Nación vs Religión
Efesim (Efesios) 2:19-22
19 Así que ya no sois extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los apartados [santos], y miembros de la familia de Elohim,
20 siendo edificados sobre el [único] fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra angular el mismo Yeshúa,
21 en quien toda la estructura, bien coordinada, va creciendo para ser un templo apartado [santo] para Elohim;
22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Elohim en el Espíritu.
En el mundo existen más de ocho mil millones de personas, conforme a datos oficiales.
De estos, hay unos dos mil millones que se definen como cristianos, veinte y dos millones de adventistas y nueve millones de Testigos de Jehová, entre otras religiones relevantes.
Lo que me recuerda una pregunta que me hice hace algunos años.
Y esta pregunta es:
¿Cómo saber cuál de tantas religiones es la correcta?
Y esto me llevo a otra pregunta:
¿Realmente existe una religión correcta? o ¿Puede existir una religión que sea la correcta?
En aquel tiempo, me di cuenta de que gran parte de lo creía sobre la Biblia y mi fe, podría estar equivocado.
¿Por qué los lideres de diferentes denominaciones y religiones enseñaban cosas diferentes?
¿Mentían o estaban equivocados?
Evidentemente, no todos podían estar en lo cierto. Entonces entendí que no podemos confiar simplemente lo que nuestro razonamiento nos hace creer acerca de lo que las Escrituras enseñan.
Y esto me hizo entender que, necesitamos pedirle a nuestro Creador, sabiduría por medio de Su Espíritu para entender las Escrituras (en cualquier punto que tengamos dudas) para comprobar si las enseñanzas que escuchamos están alineadas con toda Su Palabra.
Y algo que Yahweh me permitió entender (gracias a algunas prédicas que vi) es que, todas las Escrituras están enfocadas a la conformación de Su pueblo que, debe identificarse como una familia y como una nación, lo que requiere que tengamos una cultura y una identidad específica.
Y en este punto considero que necesitamos entender si necesitamos formar parte de una religión o (más bien) de una nación.
Shabat Shalom y bienvenidos a esta nueva presentación, donde vamos a ver un estudio que estará enfocado en reconocer que Yeshúa no vino a establecer una nueva religión, sino que vino a entregar Su vida por todo aquel que, arrepintiéndose reconozca que debemos ser injertados en Su pueblo.
Romim (Romanos) 11:24
24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?
Y para este estudio, tendremos como referencia la porción de la Torá encontrada en Devarim 32 conocida como Parashat Haazinu que puede ser traducida como “oye” o como “ensancha tu oído”.
Siendo esto una referencia a un llamado para que Yahweh escuche la alabanza contenida en esta porción, siendo que la misma, es en esencia “un cántico” como nos revela el último verso de la parashá anterior, que nos dice así:
Devarim (Deuteronomio) 31:30
30 Entonces habló Moshé a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta completarlo.
Cuando digo que la palabra Haazinu está relacionada con un llamado para que Yahweh oiga la alabanza encontrada en esta porción, lo digo conforme a lo que está escrito en el primer verso de esta parashá, que dice lo siguiente:
Devarim (Deuteronomio) 32:1
1 Oigan [Hazinu], cielos, y hablaré; Y escuche [Shemá] la tierra los dichos de mi boca.
Al leer este verso, podemos notar que la palabra Haazinu está dirigida a los cielos, ya que la primera frase nos dice justamente, “Oigan cielos” (Haazinu Hashamain), donde está el trono de Yahweh.
Y después de esto, podemos encontrar otra frase que nos dice: Escuche la tierra lo que es una referencia a que las personas deben atender a lo que se dice posteriormente; ya que la palabra usada en este punto es la palabra Shemá, que tiene una connotación de atender a un llamado; es decir, escuchar, y obedecer (o actuar) en consecuencia de lo que se dice.
También, algo que quiero resaltar, es el indicio de que en está parashá existe un enfoque de adoración, ya que como mencioné antes, la parashá está contenida en un cántico.
