Bendiciones: Causas y Propósitos
Mishlé (Proverbios) 28:19-21
19 El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza.
20 El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa.
21 Hacer acepción de personas no es bueno; Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre.
En el mundo todos tenemos necesidades que, debemos cubrir, y para ello la mayoría de las personas necesitamos trabajar; pero todo esto es vanidad sino entendemos el propósito de esto en nuestras vidas; reconociendo que toda provisión que, recibimos por nuestro trabajo, es una bendición de nuestro Creador.
Y con esto en mente, vamos a comenzar nuestro estudio.
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En esta oportunidad quiero hablarles sobre las condiciones que Yahweh ha establecido para bendecir a Su pueblo y también sobre el propósito que tienen estas bendiciones, y en contraste cuales son las condiciones para las maldiciones e igualmente el propósito que tienen.
La porción de las Escrituras que, analizaremos para este estudio la encontramos en Vayicrá 26 y 27, porción conocida como “Parashá Bejukotai” que puede ser traducida como “si andas” o como “si anduviereis”.
Y este nombre ya nos da una connotación de condicionalidad, es decir, que lo que se menciona en el texto está relacionado con alguna causa que, como veremos está relacionado con bendiciones y con maldiciones.
Y para comprobar lo que estoy diciendo, miremos lo que nos dice Vayicrá 26:3-5
Vayicrá (Levítico) 26:3-5
3 Si anduviereis [בְּחֻקֹּתַי] en Mis decretos y guardareis Mis mandamientos, y los pusiereis por obra,
4 Yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.
5 Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra.
Al leer esto, podemos ver reflejado el amor de Yahweh por Su pueblo.
Las Escrituras nos revelan que, el amor es una característica fundamental de Yahweh, pero lamentablemente muchísimas personas están interpretando equivocadamente lo que significa el amor.
Corintim Alef (1 Corintios) 13:4-7
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia, pero se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Actualmente es muy notorio como muchas personas consideran que las bendiciones pueden medirse principalmente por el éxito en los negocios, por tener un trabajo con altos ingresos o por tener mucho dinero.
Y, en consecuencia, no toman en cuenta la importancia del amor con relación a las bendiciones, para entender el verdadero propósito de las bendiciones.
Y, para entender el propósito que Yahweh tiene en todo lo que Él decide, debemos tener en cuenta lo que nos dice 1 de Juan 4, verso 8:
Yojanán Alef (1 Juan) 4:8
8 El que no ama, no ha conocido a Elohim; porque Elohim es amor.
Como leímos antes, (en 1 Corintios 13) el amor todo lo cree, y esto es algo que muchos pueden mal interpretar.
Si leemos o escuchamos que el amor todo lo cree, y no le damos un enfoque bíblico, podríamos decir que, el amor cree todo lo que procede de la mentira, lo cual es claramente incorrecto.
Por eso, debemos darnos cuenta de que, necesitamos enfocar todas las cosas desde una perspectiva bíblica y entender que el amor, nos lleva a creer todo lo que nos dice Yahweh a través de las Escrituras.
Por otra parte – 1 corintios 13 – también nos dice que, el amor no busca lo suyo; lo que nos revela que, el amar a Yahweh y a nuestro prójimo (como nos dicen los dos mandamientos principales de la Torá), es opuesto a estar enfocado en conseguir más recursos, o más reconocimiento o más confort con la intención de sentirse exitoso.
El que ama a Yahweh verdaderamente quiere adorarlo en espíritu y en verdad, y desea obedecerlo, para complacerlo y reconocer la gloria que solo le pertenece a Él, con el deseo de que Él habite entre nosotros, como nos dicen los versos 11 y 12
Vayicrá (Levítico) 26:11-12
11 Y pondré Mi morada en medio de vosotros, y Mi alma no os abominará;
12 y andaré entre vosotros, y Yo seré vuestro Elohim, y vosotros seréis Mi pueblo.
Al reconocer que Él nos ama, queriendo habitar en medio de nosotros a través de Su Espíritu, también es importante reconocer lo que las Escrituras nos señalan sobre los frutos del espíritu.
Galatim (Gálatas) 5:22-23
22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; cosas contra las cuales la Ley no se opone.
Cuando hablamos de bendiciones, debemos entender que, estas son dadas para el pueblo que, obedece a Yahweh, reconociendo Su amor; Y que el propósito de las mismas es que, vivamos en comunión con Él y no independientes de Él, como muchos quieren, buscando tener bendiciones para no depender de lo que Yahweh nos ordena.
Y como vimos antes, el amor no busca lo suyo, con lo cual, debemos entender que, aquel que está buscando bendiciones para sí mismo, no está actuando en amor, y por lo tanto no está amando realmente ni a Yahweh ni a su prójimo.
