Apocalipsis 14 describe tres cosechas. Primero viene la cosecha de los 144.000 (los primeros frutos). Luego viene la cosecha de granos. Finalmente viene la vendimia. Estas dos últimas cosechas también pueden ser la cosecha de la gran multitud vestida de blanco (Apocalipsis 19:14).
El momento de la cosecha de los 144.000 y la gran multitud está sujeto a debate. Encontramos a los 144.000 por primera vez en Apocalipsis 7, donde fueron sellados (protegidos) contra los males. Esto ocurre después del sexto sello, y antes de las trompetas.
Hitgalut (Apocalipsis) 7:1-8
1 Después de estas cosas, vi cuatro mensajeros [ángeles] de pie en los cuatro ángulos de la tierra, sosteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que el viento no sople sobre la tierra, sobre el mar ni sobre ningún árbol.
2 Entonces vi a otro mensajero que, subiendo del oriente, que tenía el sello del Elohim viviente. Y clamó a gran voz a los cuatro mensajeros a quienes se les había concedido dañar la tierra y el mar,
3 diciendo: “No dañen la tierra, el mar o los árboles hasta que hayamos sellado a los siervos de nuestro Elohim en sus frentes”.
4 Y oí el número de aquellos que fueron sellados. Ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel:
5 de la tribu de Judá, doce mil fueron sellados; de la tribu de Rubén, doce mil fueron sellados; de la tribu de Gad, doce mil fueron sellados;
6 de la tribu de Aser, doce mil fueron sellados; de la tribu de Neftalí, doce mil fueron sellados; de la tribu de Manasés, doce mil fueron sellados;
7 de la tribu de Simeón doce mil fueron sellados; de la tribu de Leví, doce mil fueron sellados; de la tribu de Isacar, doce mil fueron sellados;
8 de la tribu de Zabulón doce mil fueron sellados; de la tribu de José, doce mil fueron sellados; de la tribu de Benjamín doce mil fueron sellados.
Apocalipsis no habla de una masa aleatoria de 144.000 creyentes desorganizados. Más bien, habla de las doce tribus de Israel. En la Torá, las tribus se organizan según las familias, y los jefes de familia también se organizan por decenas, cincuenta, cientos y miles (por ejemplo, Éxodo 18:25). Cada tribu también tiene un líder tribal. Más adelante veremos que, si bien las afiliaciones tribales se han perdido, Yahweh espera que Su pueblo se organice (en este momento según las áreas geográficas). No organizarse es rechazar los principios de la Torá.
Apocalipsis 9 nos muestra que los 144.000 estarán protegidos del daño de las trompetas hasta la quinta trompeta. Este es probablemente el punto intermedio de la tribulación (cuando los 7 truenos emiten sus voces, y comienza el tiempo de la Angustia de Yaakov [Jacob]).
Hitgalut (Apocalipsis) 9:3-5
3 Entonces del humo salieron langostas sobre la tierra. Y a ellas se les dio poder, como los escorpiones de la tierra tienen poder.
4 Y se les ordenó que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna cosa verde, ni ningún árbol, sino solo aquellos hombres que no tienen el sello de Elohim en sus frentes.
5 Y no se les dio autoridad para matarlos, sino para atormentarlos durante cinco meses. Su tormento era como el tormento de un escorpión cuando golpea a un hombre.
Sabemos que los 144.000 están protegidos hasta la quinta trompeta, sin embargo, serán cosechados como primicias (es decir, asesinados) durante la angustia de Yaakov. La gran multitud vestida de blanco probablemente también muera después de ellos (ya sea durante la Angustia de Yaakov, o durante las copas de la ira).
Hitgalut (Apocalipsis) 7:9-10
9 Después de estas cosas miré, y he aquí, una gran multitud que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas, con ramas de palmas en sus manos,
10 y clamando a gran voz, diciendo: “¡La salvación pertenece a nuestro Elohim que está sentado en el trono, y al Cordero!”