Lo que quiero decir con esto es que, el texto de esta porción debe contener versos que exalten a Yahweh.
Y ciertamente podemos encontrar un pasaje (entre otros) en Devarim 32:3-4, que nos dice así:
Devarim (Deuteronomio) 32:3-4
3 Porque el nombre de Yahweh proclamaré. Engrandezcan a nuestro Elohim.
4 Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos Sus caminos son rectitud; Elohim de verdad, y sin ninguna iniquidad en Él; Es justo y recto.
Cuando hablamos de adoración, es muy habitual asociarlo con canciones o con música, ya que la música es un buen medio para exaltar todas las cualidades de Yahweh.
Pero también debemos entender que no es la única manera; y si bien, es una forma muy importante de alabar a Yahweh, ¡no es la más importante!
La manera más importante de alabar a Yahweh es con nuestra obediencia, ya que con ella damos testimonio de nuestra fe; y manifestamos que Él es nuestro Elohim y Rey.
Algo que también debemos entender es que, las alabanzas y adoración, manifestadas por medio de cantos, deben estar enfocadas exclusivamente a darle gloria a nuestro Creador; y para nada deben estar enfocadas en llamar la atención de otras personas.
Y es que, actualmente existen muchos cantantes y muchas canciones, que se supone que están enfocadas a la alabanza, pero se puede notar mucha sensualidad, tanto en las voces como en la apariencia de las personas que interpretan estas, “alabanzas” (entre comillas).
Y las personas que participan, (digamos) en estas supuestas alabanzas, lo más probable es que estén más enfocados en las sensaciones que puede trasmitir, la voz o la apariencia, de la persona o personas que cantan, que en adorar a Yahweh.
Con esto, podemos notar que aquellos que cantan, se importan mucho en cautivar a los que asisten a la: “alabanza” (entre comillas de nuevo) por medio de causar sensaciones con su voz o su apariencia; desviando la atención de las personas hacia lo que sienten, sin tener su verdadero enfoque en agradar a Yahweh.
Y entiendo que las alabanzas deben ser hechas con la mayor calidad posible; sin embargo, muchos pierden el enfoque poniendo en el centro de “la alabanza”, la música o la voz y no a Yahweh.
Y con esto en mente, quiero que valoremos el ejemplo del rey David que, encontramos en el capítulo 6 del segundo libro de Samuel; y para esto, vamos a leer los versos 14 y 15.
Shemuel Bet (2 Samuel) 6:14-15
14 Y David danzaba con toda su fuerza delante de Yahweh; y estaba David vestido con un efod de lino.
15 Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Yahweh con júbilo y sonido de trompeta.
Algo interesante que puedo notar aquí, es la demostración de gozo y júbilo que tenía David junto con el pueblo (mientras introducían el arca en Jerusalém).
Esto puede dar la impresión de que David quería llamar la atención, pero debemos tener en cuenta que David era el rey, por lo cual ya tenía la atención de las personas y no necesitaba hacer nada extravagante para que las personas se fijasen en él.
Lo relevante aquí, es que David, aun siendo el rey, (y que las personas ya se fijaban en él); no se importó de ser criticado (especialmente por Mical, una de sus esposas) como nos revela el pasaje en los siguientes versos:
Shemuel Bet (2 Samuel) 6:20-22
20 Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera!
21 Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Yahweh, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Yahweh, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Yahweh.
22 Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado.
Tal vez, para una persona que no tuviera la posición de David, sería interesante danzar de manera extravagante, como una manera de llamar la atención – pienso que muchos lo hacen, usando como escusa este pasaje.
Pero como dije antes, David no necesitaba llamar la atención, lo que nos demuestra que realmente no se importaba con las críticas de los demás. La intención de David era demostrar que realmente amaba a Yahweh.
Por lo tanto, encontramos una forma de adorar bastante expresiva (podríamos decir), pero debemos entender que no se trataba de buscar admiración de otras personas, como sucede con muchos artistas hoy, que inclusive ponen precio a la supuesta adoración.
Por otra parte, también encontramos otra forma de adorar más comedida, como nos describen algunos versos del Brit Hadashá (es decir, en el nuevo testamento).
Miremos dos ejemplos:
Efesim (Efesios) 5:19
19 Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Mesías en vuestros corazones.
Y
Colosim (Colosenses) 3:16
16 La palabra de Yeshúa more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Mesías con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Ahora… cuando pienso en la manera que debemos adorar, me viene al pensamiento la palabra culto, ya que es una palabra que está muy relacionada a la alabanza.
Ya que la palabra culto, denota ciertas actividades como ritos o ceremonias, en el contexto de un templo (o como lo llamarían en nuestros días – una iglesia); estas actividades pueden ser rezos, cantos, sacrificios y ofrendas (entre otros).
Pero la palabra culto, también hace referencia a una persona con educación; la cual podríamos definir como una persona culta o alguien culto.
Y lo interesante de esto, es que la palabra “culto” deriva del latín, de la palabra “colore”.
Y de la palabra en latín “colore” surgió también la palabra “cultura”; y es en este punto que veo la conexión de la cultura con nuestra adoración o nuestro culto.
Como he mencionado en otras oportunidades, algo que podemos notar fácilmente es, que gran parte del pueblo judío (del cual surgió nuestro Mesías y los primeros apóstoles) tienen una cultura y una identidad bastante definida. Lo que les define (valga la redundancia) como una nación.
Y esto es algo que, la gran mayoría de los creyentes en el Mesías no logran asimilar.
Lo que quiero decir con esto es que, la gran mayoría de los creyentes en el Mesías no consiguen comprender que, el llamado no se limita a declarar que Yeshúa es nuestro redentor, y “servirle” (entre comillas) a nuestra manera.
Servirle a nuestra manera (separados del Cuerpo de Yeshúa) no es obedecerle.
Necesitamos convertirnos en miembros de Su cuerpo y formar parte de Su pueblo, conformando así una nación, y no una religión.
El concepto de religión puede ser algo positivo, pero es limitado, la religión te agrupa en lo que respecta a una creencia filosófica y moral, pero no define a una nación como la descrita por las Escrituras.
Ahora quiero que miremos dos versos encontrados en la parashá, donde podremos ver que Yahweh no se interesa con una religión, sino con una nación:
Devarim (Deuteronomio) 32:8-9
8 Cuando el Altísimo dividió a las naciones, e hizo heredar a los hijos de los hombres, según los territorios de la tierra según el número de Sus hijos.
9 Porque la porción de Yahweh es Su pueblo; Yaacob [Israel] la heredad que le tocó.
Y no me canso de repetir que, esto no se limita a la genética; no necesitamos ser descendientes genéticos de Israel, ni de Abraham; pero debemos adoptar el culto (cultura) que fue trasmitido a sus descendientes.
Hoy en día, muchos hablan sobre respetar la religión de los demás, y pienso que las personas no están comprendiendo lo que esto significa realmente.
A mí me parece que es mejor hablar sobre respetar a las personas, con independencia de la religión que tengan.
Pero creo que, no hace mucho sentido el hablar de respetar a las diferentes religiones, aunque entiendo que, a lo que muchos se refieren es justamente en respetar a las personas con diferentes religiones.
Sin embargo, las preguntas que debemos hacernos son:
¿Enseñan las Escrituras que debemos convertirnos a alguna religión?
¿Hay mención en las Escrituras de alguna, de tantas denominaciones religiosas que existen en la actualidad?
¿No definen las Escrituras que Yahweh tiene un pueblo, y que debemos formar parte de él?
Alguno podría decir que, las Escrituras hacen referencia al judaísmo; y podemos encontrar una referencia (que podemos catalogar de tener un enfoque negativo) en Gálatas 1.
