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Imagina que eres un Príncipe

Imagina que tú y tu familia están cenando en casa y, de repente, un hombre extraño entra, se sienta en tu mesa y empieza a comer. Cuando le preguntas que es lo que cree que está haciendo, él te dice que está “haciendo crecer tu reino.”

Tú estás a favor de la bondad, el perdón y la caridad, por esto lo dejas quedarse en tu casa por ahora. Sin embargo, día tras día se sienta en tu mesa, te pide muchas cosas y come de tu provisión. Nunca ayuda con las finanzas, nunca limpia y nunca ayuda en tu casa.

Continuamente toma todo gratis, hace muchas peticiones, y ofrece una gran cantidad de opiniones. Cada vez que le preguntas amablemente cuándo va a empezar a hacer algo para ayudarte, te mira extrañado, como curioso, o se enoja y te grita. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que llames al 911 para que este hombre sea sacado por la fuerza de su hogar?

Tomemos un segundo escenario. Un hombre entró en el palacio del Rey David, se sienta en su mesa, y comienza a alimentarse. Día tras día, lo único que hace es sentarse y comer. Él da todo tipo de consejos no solicitados sin realmente entender cómo funciona la corte del Rey David, con todo esto, nunca hace nada útil para el Rey, ni ayuda en la expansión de su imperio. Cuando el monarca le pregunta cómo va a ayudar a ampliar su reino, este sólo le da una mirada hostil. ¿Por cuánto tiempo creen que el Rey David dejará a este hombre vivir?

Ahora imagina este tercer escenario. Un hombre entra en la sala del trono de Yahweh, se sienta en la mesa y comienza a comer. Este hombre nunca hizo nada importante para ayudar a construir el imperio de Yeshúa en la tierra, y, sin embargo, él siente que tiene el derecho de comer en la mesa de Yahweh. Cuando se le preguntó el por qué, él dice que es “porque se alimentaba” en Shabat, cada semana.

La mesa de Yahweh es muy grande, aun así, solamente hay cierta cantidad de lugares. Pero, para que este hombre pueda tomar asiento, uno de los patriarcas, ó uno de los reyes justos de Israel, ó uno de los profetas de Yahweh, ó uno de los apóstoles de Yeshúa tiene que quedarse afuera.

Si tú fueras Yahweh ¿qué harías? ¿Mandarías a uno de los patriarcas, o a uno de los reyes justos de Israel, o a uno de los profetas, o a uno de los apóstoles de tu hijo Yeshúa salirse de la mesa, solo para que este hombre pueda sentarse allí? ó ¿no te gustaría ver a este hombre atado de pies y manos, y echado en las tinieblas de afuera?

¿Una Recompensa a base de qué?

¿Qué harías si esto pasara en tu casa?

Muy pocos creyentes viven sus vidas como los apóstoles, abandonándolo todo para hacer la voluntad de Yahweh. Aun así, muchos creyentes creen que van a recibir la misma recompensa que los apóstoles, solo porque “guardaron el Shabat”. Pero esto no tiene sentido.

¿Crees que los que leen acerca de las buenas obras de los demás, suelen recibir la misma recompensa que los que en realidad hicieron las obras buenas? ¿Reciben la misma recompensa que aquellos que ayudaron a los trabajadores a hacer su labor? ¿Acaso Yahweh nos recompensará sólo por comer en Su mesa?

Recompensa basada en Obras

Muy pocos creyentes dedican sus vidas enteras para desarrollar el imperio de Yahweh aquí en la tierra. Muy pocos creyentes muestran la misma devoción como el Rey David, Jeremías, Ezequiel, o los apóstoles tuvieron y, sin embargo, estas mismas personas parecen creer que serán parte de Su novia.

¿Qué está mal en esta idea? ¿Por qué las expectativas de la mayoría de los creyentes son de que su recompensa no está completamente relacionada con sus aportes en la construcción del Imperio de Yahweh? ¿Cómo es que no están trabajando ni ayudando a los que están haciendo el trabajo y, sin embargo, esperan una recompensa justa solo porque “guardaron” el Shabat?

Hitgalut (Revelación) 20:12-13
12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, parados ante Elohim, y los libros fueron abiertos. Y otro libro fue abierto, el cual es el Libro de la Vida. Y los muertos fueron juzgados según sus obras, por las cosas que estaban escritas en los libros.
13 Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos. Y fueron juzgados, cada uno según sus obras.

¿Por qué existen estas grandes discrepancias entre la percepción y la realidad? ¿Por qué Su pueblo cree que pueden vivir sus vidas como mundanos y sin embargo ser considerado como santos?

¿Cómo es que tantos hermanos efraimitas no quieren ayudar al sacerdocio a traer el testimonio de Efraim juntos y, sin embargo, aún esperan recibir la misma recompensa eterna como si hubieran dedicado toda su vida a extender y profundizar Su imperio?

Una nueva Mirada a Su Novia

A la mayoría de los cristianos siempre se les ha enseñado que todo lo que tienen que hacer para ser tomados como parte de Su novia es simplemente “creer” en Yeshúa (en un sentido intelectual). ¿Cuántas veces hemos escuchado a los predicadores decir: “¡Sólo tienes que creer en el nombre de Jesús, y serás salvo!” Sin embargo, ¿es esto lo que realmente enseñan las Escrituras?, o ¿no habrá algo más que esto?

Curiosamente, al juzgar su comportamiento, la mayoría de los mesiánicomesiánicos (e incluso algunos Nazarenos) parecen creer que todo lo que necesitan hacer es aceptar a Yeshúa como el Mesías, luego guardar el Shabat y las fiestas. Parece que creen que al escoger y elegir qué mandamientos guardar (es decir, todo lo que es fácil para ellos), se convierten automáticamente en parte de Su novia. La Escritura no enseña esto.

La Escritura nos enseña una y otra vez que hay diferentes niveles de recompensa para diferentes niveles de sacrificio y servicio. Como se verá en el capítulo “Un Corazón Sabio”, aquellos que no hacen algo activamente para ampliar aún más Su imperio, ni siquiera tendrán un puesto dentro del reino, así que ¿por qué tendrían que ser parte de Su novia?

¿Y por qué aquellos que hacen menos de lo mejor que pueden hacer, creen que van a comer a la mesa del Rey, o entraran en los aposentos del Rey? Aunque ellos podrán entrar en el reino, ¿por qué serían parte de Su novia?

Piensa en esto: en cualquier reino, hay muchas posiciones diferentes. Hay cocineros, secretarios, choferes, agricultores, médicos, abogados, ministros, funcionarios, cortesanos, e incluso está el bufón de la corte. Si todas estas son profesiones nobles, ¿son todos ellos parte de la novia?

¿O ser parte de la novia será reservado solo para aquellos que se esfuerzan?

Ejecutando Nuestra Mejor Carrera

De hecho, el apóstol Shaul (Pablo) nos enseña que no debemos sentarnos y asumir que nuestra entrada en Su reino está asegurada. Más bien, tenemos que dar todo de nuestra parte para el reino de Yahweh en todo momento, como si estuviéramos en una carrera.

Qorintim Alef (1 Corintios) 9:24
24 ¿No sabéis que de los que corren en una carrera, ciertamente todos corren, pero sólo uno recibe el premio? Corred de tal manera que podáis obtenerlo.

De esta manera, hay muchos que pueden llegar a Su reino a fin de ser tomados en matrimonio, por esto hay que dar todo lo que uno tiene a Su servicio (y sin pensar en uno mismo). Debemos esforzarnos seriamente para hacer todo lo posible para servirle a Él, y a Su pueblo.

Desde Su Perspectiva

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el concepto de una economía de libre mercado. Para tener éxito en una economía de libre mercado, uno, de alguna manera, debe proporcionar el “mejor” producto. De un modo u otro, se debe proporcionar la mejor calidad, el mejor precio, el mejor servicio; de alguna u otra manera hay que ser “el mejor” en algo, para conseguir el mejor negocio de todos.

¿Esto es diferente con Yeshúa? Como el Rey de reyes, ¿no está Él también buscando “lo mejor de lo mejor”? O ¿por qué el Rey de reyes se casaría con algo menos que “lo mejor de lo mejor”?

Ponte las sandalias de Yeshúa por un momento y ve qué tipo de selección de novia harías tú. Entonces pregúntate, “¿Qué tipo de novia eres realmente para Él?”

Imagínate que eres un Príncipe

Imagina por un momento que eres un Príncipe. Tu padre el rey muy pronto te dará la autoridad completa en todo el reino.

Al hacerte cargo de tu reino, tienes que asignar posiciones en tu corte. Hay muchos candidatos, pero para ser sabio, solo hay que seleccionar a aquellos que han demostrado su dedicación previa en el servicio a tu padre. Por otra parte, tu padre te ordena casarte, y pronto tendrás que elegir al menos una novia. Dado que absolutamente eres un monarca, puedes tomar las novias que desees (o solo una). Tu decisión es absoluta y definitiva.

Hay muchas doncellas en tu reino que sueñan con ser tu novia, pero sabes que debes elegir sabiamente. La pregunta entonces es, joven príncipe, ¿cuál (o cuáles) eliges?

La primera doncella te reverencia y se ruboriza cuando ella dice que te ama. Ella piensa en ti con amor todo el día, y da todo su tiempo y dinero haciendo todo lo posible para hacer crecer tu reino. Cada día lee transcripciones de tus discursos, tratando de memorizar todo lo que has dicho, para poder enseñar tus palabras a los demás. Ella ha dado todo lo que tiene a tu servicio, y está constantemente buscando maneras de convencer a otros a atesorar todo lo que haces. Es evidente que esta doncella te ama.