Para recapitular, sabemos que los 144.000 serán cosechados como primicias porque el texto en el capítulo 14 indica que ya no están en la tierra, sino en el cielo. Esto tiene sentido si recordamos que los eventos del capítulo 14 probablemente sean paralelos a los eventos del capítulo 15, que habla sobre las copas (tazones) de la ira.
Aunque los 144.000 están protegidos hasta la quinta trompeta, en el versículo 1 se nos dice que el Cordero (Yeshúa) está parado en “el Monte de Sion” con los 144.000. Uno puede discutir si este es el Monte Sion terrenal o uno celestial, pero el versículo 2 claramente tiene lugar en el cielo, porque en ese momento los 144.000 están “delante del trono” (que está en el cielo). Además, el versículo 4 nos dice que han sido “redimidos de entre los hombres” y que son “primicias para Elohim y para el Cordero”. Todas estas cosas nos dicen que los 144.000 ya han sido cosechados.
Hitgalut (Apocalipsis) 14:1-5
1 Entonces miré, y he aquí, un Cordero de pie en el Monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en sus frentes.
2 Y [Entonces] Oí una voz del cielo, como la voz de muchas aguas, y como la voz de un gran trueno. Y oí el sonido de arpistas tocar sus arpas.
3 Cantaron un cantico nuevo delante del trono, delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender esa canción, excepto los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de la tierra.
4 Estos son los que no fueron contaminados con mujeres, porque son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero a donde quiera que vaya. Estos fueron redimidos de entre los hombres, siendo primicias para Elohim y para el Cordero.
5 Y en su boca no se halló engaño, porque no tienen falta delante del trono de Elohim.
Los 144.000 son cosechados entre las trompetas quinta a la séptima, porque los 144.000 están protegidos hasta la quinta trompeta, pero ya en la séptima trompeta se han cosechado, o sea ya fueron muertos. El juicio de Elohim se anuncia en el versículo 7, seguido del anuncio de la caída de Babilonia, y ambas cosas tienen lugar en o alrededor de la séptima trompeta.
Hitgalut (Apocalipsis) 14: 6-8
6 Entonces, vi a otro mensajero volando en medio del cielo, que tenía el Evangelio eterno, para predicarlo a los que moran en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
7 diciendo a gran voz: Temed a Elohim, y dadle gloria, porque la hora de Su juicio ha llegado, y adorad a aquel que hizo los cielos y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
8 Y otro mensajero lo siguió, diciendo: “Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”.
Las 144.000 primicias, probablemente sean llevadas al cielo en o cerca del comienzo del tiempo de la Angustia de Yaakov, porque lo siguiente que escuchamos es una advertencia de no tomar la marca de la bestia (que será necesaria para comprar o vender durante el tiempo de la Angustia de Yaakov).
Hitgalut (Apocalipsis) 14:9-12
9 Entonces, un tercer mensajero los siguió, diciendo a gran voz: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en su frente o en su mano,
10 él también beberá del vino de la ira de Elohim, el cual se derramará con toda su fuerza en la copa de Su ira. Será atormentado con fuego y azufre en presencia de los mensajeros apartados [santos] y en presencia del Cordero.
11 Y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos; y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, y a quien recibe la marca de su nombre”.
12 Aquí está la paciencia de los apartados; los que guardan los mandamientos de Elohim y la fe de Yeshúa.
Aquellos que mueran por creer en Yeshúa desde la séptima trompeta en adelante serán bendecidos, porque como veremos más adelante, la fiesta de bodas (Armagedón) ocurre poco después de la séptima trompeta (así que no tardarán en llegar a estar con Yeshúa).
Hitgalut (Apocalipsis) 14:13
13 Entonces oí una voz del cielo que me decía: “Escribe: Bienaventurados los muertos que mueren en Yahweh a partir de ahora”. ¡Sí!, dice el Espíritu, para que descansen de sus labores, y sus obras los siguen.