Y algo que, debemos tener muy en cuenta son las condiciones que Yahweh estableció para las bendiciones y que vimos en el texto de la parashá que leímos antes.
Necesitamos tener presente que, el pasaje nos dice que para que Yahweh le dé bendiciones a Su pueblo, Su pueblo debe andar en los decretos y mandamientos de Yahweh, y ponerlos por obra.
Vayicrá (Levítico) 26:3
3 Si anduviereis en Mis decretos y guardareis Mis mandamientos, y los pusiereis por obra,
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Algo que las Escrituras nos revela es que, las intenciones y propósitos de los hombres (en su mayoría) son contrarias a las intenciones y propósitos de Yahweh.
Y en Romanos 12:2 Shaúl nos dice que, la voluntad de Yahweh es agradable y perfecta, pero esto solo es apreciado cuando dejamos de buscar nuestros propios deseos y de querer agradar a los demás.
Además, Santiago 4:4 nos dice que, el que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de Elohim.
Y en Gálatas 2 se nos da ejemplo de que, debemos vivir, no para nosotros mismos sino para nuestro Mesías.
Galatim (Gálatas) 2:20
20 Con el Mesías estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, pero vive el Mesías en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Elohim, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
He podido escuchar a personas que, dicen ser creyentes, pero demuestran que no han aceptado realmente a nuestro Mesías en sus corazones, siendo que se les escucha cuestionar el ¿por qué? a personas malas les va bien, y ¿Por qué? a personas buenas les va mal.
Y no están teniendo en cuenta que, realmente ninguna persona es buena.
Recordemos lo que Yeshúa dijo sobre esto.
Marcos 10:18
18 … ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Elohim.
Por otra parte, debemos entender que, el enfoque de los hijos de Elohim no debe estar en compararnos con la prosperidad material que, puedan tener los que viven según el mundo, porque, aun cuando puedan tener mucha prosperidad en este mundo, sino se arrepienten, lo que puedan obtener en esta vida no importará en la eternidad.
Tengamos en cuenta que Satanás puede darnos prosperidad con la intención de alejarnos del plan de Yahweh.
Y lo sabemos, porque incluso intentó usar su poder para tentar a nuestro Mesías. Y lo comprobamos en Matityahu 4
Matityahu (Mateo) 4:8-9
8 Otra vez el diablo le llevó [a Yeshúa] a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
Debemos entender que cualquier hombre que no obedece lo ordenado por Yahweh, aun puede tener prosperidad, y satanás le puede proveer, y puede obtener placer de todos sus bienes, pero está en camino de perdición.
Entiendo que, muchos saben que, el amor al dinero es malo, principalmente por lo que podemos leer en 1 de Timoteo 6; sin embargo, aun cuando muchas versiones bíblicas usan la expresión “el amor al dinero”, una traducción más adecuada sería la avaricia.
Timoteus Alef (1 Timoteo) 6:10
10 Porque raíz de todos los males es la avaricia, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Nunca debemos valorar las bendiciones de alguien según la prosperidad económica o material que tenga, sino según la capacidad de gozarse en la obediencia de las Escrituras, lo que, es realmente una gran dádiva de Yahweh para santificarse.
Y hablando de santificarse, es muy, pero muy importante que, las personas terminen de entender que, la santidad no significa perfección.
En gran cantidad de oportunidades he escuchado personas que, como excusa para disculparse dicen algo como: “aun cuando muchos se crean santos nadie puede serlo”, y entiendo que, es por la falta de comprensión del verdadero significado, pensando que, es sinónimo de perfección.
Cuando escudriñamos las Escrituras vemos que, no significan lo mismo, y que los seres humanos a pesar de que, aun no somos perfectos, si que podemos ser santos, lo que también podría definirse como “consagrados”; es decir, los santos son aquellos que se apartan del mundo con el propósito de obedecer a Yahweh (aun cuando no seamos perfectos).
Efesim (Efesios) 1:1
1 Shaúl, apóstol de Yeshúa por la voluntad de Elohim, a los santos [apartados] y fieles en el Mesías Yeshúa que están en Éfeso:
En realidad, la palabra santo debería ser cambiada en nuestras biblias por apartado o por consagrado, siendo que la palabra “santo” tiene confundidos a muchas personas a causa de lo que fuimos enseñados en el pasado.
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Las bendiciones tienen como propósito que, vivamos en santidad, apartados de las tentaciones del mundo, y no creyéndonos superhéroes, pensando que vamos a poder resistir el pecado -únicamente – con nuestra fuerza de voluntad.
