Lashón Hará: La Lengua Maligna

El judaísmo tradicional enseña una doctrina contra la Lashón Hará, o la “lengua maligna.” Como vamos a ver, si esta doctrina se aplica con un espíritu de amor, puede ser muy bueno. Sin embargo, si se aplica con algún otro espíritu, puede ser muy destructivo.

Lashón Hará (לשון הרע) fue pensado originalmente como un decreto contra el chisme. Se basa en Levítico 19:16 y nos dice que no debemos calumniar o tomar una posición en contra de la vida de nuestro prójimo.

Vayiqra (Levítico) 19:16
16 No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo soy Yahweh.

Además, el noveno mandamiento nos dice que no hablemos falso testimonio contra nuestro prójimo.

Shemot (Éxodo) 20:16
16 No hablarás falso testimonio contra tu prójimo.

El hecho de que el mandamiento de no dar falso testimonio contra tu prójimo sea uno de los Diez Mandamientos nos muestra cuan serio es Yahweh con respecto a esto. Sin embargo, la doctrina judía contra la Lashón Hará va más allá: Nos dice que ni siquiera deberíamos hablar despectivamente contra nuestros vecinos. Esta idea se deriva del cómo Miriam (María) fue castigada por hablar despectivamente contra Moshé (Moisés).

Bemidbar (Números) 12:1-2
1 Miriam y Aarón hablaron contra Moshé a causa de la mujer Cusita que había tomado; porque él había tomado mujer Cusita.
2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Yahweh? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Yahweh.

Lo que dijo Miriam era esencialmente cierto: Yahweh no había hablado solamente mediante Moshé, sino que también había hablado a través de otros miembros de la congregación de Israel. Sin embargo, como el discurso de Miriam no era constructivo, sino despectivo y divisivo, Yahweh lo consideró “maligno”.

Aunque Miriam y Aharon estuvieron presentes, ella es mencionada primero en la narración. Dado que Miriam fue la castigada, algunos estudiosos creen que ella fue quien inició la calumnia. En cualquier caso, el castigo de Miriam por hablar contra el líder terrenal de la nación de Israel iba a ser afectada con tzaraas (“lepra”) durante siete días.

Bemidbar (Números) 12:10
10 Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que Miriam estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a Miriam, y he aquí que estaba leprosa.

Ya sea hablando, escribiendo, o de otras formas (como electrónicamente), el judaísmo enseña que toda comunicación es casi siempre “mala” si cumple con los siguientes cuatro criterios:

1. Se dice algo negativo acerca de una persona o grupo.
2. Es algo previamente no conocido por el público.
3. No se pretende corregir o mejorar una situación negativa.
4. Es verdad.

Si los cuatro criterios se cumplen, la comunicación es casi seguro lashón hará. Sin embargo, el judaísmo también enseña una quinta estipulación: que dicha comunicación puede ser incluso obligatoria si uno es consciente de la posibilidad de que otra persona sufra un daño en el futuro. En este caso, uno está éticamente obligado a avisar a la otra persona, para evitar perjudicarla. Como veremos, esta es la clave para entender cómo la doctrina de “Lashón Hará” aplica al Pacto Renovado (“Nuevo” Testamento).

El judaísmo tradicional considera la “Lashón Hara” como uno de los pecados más graves de todos. El judaísmo tradicional también nos dice que no debemos confundir “Lashón Hará” con “motzei shem ra” (calumnia pura), que es hablar cosas burlonas que no son ciertas. Según la razón de los rabinos, si hablamos lo que es verdadero (pero es negativo, divisivo y/o una burla) cometemos uno de los peores pecados, entonces ¿cuánto más grave es el pecado de fabricar una mentira total y completa contra otro ser humano?

Algunos eruditos creyentes cuestionan si esta doctrina, de la Lashón Hará, es correcta, o si se debe aplicar en el contexto del Pacto Renovado. Estos eruditos señalan que si los cuatro (o cinco) principios se aplican en su sentido más estricto, el apóstol Shaul (Pablo), Yeshúa, y tal vez incluso Yahweh podrían condenar esta acción por hablar “maldades”. Sin embargo, a pesar de que ninguno de los apóstoles fue perfecto, si sabemos que Yahweh y Yeshúa son perfectos, así que, echemos un vistazo a estos casos con más detalle.

Timoteos Bet (2 Timoteo) 4:14-16
14 Alejandro el calderero me ha causado muchos males; que Yahweh le pague conforme a sus hechos.
15 Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras.
16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.

En sus escrituras, el apóstol Shaul menciona nombres. Algunos comentaristas sugieren que la única manera en que Shaul pudo haber hablado legítimamente en contra de Alejandro fuera si un beit din (tribunal) juzgo en contra de Alejandro en favor de Shaul. Esto nos dice que, entonces y sólo entonces, se justificaría el apóstol Shaul al hablar una declaración verdadera que era negativa hacia Alejandro.

Mientras, por el bien del contexto de este pasaje parece tener en cuenta la posibilidad de que hubo una audiencia en la corte, esto no ha sido comprobado. Parece irrazonable que la única razón por la cual Shaul podría permitirse comunicar la verdad a Timoteo, fuera porque un tribunal había dictaminado previamente a favor de Shaul. El propósito de Shaul al escribir a Timoteo fue claramente para advertirle (y a aquellos a quienes él guiaba) y evitar que le hicieran daño. Esto está claramente en consonancia con la estipulación quinta, que el hablante está éticamente obligado a transmitir la información que cree que podría salvar a otros de ser perjudicados.

Los rabinos podrían considerar esta declaración de Yeshúa como Lashón Hará.

Mattityahu (Mateo) 15:13-14
13 Pero respondiendo Él, dijo: Toda planta que no plantó Mi Padre celestial, será desarraigada.
14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.

De acuerdo con las estrictas reglas de interpretación, los comentarios de Yeshúa podrían ser considerados Lashón Hara porque:

1. Él dice algo negativo acerca de una persona o grupo.
2. Él está diciendo algo antes no conocido por el público.
3. Él no está dirigiendo Su intento para corregir el comportamiento de los rabinos hacia ellos;
4. Sus declaraciones son (por definición) verdad.

Sin embargo, la estipulación quinta también entra en juego aquí. Yeshúa está tratando de advertir a Sus discípulos a no ser como los escribas o fariseos, a fin de evitar el juicio en el futuro (es decir, evitar un daño). La razón de Yeshúa de hablar de manera tan penetrante, puede ser con el fin de remarcar un hecho para que no se repita, por lo tanto, las observaciones de Yeshúa no califican como Lashón Hara.

Aquí hay otra declaración de Yeshúa que el judaísmo tradicional probablemente clasificaría como Lashón Hará.

Yojanán (Juan) 8:44-47
44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
45 Y a Mí, porque digo la verdad, no Me creéis.
46 ¿Quién de vosotros Me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no Me creéis?
47 El que es de Elohim, las palabras de Elohim oye; por esto no Me oís vosotros, porque no sois de Elohim.

Nota que:

1. Yeshúa dice algo negativo acerca de una persona o grupo.
2. Él está diciendo algo que antes no es conocido por el público (es decir, no es de conocimiento común).
3. Sus declaraciones son (por definición) verdad.
4. Él no dirige Su intento para corregir o mejorar el comportamiento de los rabinos hacia ellos.

En lugar de guardar rencores secretos, el judaísmo espera que la gente hable lo que es correcto. Esta ética nacional de “limpiar el aire” puede derivar de Levítico 19:17 y 18, que nos ordena “ciertamente” reprender a nuestros vecinos, para que, como nación, no guardemos pecados (o sea, no mantengamos rencores) a causa de ellos.

Levítico 19:17-18
17 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; ciertamente reprenderás a tu prójimo, para que no participes de su pecado.
18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Yahweh.
(17) לֹא תִשְׂנָא אֶת אָחִיךָ בִּלְבָבֶךָ | הוֹכֵחַ תּוֹכִיחַ אֶת עֲמִיתֶךָ וְלֹא תִשָּׂא עָלָיו חֵטְא:
(18) לֹא תִקֹּם וְלֹא תִטֹּר אֶת בְּנֵי עַמֶּךָ וְאָהַבְתָּ לְרֵעֲךָ כָּמוֹךָ | אֲנִי יְהוָה

Este pasaje es especialmente revelador para los occidentales, ya que la versión de la Biblia “King James” nos da una interpretación equivocada de este pasaje, y este legado sigue vivo en el pensamiento occidental y de los códigos de ética.

Vayikra (Levítico 19:17-18) (KJV)
17 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; nunca en manera alguna, reprenderás a tu prójimo, y no pondrás pecado sobre él.
18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy [Yahweh].

La traducción en la Versión King James (la biblia KJV) parece sugerir que nunca debemos reprender a nuestro prójimo, porque eso sería poner “pecado sobre él.” Sin embargo, esta lectura es lo contrario a lo que el hebreo realmente dice. En hebreo, el mandamiento es “ciertamente” reprender al prójimo, basada en la duplicación de la raíz de la palabra yakaj (הוֹכֵחַ תּוֹכִיחַ). Cuando una palabra raíz se duplica o se repite, se convierte en un imperativo.

El hebreo de este pasaje también es interesante para analizar en el contexto de la lógica del bloque hebreo. La “Lógica de Bloque” nos dice que cuando Yahweh pone lo que parece como pensamientos dispares (como en Levítico 19:17 y 18), estos pensamientos están relacionados entre sí, aunque la conexión no es fácil de identificar para el lector casual. Cuando aplicamos la lógica de bloque a Levítico 19:17 y 18, parece que el significado de Yahweh para este pasaje fuera; que para demostrar que amamos verdaderamente a nuestro prójimo como a nosotros mismos, tenemos que “ciertamente” reprender a nuestro prójimo, para que puedan aprender y mejorar. Si no los reprenden, ¿cómo van a aprender lo que está mal, y si no saben que algo está mal, ¿cómo van a mejorar? Además, independientemente de si la otra parte nos oye, una vez que hemos “sacado las cosas fuera de nuestro pecho” y hemos “limpiado el aire”, no es necesario “cargar su pecado”.

La Lógica de Bloque parece indicar que, si amamos a alguien, vamos a hacer todo lo posible para ayudarle a mejorar, y esto parece ser exactamente lo que Yeshúa estaba haciendo en Juan 8:44-47 (arriba). Al reprender “seguramente” a los fariseos, Yeshúa les había dado testimonio; por lo tanto, había hecho Su parte para darles la opción de cambiar.

Yahweh habla de la importancia de esta misma clase de testimonio a través de Su profeta Ezequiel. Al hablar la verdad en amor, nosotros entregamos nuestras propias almas.

Yehezqel (Ezequiel) 3:17-19
17 Hijo de hombre, Yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de Mi boca, y los amonestarás de Mi parte.
18 Cuando Yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.
19 Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.

La clave aquí, sin embargo, es hablar la verdad en amor verdadero y no fingido, en lugar de con ira, condenación, sentencia o cualquier otra emoción. Mientras Yahweh nos invita a ponernos de pie y hablar a favor de lo que está bien, siempre debemos recordar que la meta no es criticar, censurar o juzgar a nadie. Más bien, debemos tener muy presente que el objetivo final es que el cuerpo del Mesías aprenda a edificarse en amor.

Efesim (Efesios) 4:11-16
11 Y El mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mesías,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Elohim, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
15 sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Él Mesías,
16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí, por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Para no subestimar la importancia de ayudar al cuerpo a aprender a edificarse a sí mismo en amor, vamos a considerar las instrucciones de Yeshúa en Mateo 5:21-26, donde nos dice que, si hemos hecho algo para ofender a nuestros hermanos, o si no perdonamos o no nos reconciliamos con ellos, Yahweh no acepta nuestras ofrendas.

Mattityahu (Mateo) 5:21-26
21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
22 Pero Yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: ¡Raca! [te escupo], a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: ¡Morós! [necio, ignorante], quedará expuesto al infierno de fuego.
23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tú hermano tiene algo contra ti,
24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.
26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.

La ira, la hostilidad o las emociones con ira cuando uno reprende, son exactamente lo contrario del comportamiento apacible y tranquilo que Yahweh quiere que desarrollemos. Para complacer a Yahweh, nuestros reproches a un hermano deben ser con amor, ayudándolo a resolver sus problemas.

Galatim (Gálatas) 6:1-5
1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la Torá de Mesías.
3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
4 Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro;
5 porque cada uno llevará su propia carga.

Si de verdad amamos a nuestros hermanos y esperamos poder ayudarlos tal como nos gustaría a nosotros ser ayudados; nuestro reproche debe ser entregado en bondad y sin ira, porque la ira del hombre no obra la clase de afecto fraternal que Yahweh Elohim desea.

Yaakov (Santiago) 1:19-20
19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Elohim.

¿Podemos imaginar a Yeshúa hablando estas palabras en amor y dolor, tratando desesperadamente de advertir a los hermanos, que tanto amaba, que tenían que cambiar sus formas, de modo que no se enfrenten al juicio futuro por creer en su propia justicia?

Mattityahu (Mateo) 23:13-14
13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.

Cuando estamos llamados a ofrecer un reproche, por lo general, una de las razones por las que estamos llamados a ofrecerlo es porque vemos a la otra parte haciendo algo que está mal. Pero, en estos tiempos, ¿no es fácil sentirnos superiores en nuestra carne? ¿Qué tan fácil es para nosotros sentirnos como justos?

Luqa (Lucas) 18:9-14
9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, también dijo esta parábola:
10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Elohim, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Elohim, sé propicio a mí, pecador.
14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

Shaul nos dice que si queremos que la paz de Elohim esté con nosotros, entonces sin tonterías de ningún tipo, necesitamos hacer un esfuerzo consciente para enfocarnos en lo positivo, en lugar de lo negativo.

Filipim (Filipenses) 4:8-9
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Elohim de paz estará con vosotros.

Centrarse en el bien es escoger la vida, lo que nos ayudará en todos los aspectos de nuestra vida, especialmente cuando se aplica en nuestra comunicación con los demás. Yaakov (Jacob) muestra muy bien la importancia de hablar con suavidad y de forma pacífica, y centrándose en hablar solamente el bien.

Yaakov (Santiago) 3:1-13
1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.
4 Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.
5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;
8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
9 Con ella bendecimos al Elohim y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Elohim.
10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.

La sabiduría se demuestra por su mansedumbre. Por lo tanto, cuando el habla o el comportamiento de un hombre no es manso, ¿podría tal persona estar llena del espíritu de sabiduría en ese momento?

Para que no pensemos que el llamado de Yaakov a tener un discurso manso, humilde y positivo en todo momento es demasiado, consideremos las palabras de Yeshúa:

Mattityahu (Mateo) 12:35-37
35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
36 Más, Yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Las cosas que salen de nuestras bocas indican lo que hay en nuestros corazones.

Una vez más, Yahweh nos muestra que para amar verdaderamente a nuestros hermanos y ayudarlos a mejorar, tenemos que poner nuestras emociones a un lado y hablar con ellos, en amor, tal como esperamos que nos hablen.

Mattityahu (Mateo) 7:12
12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la Torá y los Profetas.

Es extremadamente difícil cuando la persona a la que le hablamos no escucha nuestras palabras. Puede ser un verdadero constructor de paciencia recordar que sólo Yahweh puede convencer, particularmente si el tema es “enfurecedor” para nosotros, nos ha hecho tropezar o a los que amamos en el pasado, o está hiriendo activamente a los que amamos. Una vez que hayamos hecho nuestro mejor trabajo de entregar el mensaje en amor, debemos dejar ir el resultado y colocarlo en el altar de Yahweh.

Romim (Romanos) 14:4
4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es Elohim para hacerle estar firme.

En efecto, debemos ser extremadamente cautelosos cuando algo “presiona nuestros botones sensibles”, ya que esto indica que es posible que tengamos una falla similar o relacionada.

Romim (Romanos) 2:1
1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.

Yeshúa nos dice que debemos juzgar con un juicio justo, así que sabemos que es posible que juzguemos (aunque sea los frutos de otro hombre). Sin embargo, cuando nos encontramos enojados o emocionalmente alterados, necesitamos detenernos y recordar que no somos más que mensajeros de Yahweh. Nuestro mensaje debe ser transmitido con toda mansedumbre y amabilidad, si queremos que tenga el máximo efecto; y debemos asegurarnos de no hablar mal de nuestro hermano.