Luego leemos sobre las dos cosechas de la humanidad. El primero es la cosecha de los granos, que es conducida por uno que se ve “como el Hijo del Hombre” (Yeshúa).
Hitgalut (Apocalipsis) 14:14-16
14 Entonces miré, y he aquí una nube blanca, y sobre la nube se sentó uno como el Hijo del Hombre, que tenía en Su cabeza una corona de oro, y en Su mano una hoz aguda.
15 Y otro mensajero salió del templo, clamando a gran voz al que estaba sentado en la nube: “Mete Tu hoz y siega, porque es tiempo de segar, porque la mies de la tierra está madura”
16 Entonces el que estaba sentado en la nube metió Su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.
Este simbolismo es consistente con las parábolas agrícolas de Yeshúa, en las cuales los creyentes son comparados con el trigo (u otros granos) y son cosechados.
Marqaus (Marcos) 4:26-29
26 Y dijo: “El reino de Elohim es como un hombre que echa semilla en la tierra,
27 y debe dormir de noche y levantarse de día, y la semilla brota y crece, sin que él sepa cómo.
28 Porque la tierra produce cosechas por sí misma: primero la hoja, luego la espiga, después de eso el grano llena la cabeza.
29 Pero cuando el grano madura, inmediatamente pone la hoz, porque la siega ha llegado”.
Yeshúa también dice que la cizaña se corta antes de la verdadera cosecha del trigo. Esto puede significar que muchos teólogos Cristianos del reemplazo serán cosechados primero.
Matityahu (Mateo) 13:24-30
24 Les habló otra parábola, diciendo: “El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
25 Pero mientras los hombres dormían, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26 Pero cuando el grano había brotado y producido cosecha, también apareció la cizaña.
27 Vinieron los criados del dueño y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?
28 Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Los sirvientes le dijeron: ¿Quieres que vayamos y los arranquemos?
29 Pero él dijo: No, no sea que mientras recoges la cizaña, también arranques el trigo con ellos.
30 Dejad crecer los dos hasta la siega, y en el momento de la siega les diré a los segadores: “Primero junten la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero recoged el trigo en mi granero”.
Luego leemos acerca de la vendimia, que tiene lugar alrededor de la ciudad (Jerusalem, versículo 20).
Hitgalut (Apocalipsis) 14:17-20
17 Entonces salió otro mensajero del templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz aguda.
18 Y otro mensajero salió del altar, que tenía poder sobre el fuego, y clamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: “Empuja tu hoz aguda y reúne los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están completamente maduras”.
19 Entonces el mensajero arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y la arrojó en el gran lagar de la ira de Elohim.
20 Y el lagar fue pisoteado fuera de la ciudad, y salió sangre del lagar, hasta las riendas de los caballos, por mil seiscientos estadios.
Mil seiscientos estadios es aproximadamente 321 kilómetros o 190 millas. Si comenzamos en Jerusalem, un radio de 190 millas abarca el estado actual de Israel (ver la imagen a continuación).
La sangre de las uvas puede simbolizar la sangre humana, por lo que es probable que la sangre de las uvas en los versículos de arriba simbolice la sangre de los creyentes que son asesinados. Esto también puede ser lo que llena las copas de la ira de Yahweh, que se derrama sobre los que pertenecen a Babilonia. (Leeremos sobre esto en el próximo capítulo).
A menos que Yahweh nos diga que vivamos en la tierra Israel durante el tiempo de la Angustia de Yaakov (durante la última mitad de la tribulación), será mucho más seguro vivir fuera de la tierra en ese periodo de tiempo.
Ahora, en el próximo capítulo, volveremos a retomar la historia cronológica en el capítulo 15, donde leeremos sobre las copas de la ira de Yahweh que se derramarán sobre la gran ramera, Babilonia.