Para vivir en santidad es necesario dos cosas, la primera de ellas y la principal, es la bendición y protección del Padre, y la segunda es la determinación y esfuerzo que, debemos aplicar para que, con la sabiduría que Yahweh nos dé, sacrifiquemos nuestros propios deseos, viviendo para Él.
Y cuando verdaderamente buscamos vivir en obediencia, Yahweh no nos desampara.
Y es importante entender que, si no estamos obedeciendo como pueblo, no obtendremos las bendiciones como pueblo, pero tendremos la protección y el sustento de Yahweh.
Y como ejemplo, tenemos la historia de Elías y la viuda de Sarepta que es relatada en 1 Reyes 17, y para comprobarlo miremos los versos 14 y 15:
Melajim Alef (1 Reyes) 17:14-15
14 Porque Yahweh Elohim de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Yahweh haga llover sobre la faz de la tierra.
15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
Dicho esto, es importante notar que, la mujer tuvo la provisión necesaria para sus necesidades básicas; sin embargo, es un tanto diferente a lo que Yahweh declaró en las bendiciones para su pueblo.
Y lo que quiero resaltar con esto es que, las bendiciones en abundancia no son para fomentar la prosperidad individual, sino (como mencione anteriormente) para vivir como un pueblo unido, básicamente como una familia.
Y es que, por eso es por lo que, Yahweh quiere que le tengamos como un Padre, haciendo de nosotros hermanos; o sea, una familia, y no un grupo de personas independientes unas de otras, las cuales no se importan los unos de los otros.
Por esto es por lo que, las Escrituras solo promueven la prosperidad en comunidad, pero no la individual o personal, siendo que esto fomentaría el egoísmo.
Por esto podemos encontrar muchos pasajes bíblicos donde siervos de Elohim, confrontaron a los que vivían en pecado, sin importar quienes fuesen, siempre con el propósito de que, el pueblo se corrigiera.
Porque la voluntad de Yahweh no es que vivamos una vida santa en solitario, sino en hermandad.
Y aclaro que el propósito principal es promover una vida apartada y no confrontar a otros por considerar que las decisiones que toman no nos favorecen.
Y como ejemplo podemos ver lo que nos dice 2 Timoteo 4
Timoteus Bet (2 Timoteo) 4:1-2
1 Te encargo delante de Elohim y del Yeshúa el Mesías, que juzgará a los vivos y a los muertos en Su manifestación y en Su reino,
2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
En la actualidad muchos asumen que son hijos de Elohim porque en sus mentes piensan que son creyentes o discípulos, pero muchos no están reconociendo que un verdadero creyente (según las escrituras) no es solo alguien que piensa que, Yeshúa es el Mesías, sino que obedece lo que Él y Su Padre enseñaron.
Recordemos que Santiago explicó en su carta que la fe sin obras está muerta; Y las obras no pueden ser lo que cada uno piensa que está bien, sino lo que Yahweh ya determinó en Sus instrucciones.
Y cuando pienso en la santidad, me recuerda que muchas personas suelen argumentar que Yeshúa recibía y convivía con pecadores, lo cual debemos no debemos mencionar a la ligera, sino que debemos analizarlo con detenimiento.
Muy a menudo, las personas que no desean obedecer lo que Yahweh ordena en Su Palabra usan esto como pretexto para vivir según su propia voluntad, y aun cuando no sean conscientes, su mensaje transmite la idea de que el pecado no es algo tan grave.
Siempre debemos recordar Romanos 6:23
Romim (Romanos) 6:23
23 Porque la paga del pecado es muerte, y la dádiva de Elohim es vida eterna en Yeshúa el Mesías.
Y es que las Escrituras nos enseñan que, Yeshúa recibía a pecadores con un propósito claro.
Este propósito era sanarlos y perdonarlos, siempre que tuvieran una verdadera intención de arrepentirse.
Yeshúa los recibía y aun comía con algunos; pero esto es distinto a convivir con pecadores no arrepentidos, como pueden pensar o decir algunos.
A veces estos pecados nos parecen menos graves porque nuestra sociedad nos ha acostumbrado a ellos.
Pecados como el adulterio o la fornicación, que son condenados severamente por las Escrituras y que muchos de los que se auto perciben como hijos de Elohim, no están reconociendo su gravedad, conviviendo con estas personas no arrepentidas.
Hermanos, volviendo al tema principal de las bendiciones, no olvidemos nunca que, esto no es para satisfacer nuestros deseos, sino para cubrir necesidades y crecer en comunión, compartiendo como una gran familia.
Por otro lado, debemos entender que, Yahweh también estableció condiciones para las maldiciones, y que estas no llegan a la vida de las personas por casualidad o por capricho de Elohim, sino que tienen un propósito.