El pasaje en cuestión nos dice así:
Galatim (Gálatas) 1:13-14
13 Porque ya han oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la asamblea de Elohim, y la asolaba;
14 y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.
Entonces, si las Escrituras solo hacen referencia a una religión, y lo hace en un contexto negativo, ¿Cómo debemos valorar las religiones?
En realidad, no se trata de respetar o de faltar al respeto a las diferentes denominaciones, sino de que las personas entiendan que la salvación no es algo que podamos escoger o recibir mediante una u otra religión.
El llamado del arrepentimiento es a convertirnos (de nuestra antigua forma de vivir), en nuevos ciudadanos de un pueblo definido por la palabra de Yahweh.
Luego, muchos piensan que forman parte del pueblo redimido, pero no abandonan su identidad adquirida en el mundo, principalmente la adquirida por el lugar de nacimiento, pero también puede ser por la religión o por diferentes ideologías filosóficas o políticas.
Pero las Escrituras nos dan las Instrucciones para definir nuestra identidad en todos los aspectos; somos llamados a ser parte de Israel; esa debe ser nuestra identidad.
Y, por otra parte, puedo notar que muchos se consideran parte de Israel, pero no tienen interés en la formación de un cuerpo único, como nos manda la Escritura.
Necesitamos tener en cuenta lo que nos dice Mateo 23:25
Matityahu (Mateo) 12:25
25 Sabiendo Yeshúa los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Y volviendo a enfocarnos en la adoración, antes mencioné que la mejor forma de adorar, es hacerlo por medio de la obediencia; y reconociendo que no hay mención en las Escrituras de que debamos pertenecer a alguna religión, debemos enfocarnos en recibir la identidad que las Escrituras nos revela como pueblo escogido.
Y es que, en lo más esencial, Yahweh solo tiene un pueblo y no varios.
También quiero mencionar un pensamiento incorrecto que se ha propagado mucho, y la gran mayoría (de la población en el mundo) han asimilado.
Este pensamiento consiste en la separación del estado con la iglesia (o la religión), lo que nos lleva a la libertad religiosa, lo que puede parecer una gran idea de tolerancia, pero que permite que el verdadero pueblo se contamine con doctrinas no bíblicas.
Algo muy importante que debemos entender es que las Escrituras no enseñan que la fe y el gobierno puedan estar desconectados.
Todo gobierno está orientado por las creencias de aquellos que gobiernan, y no hay forma real de separar al estado de sus creencias. Y analizando las Escrituras vemos que es necesario que estén alineados.
Tenemos que darnos cuenta de que, en el tiempo de Moshé, el gobierno y la fe eran una sola cosa; en el tiempo de los jueces también, con la dificultad que no había unión entre las tribus; y con los reyes pasaba lo mismo; los cultos (cultura) que el Rey practicaba afectaban al pueblo.
Teniendo todo lo anterior en mente, debemos reconocer la necesidad de que toda nuestra cultura esté alineada plenamente con las Escrituras, practicando lo que Yahweh nos ordenó en Su Torá, y además hacerlo en comunión como un único pueblo, una única nación, contribuyendo en la edificación del Cuerpo de Yeshúa como pudimos leer en efesios 2
Efesim (Efesios) 2:20
20 Siendo edificados sobre el [único] fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra angular el mismo Yeshúa,
Muchos dicen servir a Yeshúa, pero lo hacen en rebeldía separados del Cuerpo. Quieren “servir” como ministros independientes y rechazan el mandato de sujetarnos unos a otros en amor.
Esto no se trata de “servir” a Yeshúa de forma independiente, ya que un cuerpo dividido no tiene vida, sino que se trata de trabajar juntos, desechando toda falsa doctrina.
Y si estás pensando que puedes servir a Yeshúa de manera independiente, te animó a que medites y examines las Escrituras y compruebes lo que enseñan al respecto; y te animo también a pedirle sabiduría a Yahweh despojándote de cualquier indicio de egoísmo.
Shabat Shalom.
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Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
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