La segunda doncella también dice que te ama. Ella paga su tributo, y también te da regalos adicionales, y trata de ayudar a los que trabajan para ti, dando tanto como le es posible. Ella les dice a todos sus amigos lo mucho que te ama, e incluso compone canciones sobre ti en su tiempo libre (y enseña estas canciones a otros).

La tercera doncella te dice que te quiere, pero se puede ver que ella no se siente muy feliz de pagar tributo. Aunque a ella le encantaría ser tu esposa, tienes la sensación de que ella realmente no quiere hacer nada más para ayudar en construir tu reino de lo que realmente tiene que hacer. Ella felizmente come en tu mesa, pero mientras ella canta las canciones que componen otros, ella en realidad no lo hace con el corazón.

La cuarta doncella clama en alta voz que te ama, pero nunca paga su tributo, y nunca ayuda a tus funcionarios en su trabajo. Ella descansa en los días que tu has separado de otros, y canta canciones sobre ti en ese día si alguien guía la canción. Le encanta comer en Shabat, pero cada vez que alguien le pregunta ¿por qué no paga el tributo necesario? se disgusta y dice que debería ser obvio lo mucho que te quiere.

La quinta doncella ha dedicado el resto de su vida a decirle a la gente acerca de ti. Ha viajado a países lejanos, ha sufrido muchas dificultades, y le ha dicho a mucha gente que eres un príncipe maravilloso, y que pronto serás un gran rey. Ella incluso ha pasado tiempo en la cárcel por tratar de convencer a los ciudadanos de otras naciones que deberían prometer su lealtad a ti (en lugar de su actual rey o bandera). Esta joven ha dado su vida por ti, e incluso ha sufrido tortura sangrienta en lugares lejanos por tu beneficio.

La sexta doncella con mucho gusto paga tributo, y ayuda a tus ministros y funcionarios con su trabajo. Ella también te envía regalos de vez en cuando, y destina gastos especiales para contratar a un abogado para sacar la quinta doncella de la cárcel.

La séptima doncella no da tributo regular, pero te manda regalitos de vez en cuando. Ella canta en un coro local, y le encanta conocer y compartir con otros que comen alimentos limpios en Shabat.

Aparte de estas siete doncellas, hay miles de mujeres a quienes les encantaría ser tu reina. Algunas de ellas pagan su tributo regular, y otras no. Algunas de ellas mantienen tus mandamientos, y otras no. A pesar de que amas a cada una de tus doncellas profundamente, y darías la vida por ellas, no se pueden tomar a todas estas doncellas por reinas. No necesitas muchas esposas, sólo aquellas que son puras y que verdaderamente te aman.

Así que, joven príncipe, la pregunta es: ¿Cuál de estas doncellas tomarás por esposa (o esposas)? Recuerda que debes elegir sabiamente, tu padre prohíbe el divorcio. Si te casas con la mujer equivocada, ella será tuya para siempre (así que debes elegir sabiamente).

La Elección de Yeshúa

Como un rey recién coronado, también tendrás muchas otras tareas que cumplir en tu reino, además de elegir a tu(s) novia(s). ¿A cuál de estas doncellas le asignarás el trabajo en los campos, en la panadería, o en los establos? ¿A cuál de estas doncellas asignarás al trabajo en estas áreas? ¿Y cuál de estas jóvenes escogerás para ser tu reina?

Querido hermano o querida hermana, esta es precisamente el tipo de decisión que Yeshúa tendrá que hacer con cada uno de nosotros el Día del Juicio. Así que ahora pregúntate, ¿qué tipo de doncella eres realmente? ¿Estás haciendo todo lo posible para ayudar a tu príncipe a construir Su imperio? Independientemente de tu estado actual, ¿estás haciendo todo lo posible para ayudar a tu príncipe a ser Rey sobre un imperio de gran envergadura? ¿O simplemente estas sentado(a) en la mesa alimentándote y esperando la boda?

En la Tierra, como en el Cielo

Lo que Yeshúa busca en Su novia es probablemente la misma cosa que tu o yo buscaríamos en una novia. Buscaríamos a alguien que nos ame tanto, que este constantemente en búsqueda de formas para ayudarnos a construir nuestra casa.

Así que, pregúntate a ti mismo de nuevo este Shabat, “¿Estoy realmente haciendo todo lo posible para ayudar a Yeshúa a edificar Su casa? ¿O estoy sentado apenas alimentándome?”

Tu salvación eterna es lo que está en juego aquí, así que, si realmente atesoras la idea de ser tomado como novia para siempre, entonces ¿Por qué no haces la decisión de Yeshúa más fácil? ¿Por qué no empiezas en este momento a dar todo para Él?

Qorintim Alef (1 Corintios) 9:24
24 ¿No sabéis que de los que corren en una carrera, ciertamente todos corren, pero sólo uno recibe el premio? Corred de tal manera que podáis obtenerlo.

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