Yaakov (Santiago) 4:11-12
11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la Torá y juzga la Torá; pero si tú juzgas la Torá, no eres hacedor de la Torá, sino juez.
12 Uno solo es el dador de la Torá, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?

Como dice el proverbio de nuestros padres: “Un hombre convencido contra su voluntad es un hombre de la misma opinión todavía, y una mujer aún más”. Uno de los pecados más grandes es pensar que estamos sin pecado, por lo que, si nuestro hermano no escucha nuestra reprensión, en vez de llegar a juzgarlo, tenemos que postrarnos sobre nuestros rostros y orar por nuestro hermano a quien amamos.

Considera la justicia de David.

Tehillim (Salmos) 35:11-14
11 Feroces testigos se levantan. Me preguntan cosas que no sé.
12 Me recompensan mal por bien, para tristeza de mi alma.
13 Pero en cuanto a mí, cuando estaban enfermos, mi ropa era de cilicio; Me humillé con ayuno y mi oración regresó a mi corazón.
14 Paseé de un lado a otro como si fuera mi amigo o hermano. Me incliné pesadamente, como quien llora a su madre.

David también modeló el dominio de sí mismo, evitando decir cualquier cosa cuando sus emociones estaban aún calientes dentro de él.

Tehillim (Salmos) 39:1-3
1 Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua;
Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí.
2 Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; Y se agravó mi dolor.
3 Se enardeció mi corazón dentro de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí [después] con mi lengua:

Puede ser un verdadero reto para nosotros mantener la lengua callada mientras estamos frente a una provocación. Sin embargo, Yahweh refina a Su pueblo en el crisol, y uno de sus medios de hacerlo es pidiéndonos que contengamos nuestra lengua.

Considera también la rectitud de Abigail, que sólo habló negativamente de su marido Nabal para evitar que David se vengara (salvando así la vida de Nabal).

Shemuel Alef (1 Samuel) 25:32-33
32 Y dijo David a Abigail: Bendito sea Yahweh Elohim de Israel, que te envió para que hoy me encontrases.
33 Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y de vengarme por mis propias manos.

Una de las claves para poder gobernar nuestra lengua, es conocer nuestras responsabilidades y dónde terminan estas, por lo que, una vez que hayamos sido testigos a nuestros hermanos, podemos orar confiados por ellos, porque Yahweh controla todas las cosas dentro de Su universo. Esto hace que sea más fácil recordar que, aparte de amar y servir a Elohim, nuestro trabajo es amar y ser testigos a nuestros hermanos en todo momento.

Luqa (Lucas) 6:27-38
27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;
28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.
29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.
30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.
31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos.
36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

Considera el poder ilimitado de Yahweh sobre el universo. Cualquiera sea la medida que usemos para formar nuestras opiniones de otras personas, será la medida que Yahweh usará cuando Él nos juzgué. Por lo tanto, sin ser necios, si somos misericordiosos y bondadosos al formar nuestras opiniones sobre los demás, de la misma manera, Yahweh será misericordioso y bondadoso cuando Él forme Su opinión sobre nosotros.

Yaakov (Santiago) 2:12-13
12 Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la Torá de la libertad.
13 Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.

¿De qué manera la misericordia triunfa sobre el juicio?

Si podemos detectar los defectos de los demás, ¿creemos que estamos completamente libres de pecado? ¿Creemos que nuestras acciones cotidianas son totalmente justas? ¿O estamos dispuestos a admitir que tal vez tengamos defectos que no vemos? Y si es así, ¿es posible que los demás también estén ciegos a algunos de sus defectos, y que sólo Yahweh tenga el poder de condenar?

La doctrina del Lashón Hará nos da pautas específicas de cómo comportarnos. Que Yahweh nos ayude para que podamos ser un modelo para nuestros hermanos, para que incluso en el calor del momento trabajemos en nuestra salvación con temor y temblor.

Mattityahu (Mateo) 5:48
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

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