Parashá Mishpatim – ¿Por la Fe Invalidamos la Ley?
Romim (Romanos) 3:29-31
29 ¿Es Elohim solamente Elohim de los judíos? ¿No es también Elohim de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.
30 Porque Elohim es uno, y Él justificará por la fe [emuná] a los circuncidados [por el judaísmo], y por medio de la fe a los no circuncidados [por el judaísmo].
31 ¿Luego por la fe [emuná] invalidamos la Ley [Torá]? “En ninguna manera”, sino que confirmamos la Ley.
En cuestión de doctrinas, existen una gran variedad de pensamientos. Y la principal causa de esto, es porque se intentan explicar de forma muy subjetiva, desde una perspectiva actual, sin tomar en cuenta lo que significan en el contexto bíblico.
Por ejemplo, hay una gran variedad de posturas de lo que significan las palabras: Iglesia, Santidad y Fe.
Y esto es algo que ya hemos tratado en otros estudios, y comentaremos brevemente en esta presentación.
Pero más allá de estos conceptos hay uno, que podemos compararlo con la piedra angular de nuestra fe y muchos están rechazando, y aquí están incluidos tanto una gran mayoría de judíos como de cristianos.
Porque como muchos cristianos ya saben, muchos judíos rechazan a Yeshúa, (el Cordero que nos libra del pecado), y como muchos judíos ya saben, muchos cristianos rechazan la Ley (que nos revela la justicia de Yahweh incluida Su misericordia).
Y es curioso que tanto judíos como cristianos tengan un mismo pensamiento que les haga tener religiones prácticamente opuestas.
El pensamiento al que me refiero (a grandes rasgos) es, el creer que Yeshúa enseñó que no tenemos que obedecer la Ley.
Y en este estudio queremos valorar que implicaciones tiene para nuestras vidas la obediencia a la Ley que Yahweh nos dio por medio de Su siervo Moshé.
Shabat Shalom y bienvenidos a esta nueva presentación, donde haremos un estudio de la porción de la Torá llamada Mishpatim que puede traducirse como Leyes o Juicios, (inclusive como mandamientos).
Esta porción la encontramos en Shemot 21:1-24:18, donde podremos ver varias de las leyes que fueron dadas por Yahweh a Moshé.
Pero antes de analizar las leyes que encontramos en esta porción, quisiera hablar brevemente sobre los conceptos de las palabras que mencioné en la introducción, donde dije que la razón de la existencia de muchas doctrinas en nuestros días es por causa de aceptar definiciones subjetivas sin entender su significado real.
Las Palabras que mencioné son: Iglesia, (Kehilá en hebreo) que muchas personas asumen que significa el pueblo que sustituye a Israel (que curiosamente no tiene una identidad bien definida); pero esta palabra es sinónimo de Asamblea o congregación, es decir, es una palabra que define a un grupo de personas unidas por las mismas creencias, lo que no implica un pueblo o una nación.
La otra Palabra es Santidad, (kadosh o kodesh en hebreo) que muchos perciben como un estado de pureza del corazón, pero literalmente significa Apartado (o separado), y si bien es necesario una actitud pura de corazón, su significado tiene que ver más con nuestras acciones y nuestras costumbres.
Y la tercera palabra es Fe, (emuná en hebreo) que muchas personas confunden con un sentimiento o deseo, en ocasiones usándolo como sustituto de la palabra esperanza, pero que en realidad tiene mucho más que ver con nuestra fidelidad, siendo que mediante nuestros actos y nuestra obediencia es que podemos demostrar una verdadera fidelidad (o emuná) a Yahweh.
Teniendo esto en mente, también debemos tener en cuenta lo impreciso que es para muchos, otras palabras como, Mandamientos y Ley. Principalmente, en el cristianismo.
Y una de las principales razones para esta confusión es por causa de algunas palabras mencionadas por el apóstol Shaúl, que en ocasiones muchos usan como una verdad absoluta, sin tener en cuenta el contexto de estas palabras.
Y por lo visto, este error se viene dando desde el primer siglo, siendo que el apóstol Kefa nos advirtió sobre esto.
Kefa Bet (2 Pedro) 3:15-17
15 Y tengan entendido que la paciencia de nuestro Maestro es para salvación; como también nuestro amado hermano Shaúl [Pablo], según la sabiduría que le ha sido dada, les ha escrito,
16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los ignorantes e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
17 Así que vosotros, amados, sabiéndolo de antemano, guárdense, no sea que arrastrados por el error de los sin Ley [ádsesmos / ἄθεσμος], caigan de vuestra firmeza.
Algo que necesitamos entender es que uno de los mayores errores que las personas comenten al leer las cartas de Shaúl, es creer que Shaúl enseñó que, obedecer la Ley de Yahweh, es malo para aquellos que aceptamos a Yeshúa como nuestro redentor.
La frase “Ya no estamos bajo la Ley” es interpretada como “Ya no necesitamos la Ley”, pero ¿realmente fue esto lo que Shaúl quiso decir? Y más importante aún, ¿Qué fue lo que enseñó Yeshúa con relación a la Ley y los Mandamientos?
Como vimos en el pasaje que leímos al inicio, el propio Shaúl aclaró que “la fe no invalida la Ley”, y esto es algo que muchos prefieren ignorar porque parece que entra en conflicto con otros escritos de Shaúl.
Por ejemplo:
Galatim (Gálatas) 5:1-4
1 Estén, pues, firmes en la libertad con que El Mesías nos hizo libres, y no estén otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
2 He aquí, yo Shaúl les digo que si son circuncidados [por el judaísmo], de nada les aprovechará El Mesías.
3 Y otra vez testifico a todo hombre que es circuncidado [por el judaísmo], que está obligado a guardar toda la ley.
4 Del Mesías se desligan, los que por la ley se justifican; de la gracia han caído.
Fijémonos que aquí dice que, de la gracia han caído los que se justifican por la ley, sin embargo, no dice que caen de la gracia los que obedecen la ley.
Aunque parezca lo mismo, hay una gran diferencia en obedecer la Ley creyendo ser salvos por obedecer, y obedecer la ley, porque no queremos transgredirla, porque el pecado es transgresión de la Ley
Si leemos el pasaje anterior, sin entender el contexto y el resto de las Escrituras, fácilmente podríamos llegar a la conclusión de que obedecer la Ley no es bueno ni necesario.
Pero cuando hacemos un estudio exhaustivo de las Escrituras, podemos notar que Shaúl se expresa de forma negativa y de forma positiva sobre la Ley, en distintos lugares. Y la razón de esto es porque Shaúl se está refiriendo a distintas leyes.
Veamos un ejemplo:
Romim (Romanos) 7:22-23
22 Porque según el hombre interior, me deleito en la Ley de Elohim;
23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.Romim (Romanos) 7:25
25 Gracias doy a Elohim, por Yeshúa nuestro Mesías. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Elohim, pero con la carne a la ley del pecado.
Si podemos leer esto con humildad, es fácil notar que Shaúl se refiere a la Ley de Yahweh como algo positivo, y a la ley de la carne o el pecado como algo negativo.
También tenemos otra referencia a estar bajo la Ley en Romanos 6
Romanos 6:14-15
14 Porque el pecado no se enseñoreará de ustedes; pues no están bajo la ley, sino bajo la gracia.
15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
Aquí nuevamente Shaúl enseña que el que está bajo la gracia no está bajo la ley, y la pregunta que muchos deben hacerse es:
¿Acaso obedecer la Ley es estar bajo la Ley?
Pues cuando pensamos que estar bajo la Ley, es sinónimo de estar condenado por la Ley, en términos modernos podríamos decir que es un ilegal.
Pero si estamos cumpliendo la Ley, no somos ilegales y no estamos bajo la Ley.
(Es decir, no somos condenados por la Ley)
Con esto no estoy diciendo que podemos librarnos de la condenación solamente por obedecerla, pero debemos pensar en el sentido opuesto, es decir, si después de ser redimidos, ¿podemos seguir como ilegales, infringiendo la ley?
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Bueno hasta el momento no hemos visto ni un solo verso de la parashá, por lo que me parece oportuno mirar algunos pasajes, donde podremos analizar como la Ley es buena, porque principalmente está enfocada a proteger al inocente.
Pero necesitamos entender que debe ser practicada con el discernimiento del espíritu y siempre tomando en cuenta el contexto.
Miremos:
Shemot (Éxodo) 21:1-2
1 Estas son las leyes que les propondrás.
2 Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; pero al séptimo saldrá libre, de balde.
Muchas veces las personas critican que las Escrituras apoyan la esclavitud, pero ciertamente no están valorando las circunstancias de las personas en la antigüedad, y es que si analizamos como es el sistema económico del mundo en nuestros días, podremos ver algunas similitudes bastante sorprendentes para algunos.
Cuando meditamos en la situación laboral de millones de personas en nuestros días, podemos notar que básicamente las personas que tienen un empleo son en la práctica siervos de aquellos que les pagan por trabajar.
Puede que a muchos nos les guste esta comparación, pero es así como funciona, la diferencia es que el empresario, no se responsabiliza de que el empleado tengo un techo o suficiente comida para alimentarse.
Por esto, aunque actualmente las personas no se sientan sirvientes de sus jefes, en realidad lo son, (durante el tiempo que dura su jornada laboral), con la ventaja que fuera de ese horario pueden disponer de su tiempo como mejor entiendan;
sin embargo, en la antigüedad, los siervos tenían la ventaja de tener un techo y alimento garantizado, y si tenían un señor benevolente inclusive podrían tener algunos beneficios que no tienen muchos de los empleados en nuestros días.
Pensemos que el ser siervo, significaba tener un trabajo y sustento básico para cubrir sus necesidades.
Y una muestra de que los siervos podrían ser bien tratados y estar contentos con su trabajo lo vemos en el siguiente verso:
Shemot (Éxodo) 21:5
5 Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre.
También el pasaje menciona otras situaciones relacionadas con la servidumbre, que deben ser analizadas en su contexto, entendiendo que no existían empleos como en nuestros días, donde aun cuando los derechos de los siervos eran limitados, era en función de su necesidad de subsistencia, pero en todos los casos, cada siervo debía ser tratado con respecto y dignidad, con la intención de que pudiera tener el sustento para su vida.
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Al seguir leyendo el texto, encontramos más adelante leyes que establecen justicia con relación a los asesinos.
Shemot (Éxodo) 21:12-13
12 El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.
13 Pero el que no pretendía herirlo, sino que Elohim lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.
En este caso, podemos notar que el juicio para un asesino era que debía morir, pero el texto es claro que el que haya matado a otro sin intención debe ser perdonado.
Y aunque para muchos la pena de muerte pueda parecer extremo, y que no contempla la misericordia, hay que entender que cuando un hombre que es capaz de asesinar a otros es dejado libre pudiendo matar a más personas, la pena de muerte es un acto de misericordia para las posibles víctimas.
En este mismo capítulo también encontramos un pasaje al cual Yeshúa hizo referencia;
el pasaje nos dice lo siguiente:
Shemot (Éxodo) 21:23-25
23 Pero si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida,
24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
Con relación a este pasaje, muchos en nuestros días, basados en el buenismo, entienden erróneamente que ya no debemos juzgar a aquellos que hacen daño a otros.
Pero como dije antes, debemos leer y valorar las leyes con discernimiento de espíritu, debido a que cuando nos basamos solamente en la literalidad del texto, sin tener en cuenta el propósito y las circunstancias, es fácil caer en el error.
Yeshúa citando lo mismo del pasaje anterior dijo:
Matityahu (Mateo) 5:38-39
38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Pero Yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
Y lo que debemos entender con esto, es justamente que debemos ser misericordiosos, y entender que debemos estar dispuestos a dar nuevas oportunidades a los que nos lastiman, pero esto es en un contexto personal, para que las personas no guarden rencor ni busquen venganza.
Pero cuando las autoridades de un pueblo deben hacer juicio, deben hacerlo de manera objetiva, y lo que nos revela el pasaje de Shemot 21 es que el pago del delito debe ser compensatorio del daño.
Es decir, si una persona hace que su prójimo pierda un ojo o un diente, el culpable debe compensar a la victima con algo que represente un valor similar.
El texto no pretende que la víctima se vengué del culpable, sino que sea restituido en lo posible. Y para comprobarlo podemos leer los versos que siguen:
Shemot (Éxodo) 21:26-27
26 Si alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad por razón de su ojo.
27 Y si hiciere saltar un diente de su siervo, o un diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre.
Con esto debemos entender que Yeshúa no enseño a desobedecer la Ley, sino que estaba mostrando que la Ley siempre debe cumplirse con el propósito correcto, que no es el de creernos buenas personas por cumplirla sino de entender que el cumplirla es algo que debemos hacer con amor y debe llenarnos de gozo, porque en ella podemos ver el amor del Padre hacia nosotros, de manera que Yeshúa la obedeció.
Y aquí quiero resaltar lo que acabo de decir, y es que considero que debemos decir que, Yeshúa obedeció la Ley antes de decir que Yeshúa cumplió la Ley.
Porque la Ley no es algo que se cumple y ya, sino que debemos obedecerla y tenerla presente en nuestras vidas.
Es como el amor, que no es algo que se cumple, sino que se practica.
Lo que si podemos decir que cumplió Yeshúa fueron las profecías determinadas para la época, manifestadas a través de los profetas y las fiestas.
Al seguir con la parashá encontramos más leyes para establecer justicia con relación a los robos, los falsos testimonios y algunos otros puntos que podemos ver que están conectados con los diez mandamientos, por lo que nos muestra que estas y otras leyes fueron dadas para mantener al pueblo obediente a los mandamientos de Yahweh.
Lamentablemente muchos han sido enseñados que la Ley de Yahweh es una carga, como si fuera una serie de requisitos dados al pueblo en la antigüedad para ser salvos, (más o menos como un castigo) pero como podemos comprobar con los pasajes antes vistos, esto es un error.
El propósito de la Ley, era y es que, tengamos una guía para establecer juicios justos.
Y es que en la comunidad cristiana se habla mucho de obedecer los mandamientos que el Mesías enseñó, y al mismo tiempo de rechazar la Ley; como si Yeshúa hubiera enseñado algo diferente a lo que Yahweh ordenó.
Pero Yeshúa dijo:
Yojanán (Juan) 12:49-50
49 Porque Yo no he hablado por Mi propia cuenta; el Padre que Me envió, Él Me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
50 Y sé que Su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que Yo hablo, lo hablo como el Padre Me lo ha dicho.
Debemos recordar que Yeshúa dijo que Él y el Padre son uno, y que el que lo ha visto a Él ha visto al Padre. Y también debemos recordar que Yahweh no es hombre para mentir o arrepentirse, y que Su palabra permanece para siempre.
Además de todo esto, es importante notar como Shaúl aun obedecía la Ley, miremos lo que otros hermanos le dijeron en hechos 21
Maasei (Hechos) 21:23-24
23 Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto.
24 Tómalos contigo, purificate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley.
Esto nos revela que, el pensamiento de que, Shaúl enseñaba a no obedecer la Ley, es incorrecto, aunque al leer el verso siguiente puede causar un poco de confusión, ya que nos dice así:
Maasei (Hechos) 21:25
25 Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación
¿Pero quiere esto decir, que Shaúl debía obedecer y los gentiles no?
Para entender esto, debemos saber que, esta orden a los gentiles fue mencionada en el capítulo 15, donde nos dice lo siguiente:
Maasei (Hechos) 15:19-21
19 Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Elohim,
20 sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.
21 Porque Moshé desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.
Cuando leemos con atención este pasaje, podemos darnos cuenta de que el motivo para que no se inquietara a los gentiles, y que solo debían cumplir 4 requisitos, era por lo que nos revela el ultimo verso, donde se dice que Moshé (es decir la Torá) era predicada en todas las sinagogas cada Shabat, por lo que los gentiles irían aprendiendo toda la Torá con el tiempo.
Algo que también debemos tener en cuenta para refutar la idea de que la Ley es una carga pesada, son las palabras de muchos siervos de Yahweh que se encuentran en el Tanaj (más conocido como viejo testamento) y para citar algunos ejemplo vamos a ver el salmo 119:
Tehilim (Salmos) 119:18
18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de Tu Ley.
Tehilim (Salmos) 119:34
34 Dame entendimiento, y guardaré Tu ley, y la cumpliré de todo corazón.
Tehilim (Salmos) 119:44
44 Guardaré Tu Ley siempre, para siempre y eternamente.
Tehilim (Salmos) 119:53
53 Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan Tu ley.
Hermanos, para finalizar esta presentación quiero hacer mención de dos pensamientos que están llevando a muchos al error.
El primero de estos pensamientos es el que muchos cristianos tienen sobre aquellos que enseñamos a obedecer la Torá o Ley de Yahweh, siendo que el apóstol Shaúl expresó su descontento de judaizar a los gentiles.
Muchos están creyendo que las leyes judías y las leyes de Yahweh son la misma cosa, sin embargo, el judaísmo se formó después de la división Israel, quedando el reino de Judá al sur, y siendo llevado cautivo (años después a Babilonia) donde por falta del templo de Jerusalem y por las costumbres de Babilonia, hizo que se fuera creando la religión judía, la cual, usando la Torá, comenzaron a establecer leyes nuevas al punto de que muchas de ellas contradicen la propia Torá, utilizando aun símbolos paganos.
Por lo que es fundamental entender que, el judaísmo se basa en un religión que surgió de la verdad de Yahweh, pero que se distorsionó con el paso del tiempo, debido a los intereses de los lideres judíos
Y el segundo de estos pensamientos es uno muy generalizado e inclusive bastante citado, que es bastante contrario a las Escrituras.
Este pensamiento consiste en no hacer a los demás aquello que no queremos que nos hagan, pero este pensamiento genera un pecado por omisión.
Y esto se hace evidente cuando leemos lo que Yeshúa dijo:
Matityahu (Mateo) 7:12
12 Así que, todas las cosas que quieran que los hombres hagan con ustedes, así también ustedes hagan con ellos; porque esto es la Ley y los profetas.
Hermanos. Yeshúa demostró que el amor es algo práctico y activo, contrario a un amor romántico y emocional, que no actúa y que solo piensa o siente, sin hacer nada por los demás.
Es comprensible que para muchos sea difícil actuar con un verdadero amor, pero si somos conscientes del poder de nuestro Elohim. No hay nada que temer.
Debemos poner nuestras vidas en Sus manos y pedirle que nos de la sabiduría y la valentía de actuar en amor, y obediencia según Su justicia.
Recuerda que Yeshúa dio orden a Sus discípulos de hacer más discípulos, algo que debemos seguir haciendo en nuestros días, porque el deber de un discípulo no es el de hacer creyentes, sino de hacer otros discípulos, que se unan a la obra y hacer que el Reino crezca.
Shabat Shalom
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Recuerda La mies es mucha y los obreros pocos, apóyanos.
Parashá Infatil aquí