Para comprobarlo miremos lo que nos dice el pasaje:
Vayicrá (Levítico) 26:14-17
14 Pero si no Me oyereis, ni hiciereis todos estos Mis mandamientos,
15 y si desdeñareis Mis decretos, y vuestra alma menospreciare Mis estatutos, no ejecutando todos Mis mandamientos, e invalidando Mi pacto,
16 Yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán.
17 Pondré Mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
Algo que me genera tristeza y frustración, es ver como las personas consideran que el amor de Yahweh solo se manifiesta en cosas agradables; sin embargo, como podemos notar en el pasaje, Yahweh es un Elohim exigente y que, considera el pecado abominable.
Realmente, si el pecado no fuera tan grave, Yeshúa no hubiera tenido que morir de una manera tan cruel.
Debemos entender que, el verdadero amor, no puede estar desligado de la justicia; y la justicia no puede estar desconectada del castigo.
Muchas personas expresan estar agradecidas por lo que Yeshúa hizo, pero realmente son pocos los que, de verdad entienden la gravedad del pecado, porque aun cuando Yeshúa sufrió tanto por nuestra causa, luego muchos viven como si el pecar ya no fuera tan grave.
El hecho de que, la sangre de Yeshúa nos limpie (si aceptamos ser redimidos por ella); no quiere decir que, el murió para que pudiéramos pecar; sino que justamente nuestro pecados ocasionaron ese sufrimiento.
Por lo tanto, debemos tomarnos más en serio nuestra santidad, y dejar de enfocarlo como algo emocional, y enfocarlo como algo práctico.
Debemos entender que, si no le entregamos nuestras vidas a Yeshúa que nos compró con Su sangre, entonces estaremos rebajando el gran sacrificio que hizo, haciéndonos doblemente malditos, por causa primeramente de nuestros pecados y luego por causa de despreciar el sufrimiento de nuestro Mesías.
Y es que, por si a alguien le parece poco las maldiciones que Yahweh estableció, miremos que más nos dice el pasaje:
Vayicrá (Levítico) 26:18-22
18 Y si aun con estas cosas no Me oyereis, Yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados.
19 Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.
20 Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.
21 Si anduviereis conmigo en oposición, y no Me quisiereis oír, Yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados.
22 Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros hijos, y destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en número, y vuestros caminos sean desiertos.
Realmente, hay muchas personas que están viviendo como si el sacrificio de nuestro Mesías no fuera tan importante, tomando las Escrituras con un enfoque limitado a sus intereses.
También hay muchas personas que, explican la santidad como si fuera un sinónimo de moralidad; Sin embargo, la moralidad está muy condicionada por la cultura y por los razonamientos imperfectos de los humanos.
Lamentablemente, el ser humano está constantemente colocando sus propios intereses y razonamientos por encima de los mandamientos del Padre, y tomando las Escrituras desde una perspectiva cultural, ajena a la original.
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“Las instrucciones de Yahweh” son la base de toda Las Escrituras, así como Yeshúa es la piedra angular de la construcción del Reino que se establecerá aquí en la tierra.
La Torá, (que muchos traducen como Ley), está llena de instrucciones que nos ayudan a vivir correctamente y nos revelan la voluntad del Padre, para el presente y para el futuro, por medio de las profecías que son representadas por las fiestas establecidas por Yahweh.
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Hermanos, no debemos confundir maldiciones con pruebas.
Las pruebas nos ayudan a madurar haciendo crecer nuestra fe y nuestro carácter, pero las maldiciones nos debilitan, traen castigo y sufrimiento, con el propósito de que nos arrepintamos.
Por otra parte, (sin dejar lugar a un punto intermedio) están las bendiciones, que (como vimos antes) son dadas a causa de la obediencia, con el propósito de vivir en armonía, reconociendo que Yahweh quiere tener comunión con nosotros. Queriendo que seamos un solo pueblo; y aunque la salvación es individual, el llamado es a unirnos como un solo cuerpo, (en unidad real y práctica) como el cuerpo de nuestro Mesías.
No sabemos cuántos son los días de nuestra vida, por eso, el momento para tomarse en serio el llamado de nuestro Creador es cuanto antes.
Cada día que pasa, miles de almas se están condenando por no entender que, Yahweh se toma muy en serio la santidad.
Tengamos en cuenta que, el llamado es servir en “la Gran comisión” y no en “la gran omisión”.
Pensemos como los mares están formados por multitud de gotas muy pequeñas, y como cada gota por sí sola no hace diferencia en el mar, pero como todas ellas (en conjunto) son necesarias para formar los mares.
Así mismo, es importante que, cada uno de nosotros sea como una de gota o como una célula que forma parte en la formación del cuerpo de Yeshúa.
Shabat Shalom
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Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí
