por Moshé.
Y si pensamos como responderían muchos en nuestros días, dirían algo como: “El que da la victoria es Elohim” o “A nosotros Yahweh ya nos bendijo con esta tierra” o podrían decir: “Yahweh les dará la victoria a las otras tribus” y usarían este tipo de razonamiento para excusarse y no esforzarse.
Y en este punto, me gustaría ver un ejemplo de lo que es un verdadero compromiso, al leer el capítulo 1 de Samuel.
En esta porción de las Escrituras nos encontramos a una mujer llamada Ana que no conseguía quedar embarazada.
Ana era la esposa de un hombre llamado Elcana, el cual tenía otra esposa que le dio varios hijos; y Ana además de la tristeza de no poder tener hijos, tenía que soportar el desprecio de la otra esposa.
Pero Ana confiaba en que Yahweh tiene el poder de hacer que una mujer estéril pueda quedar embarazada, y lo comprobamos a partir del verso 9
Shemuel Alef (1 Samuel) 1:9-11
9 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Yahweh,
10 ella con amargura de alma oró a Yahweh, y lloró abundantemente.
11 E hizo voto, diciendo: Yahweh de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo Te lo dedicaré todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
Lo que podemos ver en este pasaje es que, Ana hizo un voto; es decir, Ana le prometió a Yahweh que, si ella quedaba embarazada y daba a luz un niño, ella lo dedicaría al sacerdocio.
Y Yahweh le concedió quedar embarazada como nos indica el resto del capítulo; y Ana, cumpliendo su compromiso, en el tiempo adecuado lo trajo al sacerdote Eli, para que su hijo sirviera en todo tiempo a Yahweh.
Y como muchos ya saben, este niño fue el profeta Samuel; un hombre muy comprometido con el servicio a Yahweh. Y con esto podemos ver que Yahweh se agrada con los compromisos enfocados a servirle.
Muy diferente a lo que muchos piensan hoy en día, donde creen que Yahweh es un Elohim que actúa como algún tipo de genio de la lampara que está para conceder deseos a aquellos que aprenden mucho de las Escrituras y lo mencionan mucho pero no están dispuestos a comprometerse.
Muchos (en nuestros días) dicen amarle, pero pocos son los que verdaderamente le obedecen y le sirven.
Lo que me recuerda lo que mencioné antes, diciendo que, muchos asumen que Yahweh restaurará al mundo por medio de Yeshúa sin que nosotros tengamos que hacer nada para ello. Pero ¿Será esto lo que nos revelan las Escrituras?
Diferentes pasajes nos revelan que Yeshúa vendrá con poder a juzgar a los impíos, y que Él es nuestro redentor y Rey, pero lo que no dicen las Escrituras es que debamos esperar su regreso sin hacer nada; más bien Yeshúa mencionó una parábola de 10 vírgenes que podemos encontrar en Mateo 25
Matityahu (Mateo) 25:1-4
1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.
2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
4 pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Está claro que Yeshúa vendrá a por Su novia, y juzgará a los impíos, pero en cuanto esperamos su regreso, ¿Qué debemos hacer? ¿Acaso, solo debemos estudiar y debatir las Escrituras? ¿Es suficiente con aplicarla individualmente?
Constantemente recuerdo en los estudios que hago que, las Escrituras dicen que nosotros debemos ser el Cuerpo de Yeshúa, cada uno de nosotros como un miembro.
A veces me pregunto, si las personas piensan que esto es similar a ser un accesorio, como un reloj, o unos sarcillos, o tal vez como unas muletas o un bastón. Pienso que muchos creen que formar parte del cuerpo de Yeshúa es algo que puede ser apenas cuando nos conviene. Y esto me recuerda una mentira que se promueve por muchas partes en la actualidad, y particularmente me incomoda mucho; a lo que me refiero es al dicho de que la verdad es relativa.
También debo decir que, mirando los significados de la palabra “verdad” y la palabra “realidad” se puede generar este tipo de confusión, pero debemos tener muy presente lo que nos dice Juan 14:6
Yojanán (Juan) 14:6
6 Yeshúa le dijo: Yo Soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí.
Yeshúa mismo dijo que Él es la verdad; entonces desde una perspectiva bíblica “la verdad” no es algo subjetivo que dependa del punto de vista de cada persona.
Es cierto que cada persona tiene experiencias diferentes, y puede percibir a Yeshúa de formas un poco diferentes, pero eso no cambia quién es Él, lo que hizo (y hace) por nosotros y el compromiso que debemos tener con Él y Su Padre.
Por otro parte, conforme al compromiso y la verdad, debemos recordar lo que Yeshúa dijo en Mateo 5:37
Matityahu (Mateo) 5:37
37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; y no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Con esto quiero que entendamos que nuestras palabras conforme al pasaje de los votos y el compromiso hecho por las tribus de Rubén y Gad, deben ser firmes, no dejando de cumplirlos.
Un voto o compromiso que no se cumple, procede de un mal espíritu, por esto el apóstol Santiago escribió lo siguiente:
Yaacob (Santiago) 4:13-17
13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y negociaremos, y ganaremos;
14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Adón quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
17 pero al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, está cometiendo pecado.
El que sabe hacer lo bueno y no lo hace está pecando, pero ¿Qué es hacer lo bueno? Las Escrituras nos revelan que hacer lo bueno es obedecer la Torá. Justamente, porque lo contrario es pecado; (o sea, la transgresión de la Ley) como nos dice 1 de Juan 3:4
Yojanán Alef (1 Juan) 3:4
4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
Y tenemos un gran ejemplo del escrito del apóstol Shaúl en Filipenses 3 donde nos revela que está constantemente esforzándose en servir a Yahweh y Su pueblo.
Miremos lo que dice:
Filipim (Filipenses) 3:11-14
11 Si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Yeshúa.
13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Elohim en Yeshúa.
Hermanos, recordemos el compromiso que hicieron las tribus de Rubén y Gad.
Bamidbar (Números) 32:16-18
16 Entonces ellos vinieron a Moshé y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños;
17 y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país.
18 No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.
Con esto podemos ver que las dos tribus entendieron la importancia de poner el servicio a Yahweh y al pueblo como prioridad sobre sus propias familias y posesiones. El Mesías también dijo que el que ame a algún familiar más que a Él, no es digno de Él. Debemos tener amor por nuestros familiares, de manera bíblica.
Tenemos como mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, pero debemos amar a Yahweh sobre todas las cosas, y el que realmente ama a Yahweh, no pone excusas o pretextos en todo momento para no servir a Elohim y a Su pueblo.
Hermanos, somos llamados a formar parte de la familia de Yeshúa, esto es en un contexto de nación; por lo tanto, dejemos el amor por lo que fuimos en el pasado, – nacionalidad o identidad en el mundo – y pidamos a Yahweh que nos dé un corazón de verdaderos israelitas Bíblicos.
Donde gobierne Yahweh por medio de sus siervos, de una manera ordenada, poniendo nuestras prioridades en prepararnos para el tiempo del regreso de Yeshúa, buscando establecernos en comunidades que nos representen aplicando la Tora y viviendo en santidad.
Shabat Shalom.
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Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
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